Berenjenas a la iraní con menta, nueces y yogur

BERTO FOJO

Así de caprichosa es la política internacional: hace dos telediarios, Irán era un punto en el eje del mal donde mandaban unos señores barbudos malísimos; ahora está a punto de volver al redil de las naciones amigas con la firma del pacto nuclear con EEUU y otras potencias. Si el acuerdo conlleva una apertura social, puede que empecemos a ver la antigua Persia como algo más que el far east de los ayatolas: ojalá los leves signos como el permiso a las mujeres para asistir a partidos de voleibol den paso a reformas mayores que lo libren para siempre del fanatismo religioso.

Los atractivos de este enorme, culto y fascinante país son incontables, pero hay uno que el mundo entero puede entender en dos bocados: su comida. Irán lo tiene todo para convertirse en una meca gastronómica: tradición, despensa y mezcla de influencias tan apetecibles como la turca o la pakistaní. La identifica tanto uso de frutas en platos salados, hierbas, especias y frutos secos como la locura por el arroz o el cordero.

Por si quieres decir “yo ya cocinaba persa” cuando Irán se convierta en el nuevo Perú, te invitamos a iniciarte con el kashke bademjan, un sencillo aperitivo de berenjenas -otras favoritas locales- con menta y nueces. El original lleva kashk, un lácteo agrio difícil de encontrar en España, por lo que lo sustituimos por una mezcla de yogur, feta y lima. Es crucial que no lo llames comida árabe: los iraníes no lo son.

Berenjenas iranies con cebolla frita y nueces

Dificultad

Para guardianes de la revolución sin cerebro.

Ingredientes

  • 800 g de berenjenas
  • 2 cebollas
  • 2 dientes de ajo
  • ½ cucharadita de cúrcuma
  • 2 cucharadas de menta picada
  • 1 yogur
  • 1 lima
  • 30 g de queso feta
  • 3 cucharadas de nueces picadas
  • Aceite de oliva
  • Sal

Preparación

1. Asar las berenjenas cortadas en dos mitades en el horno unos 30 minutos a 180º. Pelarlas y dejar la pulpa sobre un colador para que pierda líquido.

2. Cortar en juliana una de las cebollas. Freírla en una sartén con aceite abundante a fuego medio-alto hasta que esté dorada. Sacarla con una espumadera a un plato cubierto con papel de cocina y reservar.

3. Bajar el fuego a medio y en el mismo aceite, rehogar la otra cebolla picada unos 15 minutos. Añadir los ajos picados y la cúrcuma y rehogar 5 minutos más.

4. Poner en un bol la berenjena, la menta, la cebolla y el ajo picados, un poco de su aceite y sal. Aplastar y mezclar bien con un tenedor.

5. Triturar el feta con el yogur y el zumo de la lima.

6. Extender las berenjenas en un plato, regar con la salsa de yogur y terminar con la cebolla en juliana frita y nueces.

Esta receta apareció originalmente en la revista'Tentaciones',que EL PAÍS publica el último jueves de cada mes.

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