¿Falló Aaron Ramsey un penalti para salvar la vida de Isabel II?, se pregunta Twitter

Desde su debut, el futbolista galés ha marcado 67 goles y 25 han coincidido con fallecimientos de celebridades. La leyenda de que cada vez que marca un tanto, un famoso muere ha renacido estos días

Aaron Ramsey, de los Rangers, el pasado 18 de marzo en Sevilla.Chris Brunskill/Fantasista (Getty Images)

El pasado miércoles, Aaron Ramsey (Caerphilly, 31 años) se encaminaba hacia el punto de penalti para decidir con su lanzamiento qué equipo ganaba la Europa League. Le miraban atentamente los seguidores de su equipo (el Glasgow Rangers), sus rivales d...

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El pasado miércoles, Aaron Ramsey (Caerphilly, 31 años) se encaminaba hacia el punto de penalti para decidir con su lanzamiento qué equipo ganaba la Europa League. Le miraban atentamente los seguidores de su equipo (el Glasgow Rangers), sus rivales del Eintracht de Frankfurt y sobre todo los tuiteros, la prensa deportiva... y seguramente algún escritor de obituarios. Desde 2009 circula por las redes sociales una extraña teoría según la cual cada vez que el jugador galés marca un gol, muere una celebridad. A este disparate se le conoce, de manera muy poco original, como La maldición de Ramsey y desde que se popularizó los goles del centrocampista llenan de memes las redes sociales. Y sus fallos también: nunca se puede perder la oportunidad de hacer un chascarrillo morboso.

En la final de la Uefa League que enfrentó en Sevilla a escoceses y alemanes no hubo gol de Ramsey, así que la víctima fue su propio equipo. Tras el empate a uno en el tiempo reglamentario y a tres minutos del final de la prórroga, el entrenador del Glasgow Rangers, el exbarcelonista Giovanni van Bronckhorst, sacó al campo a Ramsey, un consumado especialista en los penaltis que se avecinaban, pero esa no iba a ser la noche del galés.

Lanzó al centro y el balón se estrelló en los pies del portero del Eintracht. Los Rangers perdían así la oportunidad de ganar una final europea, algo que no sucede desde 1972. De los diez jugadores que lanzaron la pena máxima sólo Ramsey falló, un suceso que fue recibido con alborozo en las redes sociales en las que algunos destacaban que el jugador había errado el tiro para salvarle la vida a Isabel II después de que la pasada semana la ausencia de la monarca en la Apertura del Parlamento disparase los rumores sobre su salud. “La maldición de Aaron Ramsey es tan fuerte que sabía que tenía que fallar su penalti para salvar a la reina. Eso es clase. Algunas cosas son más grandes que el fútbol” escribió un tuitero alborozado.

El fallo no pudo llegar en peor momento para el galés, que en este momento se encuentra cedido en el Glasgow Rangers por una Juventus de Turín que no parece demasiado interesada en repescarle para la próxima temporada. Ya sobrepasada la treintena nada en Ramsey recuerda a la joven promesa del fútbol británico que debutó a los 17 años en el Cardiff City, arrebatándole el récord de precocidad a John Benjamin Toshack, el lenguaraz exentrenador de la real Sociedad y el Real Madrid, y cuyo talento precoz provocó que Arsène Wenger se lo llevase al Arsenal por 5 millones de libras. Tras unos años irregulares en un club que siempre aspira a todo y nunca gana nada, en 2019 firmó por cuatro años con la Juventus. En enero de este año los italianos lo cedieron al Glasgow Rangers hasta el 30 de junio. El motivo de esta errática y frustrante carrera no es tanto su calidad, que es indiscutible, sino su tendencia a las lesiones, su verdadera maldición y otro punto que tiene en común con Toshack.

La leyenda

Si su irregular carrera era previsible por su fragilidad física, ningún aficionado habría podido prever que aquel prometedor adolescente del Cardiff iba a ser más famoso por una “presunta maldición” que por su juego. La leyenda que le persigue se inició el 25 de agosto de 2009 cuando tres días después de un gol suyo ante el Portsmouth falleció el senador demócrata Ted Kennedy. Y finaliza (por ahora) en la actriz June Brown, una celebridad en la televisión británica, que fue su última “víctima”. La protagonista de EastEnders (de 95 años, puntualicemos) falleció el pasado abril, el mismo día que Ramsey marcaba ante el Celtic.

Los afectados por la maldición conforman una lista muy ecléctica que incluye a Steve Jobs, Whitney Houston, Paul Walker, Nancy Reagan, Chavela Vargas o Robin Williams y en ella ha inscrito su nombre hasta una celebridad patria, Andrés Montes. El rey de las retransmisiones baloncestísticas falleció dos días después del primer gol de Ramsey con la selección de Gales.

