Mark Zuckerberg, el nuevo miembro del club de los cienmilmillonarios

Casas, camisetas grises de 400 euros y un coche de casi 1,2 millones, los excesos del tercer hombre más rico del mundo

Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan, llegando a la cena de Estado en honor al presidente de China Xi en la Casa Blanca en septiembre de 2015.Pool (Getty Images)

El pasado 10 de diciembre Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan, fueron vistos en una tienda Costco, la segunda mayor cadena de hipermercados de Estados Unidos, famosa por sus precios con descuentos. La pareja paseaba por el pasillo de la tienda de Mountain View, California, en busca de un televisor. Hace unos días ese hombre de 36 años logró acumular un patrimonio neto superior a los 100.000 millones de dólares (casi 85.000 millones de euros). El logro le permitió unirse al exclusivo club de los cienmilmillonario...

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El pasado 10 de diciembre Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan, fueron vistos en una tienda Costco, la segunda mayor cadena de hipermercados de Estados Unidos, famosa por sus precios con descuentos. La pareja paseaba por el pasillo de la tienda de Mountain View, California, en busca de un televisor. Hace unos días ese hombre de 36 años logró acumular un patrimonio neto superior a los 100.000 millones de dólares (casi 85.000 millones de euros). El logro le permitió unirse al exclusivo club de los cienmilmillonarios. Tan exclusivo que solo lo comparte con otros dos titanes de la tecnología Jeff Bezos (56 años, fundador de Amazon) y Bill Gates (64 años, fundador de Microsoft), según ha hecho público el índice de multimillonarios de la compañía Bloomberg. La fortuna de Zuckerberg deriva en gran parte de su participación del 13% en Facebook, la red social de la que es CEO y que desde que la fundó en 2004 ha cambiado la manera de socializar del mundo entero en la era digital.

En un año complicado económicamente para la mayoría del planeta por la pandemia del coronavirus, Zuckerberg ha logrado resultados positivos. Su riqueza superó el umbral de los 100.000 millones de dólares cuando las acciones de la compañía subieron un 6,5% el día después de lanzar Reels en Instagram, una plataforma que imita el exitazo que ha sido TikTok, una red social en la que se comparten vídeos cortos utilizada principalmente por adolescentes y jóvenes. Coincidencia o no, el lanzamiento se produjo justo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara con prohibir TikTok, una aplicación china que está en conversaciones de venta con Microsoft, por considerarla una amenaza para la seguridad nacional.

Por si le faltaran motivos para celebrar, hace un par de semanas la compañía de Zuckerberg dijo que había alcanzado un nuevo récord de 3.000 millones de usuarios en sus plataformas, incluidas WhatsApp e Instagram. Una cifra que si se tratara de un país supondría que sus habitantes duplicarían sobradamente a la población de China. El confinamiento por la pandemia ha incentivado el uso de las redes sociales en el año más atípico de la historia reciente, lo que ha resultado en una subida de casi el 30% en las acciones de Facebook y en que la fortuna de Zuckerberg haya aumentado en más de 18.600 millones de euros, convirtiéndose en el tercer hombre más rico del mundo.

A pesar de que a la hora de comprar un televisor el joven empresario busque amortiguar el gasto, Zuckgerberg es famoso por tener una amplia cartera de bienes raíces, que incluye 10 propiedades en Estados Unidos. Las dos últimas las adquirió en 2019. Están ubicadas en los alrededores del lago Tahoe, un popular destino vacacional situado en las montañas de Sierra Nevada, entre la frontera de los estados de California y Nevada. La inversión se acercó a los 50 millones de euros.

El gusto por las casas también le ha supuesto algún contratiempo. Por ejemplo, en 2014 adquirió un terreno de 300 hectáreas en Kauai, Hawaii, por valor de unos 100 millones de dólares (cerca de 85 millones de euros), que cuenta con una playa de 800 metros, una plantación de caña de azúcar y una granja orgánica. Pero también incluye una docena de pequeñas parcelas que fueron otorgadas a los nativos a mediados del siglo XIX cuando se privatizó el suelo del país por primera vez y que tienen por ley estatal permiso sobre ellas. En 2017 el empresario demandó a las familias kamaainas con el objetivo de que un juez obligara a vender las parcelas al mejor postor en una subasta pública. Tras un alud de críticas, retiró la demanda. “Ha sido un error”, dijo en una carta pública. Actualmente una petición emprendida por la activista Mia Brier en la web Change.org pide frenar el “colonialismo” del CEO de Facebook en Hawái. La iniciativa roza el millón de firmas. “La premisa de la petición es falsa. Mark no está denunciando a los nativos y nadie ha sido obligado a abandonar su tierra”, aseguró un representante del empresario a la revista Newsweek.

Además de la fama mundial de Zuckerberg por su omnipresente red social, él y su esposa son reconocidos filántropos. En los últimos años han invertido miles de millones de dólares en programas de educación infantil para los niños con escasos recursos y en fondos de investigación médica destinados a curar enfermedades que padecen particularmente menores de edad. El 2010 se sumó a The Giving Pledge, una iniciativa que comenzó en junio de 2010 auspiciada por Warren Buffet y Bill Gates por la que invitan a las personas y familias más ricas de América a que se comprometan a donar la mayor parte de su fortuna en vida para fines altruistas.

En 2015, cuando nació la primera de las dos hijas del matrimonio Zuckerberg, Maxima Chan, la pareja anunció que donarán a lo largo de su vida el 99% de sus acciones de la firma para labores filantrópicas. Entonces su valor ascendía a más de 38.000 millones de euros. El dinero, según informó el joven empresario, se canalizará a través de una fundación bautizada como Chan Zuckerberg Initiative, cuyo objetivo es “avanzar en el potencial humano y promover la igualdad del ser humano”.

Salvo en sus gustos inmobiliarios Zuckerberg tampoco suele alardear de una forma de fortuna, ni siquiera su forma de vestir es ostentosa. Su atuendo suele ser informal y repetitivo: unos vaqueros negros y una camiseta gris. Pero esas aparentemente anodinas camisetas son un pedido especial que realiza a la marca de lujo italiana Brunello Cucinelli y que cuestan, cada una de ellas, más de 400 euros. En cuanto a los coches, otro signo visible de poderío económico, el fundador de Facebook ha preferido conducir deportivos económicos como el Acura TSX, el Honda Fit o el Volkswagen Golf GTI, todos valorados en cifras que no superan los 30.000 dólares. Aunque según publicó Business Insider el ahora cienmilmillonario se permitió un capricho en 2014 y adquirió un Pagani Huayra valorado en casi 1,2 millones euros.

Fe de errores: En una versión inicial de este texto decía “cienbillonario” cuando el término correcto es “cienmilmillonario”.

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