Y el coronavirus apagó la vida social
Eventos, estrenos, fiestas y alfombras rojas se cancelan y posponen por la crisis del Covid-19. Sus organizadores tratan de buscar soluciones creativas y avisan de que les pasará factura
La crisis del coronavirus ha vaciado las calles, pero no son las únicas que están desiertas. El frío también se ha instalado en los buzones de correo, tradicional y electrónico, que para aquellos con mucha vida social estos días no acumulan más que spam. No hay nada. No pasa nada. Los únicas notificaciones son las de “Sentimos comunicarles que su evento ha sido pospuesto”. Hasta nuevo aviso.
Estrenos de cine y festivales de música, fiestas, ina...
La crisis del coronavirus ha vaciado las calles, pero no son las únicas que están desiertas. El frío también se ha instalado en los buzones de correo, tradicional y electrónico, que para aquellos con mucha vida social estos días no acumulan más que spam. No hay nada. No pasa nada. Los únicas notificaciones son las de “Sentimos comunicarles que su evento ha sido pospuesto”. Hasta nuevo aviso.
Estrenos de cine y festivales de música, fiestas, inauguraciones, aperturas, eventos, entrevistas, ruedas de prensa, photocalls... Todo dice adiós. O, al menos, hasta pronto. Si en lo global han tenido que reprogramar sus fechas estrenos como el de la próxima cinta de James Bond —última de Daniel Craig y primera de Ana de Armas—, giras como la de los Rolling Stones o citas como el festival californiano de Coachella, escaparate veraniego de los famosos, en España la vida social se ha resentido hasta niveles que nadie recordaba. Todo está en pausa.
La despedida del embajador de Italia de su glamurosa residencia de Madrid no se pudo celebrar con la fiesta que tantos esperaban. Tampoco ha podido inaugurarse como a sus dueños les habría gustado la nueva y enorme tienda que la joyería Rabat acaba de abrir en plena milla de oro de Madrid. La esperada fiesta no ha llegado. Tampoco la que celebraba los 10 años de la llegada a España de la revista Harper’s Bazaar. Cientos de famosos estaban invitados a este gran evento en el Casino de Madrid, en plena calle de Alcalá, la semana pasada. La cancelación llegó apenas un par de días antes, cuando todavía no había sido declarado el estado de alarma y por precaución ante la aglomeración. Como no llegó la edición de los premios Vogue Belleza, un almuerzo que reúne a los pesos pesados del sector y que se canceló 10 días antes de celebrarse —el 17 de marzo— y después de 18 ediciones.
Otra de las citas que pretendían aglutinar a la vida social de la capital era el primer desfile que la diseñadora Vicky Martín Berrocal iba a realizar en Madrid, con su firma nupcial y de invitadas Victoria. Un evento por todo lo alto que iba a celebrarse el 18 de marzo para decenas de invitados en la casa de Velázquez, muy ilusionante para Berrocal y que tendrá que posponerse hasta, al menos, el próximo mes de septiembre.
Los creadores locales también se han visto afectados por el cierre de sus tiendas, lo que ha salpicado a sus eventos. Loewe ha cancelado la presentación de su nuevo perfume con el actor de Narcos Pedro Pascal. El modisto Roberto Verino tenía programadas unas jornadas sobre la mujer en la historia con varios escritores para el martes 24 en su tienda de Serrano, en Madrid, que organizaba con la biblioteca de Verín, su pueblo natal. Nada. La también española Women’ Secret acaba de rodar en Tulum, México, su campaña para este inminente verano con la modelo Lucía Rivera, pero por ahora no hay fecha de estreno ni de presentación a medios. La firma Ecoalf ha puesto en pausa los foros de sostenibilidad mensuales que realiza en sus tiendas. “Ahora más que nunca hay que ser valientes y estar muy unidos. Quedarse en casa para reflexionar, parar para continuar. Estamos juntos en esto y quiero lanzar un mensaje de esperanza. Seamos parte de la solución, seamos un equipo, hagamos que cuente y actuemos unidos”, declara a EL PAÍS su presidente y fundador, Javier Goyeneche.
Los eventos se posponen. Las agencias de comunicación que los idean, convocan y publicitan están del todo paradas. Pese a ese supuesta imagen chic de eventos, famosos y copas de champán que pueden desprender, no dejan de ser pequeñas empresas. Todas, absolutamente todas, confirman que están sufriendo como cualquier otra empresa, más al estar tan vinculada con la vida social. Y que están tratando de reiventarse. Desde hace décadas, D&P es una de las pioneras en organización de eventos, sobre todo cinematográficos. Fundada por David Sánchez y Piti Alonso, fueron de los primeros en cancelar una alfombra roja: el estreno de la comedia Operación Camarón, producida por Mediaset.
“Está parado absolutamente todo. La película, el Festival de Málaga, la presentación de plataformas, los estrenos, los eventos de marcas... Estamos totalmente tocados. Es una catástrofe a nivel económico”, relata Alonso sobre su empresa, de ocho personas: “Estamos afectados al 100%. Pero empezaremos en cuanto esto se levante". Un “en cuanto” difícil de prever: la docena de agencias contactadas reconocen que abril está perdido, y probablemente mayo. "Y cuando salgamos de esta, no va a ser lo mismo”, reflexiona Alonso.
Un pensamiento que comparte Álvaro Rincón, CEO de la agencia In House. Ya vieron venir la tormenta en los desfiles de Milán, a los que asistieron porque llevan la comunicación de la firma italiana Fendi. “Cuando esto pase, vamos a dejarnos de eventos suntuosos, de locuras. Todo va a ser bastante más comedido. Ya hoy la manera en la que se plantean las acciones y eventos es otra, tanto por parte de los famosos como de los influencers. Están buscando una mayor cercanía con su público, midiendo mucho los mensajes que lanzan”, apunta Rincón, asegurando que tras la crisis “cambiará notablemente el enfoque y primará la sensibilidad”.
Agencias como Piazza, que gestiona eventos culturales y marcas, afirman claramente que “la caída hecho menguar la facturación". “Muchos clientes han decidido posponer el servicio de comunicación hasta nueva orden, sobre todo los pequeños”, asegura uno de sus socios, Jesús Barreda. La directora de moda de la agencia Pelonio, Águeda Amiano, también es clara: “Tenemos varios proyectos cancelados y/o pospuestos, y algunas cosas en marcha con un futuro incierto según cómo avance la situación. Estamos buscando soluciones, siendo reactivos y ayudando a nuestros clientes a superar esto con algunas ideas. Son tiempos de ser muy creativos y de identificar las oportunidades”. Eso sí, ya han anulado “lanzamientos clave” para primavera/verano, lo que supone recortes “en inversión publicitaria y en eventos". De hecho, han tenido que cancelar "un festival para más de 1.000 personas que se iba a celebrar esta misma semana”. Al fin y al cabo, esas empresas, con su glamur, sus fiestas y sus brindis, no son más que reflejos de aquellos que las usan, las viven, las disfrutan. Por eso, como bien resume Amiano, “cuando las marcas sufren, nosotros también”. Y viceversa.