En 2015 el jugador habló sobre “su maldición” en una entrevista con Sport Magazine. “El rumor más ridículo que he escuchado sobre mí es que la gente se muere cada vez que marco”, declaró. Pero también le encontró un aspecto positivo: “Es un rumor absurdo, aunque también me he cargado a algunos tipos malos”.

Esos “tipos malos” de los que hablaba son Osama Bin Laden, asesinado por tropas estadounidenses un día después de que Ramsey marcase frente al Manchester United, y el sátrapa libio Muamar Gadafi que fue ajusticiado por la turba tras un gol del galés contra el Marsella. Desde su debut, Ramsey ha marcado 67 goles y 25 han coincidido con fallecimientos de celebridades.

Pero fue en enero de 2016 cuando le asociaron con las dos muertes que más conmocionaron a los británicos. Tras un gol ante el Sunderland falleció el cantante David Bowie; tres días después, y para dar más pábulo a la superstición, quien moría era el actor de La jungla de cristal y la saga Harry Potter Alan Rickman.

No fue su único “doble homicidio”, en marzo de 2019 tras sus goles fallecieron el cantante de Prodigy Keith Flint y el actor de Sensación de vivir Luke Perry.

Con este historial, no es extraño que cuando marca más de un gol las redes rebosen de tuits apocalípticos.

En un deporte en el que el factor suerte es tan relevante, el pensamiento mágico encuentra un sustrato fértil en el que enraizarse. Ahí están jugadores como Casillas cortando las mangas de sus camisetas o poniéndose los calcetines al revés antes de cada partido o John Terry, el rocoso central inglés que no se cambió las espinilleras durante más de 10 años. Por ello la de Ramsey no es la única “maldición” futbolística de la que se tiene noticia. En 1962 nació “la maldición de Bela Guttmann” en honor al entrenador húngaro que, tras ser despedido del Benfica a pesar de haber logrado dos Copas de Europa consecutivas, pronunció una frase lapidaria. “Sin mí, el Benfica no ganará un título europeo en 100 años”. Ya han pasado 60 años y ninguna nueva “orejona” se ha incorporado a las vitrinas del club portugués.

Más reciente es la maldición que afecta a Pep Guardiola. “Por su maltrato a Yaya Touré, Guardiola puso a toda África en su contra, muchos hinchas africanos le dieron la espalda al Manchester City y estoy seguro de que muchos chamanes africanos impedirán que Guardiola gane la Champions en el futuro. Será como una maldición africana para Guardiola. La vida dirá si tengo razón o no”. Tan lapidarias palabras fueron pronunciadas por Dimitri Seluk, representante del jugador de Costa de marfil Yayá Touré, que acusó al entrenador de racista. Aunque luego Touré se disculpó, su representante apostilló su afirmación con una ilustración que no rebajaba ni un ápice sus polémicas palabras.

Cuatro años después del conjuro de Seluk y a pesar de los fichajes millonarios que cada temporada realiza el City, Guardiola arrasa en la Premier pero se estrella en su competición “maldita”.

Tan inherentes al fútbol como las supersticiones son las apuestas. En 2016, el año más “letal” del centrocampista, la web Win Cash Live no dejó pasar la ocasión de ofrecer lucro morboso a costa de la supuestas víctimas del acierto del jugador ante la portería y ofreció la posibilidad de apostar sobre qué famoso moriría en las 72 horas siguientes a sus goles. Entre las celebridades opcionales se encontraban Kanye West, Donald Trump, David Cameron, Boy George y Lady Gaga.

El ideólogo de la macabra apuesta, Ashley Faull, la justificó ante los que se escandalizaron con tan siniestra propuesta. “Llevamos tiempo siguiendo la maldición de Aaron Ramsey y, como muchos, no dimos crédito cuando tanto David Bowie como Alan Rickman fallecieron trágicamente en las 24 horas siguientes a sus goles. Así que después de que uno de nuestros principales clientes nos preguntara si lo cubriríamos, empezamos a pensar en quién podría ser el siguiente”.

Mientras siga sobre los terrenos de juego, los goles de Ramsey seguirán siendo fruto de memes, morbo y, sobre todo, humor, porque pocos son los que le dan el más mínimo crédito a su maldición. Pero si el portero del Eintracht no hubiese atajado su penalti, cuando unas horas después se conoció la muerte del compositor griego Vangelis tal vez hasta el propio Ramsey habría empezado a creerse su truculento mal fario

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