No hay vinos para mujeres, pero sí mujeres en el vino
Un ensayo sobre la mujer en el mundo del vino pone en tela de juicio el machismo y la desigualdad en el sector
“Dos de cada cinco mujeres de mi sector (el vino) consideran que el hecho de ser mujer ha sido un freno en su profesión”, escribe la periodista Meritxell Falgueras en su nuevo libro Mujeres del vino. ¿Y la señora también tomará vino? (Planeta Gastro). “¿Verdad que es un anacronismo que en el siglo XXI se tenga que reivindicar el papel de la mujer en el mundo del vino?“, pregunta la autora.
El ensayo llegará a las librerías el próximo miércoles 15 de octubre con una temperatura elevada, incandescente, se podría decir, poniendo en tinta impresa la historia, el pasado y el presente de lo que fueron las mujeres del vino a lo largo de la historia y de lo que son en el día de hoy. “No quería escribir con un tono de víctima, sino de empoderada”, explica la autora. “Necesitaba contarme a mí misma esta historia”.
Así, su relato no deja respiro. En primera persona, denuncia, aplaude, recuerda y plasma nombres y apellidos de las que han hecho lo que es hoy el vino en nuestro país, en Francia, en Italia o en el resto del mundo. “He escrito desde esa rabia necesaria como una respuesta a la injusticia que te moviliza para cambiar las cosas que te disgustan”, subraya la autora.
Mujeres del vino, con esa mirada incómoda y esa voz directa, es un libro necesario, pues en las estanterías de las librerías hay escasas referencias que hablen de la mujer en el sector vinícola. Por ejemplo, la escritora Espido Freire coordinó Una copa para dos: relatos de mujer (2011): siete relatos con el vino como telón de fondo y las mujeres como protagonistas donde participaron escritores como Rosa Regàs, Boris Izaguirre, Lorenzo Silva o Juan Manuel de Prada, entre otros. En 2022, se editó en Canarias el libro Mujeres del vino, incluyendo relatos escritos por enólogas, sumilleres y viticultoras del archipiélago. En 2007, la sumiller y periodista, Cristina Alcalá, coordinó el libro Eligen ellas: vinos seleccionados por mujeres sumilleres, enólogas y bodegueras (Exlibris Ediciones), una manera de dar voz a las mujeres vinculadas con el mundo del vino, una forma de dejar constancia de la manera de elaborarlo, contarlo y sentirlo.
“No creo que, con este libro, vaya a cambiar mucho el mundo del vino porque está muy masculinizado. Aún somos minoría y hay mucho que hacer. Pero es importante recordar que todavía hay bodegas que, en sus estatutos, dejan bien claro que ninguna mujer tiene el derecho de heredar. Y cualquiera puede ver datos como que el 80% de los bodegueros son hombres y que el 15% de los CEO de una empresa vinícola tiene nombre de mujer”.
El libro desmonta viejos tópicos: que las mujeres no bebamos vino; que nos gusten solo los rosados o dulces; que no sepamos catar; que desconozcamos el lenguaje técnico; que no dominemos la elaboración del vino o que no comuniquemos bien. Todo ello salpicado en grandes capítulos que ahondan en temas como el ecofeminismo, la tradición familiar o los abusos. “Es incomprensible que sigamos escuchando en la voz de ciertos hombres cosas como: ‘voy a tener que fichar a una enóloga en alguna de mis bodegas para quedar bien en las redes sociales’”.
Su relato es crudo y sin tapujos. Denuncia casos reales, sin dar nombres y apellidos, por la privacidad, e incluso se pone ella misma en el escenario para hablar de su propia vida. Sin embargo, frente a la denuncia, aplaude la evolución, el posicionamiento y el importantísimo valor de la mujer en el mundo del vino actual. Así lo anuncia Carme Ruscalleda en el prólogo: “Actualmente, hay muchas mujeres desempeñando la profesión de sumiller con carácter y originalidad, y también son muchas las bodegas firmadas y dirigidas por mujeres en las listas de producciones vitivinícolas. Ya no sorprende en las tertulias de amigos que las mujeres opinen de vinos, o que sea ella quien elija el vino. Esta es solo una muestra más de la evolución-revolución que reclama la igualdad”.