Cinco restaurantes donde comer en Madrid fuera de la M-30

Una taberna de cocina viajera, un local consagrado al pescado y un quiosco con vistas al lago de la Casa de Campo son algunos de los locales que demuestran que hay vida gastronómica más allá del centro de la capital

Vista del restaurante Villa Verbena, en el lago de la Casa de Campo, en Madrid. Imagen proporcionada por Triciclo.

Hay vida gastronómica (mucha) más allá de la M-30. Desde tabernas con aire moderno e informal hasta joyas escondidas en lugares recónditos de una zona popular como Vallecas. Restaurantes con cartas clásicas o propuestas, casi siempre con cocineros jóvenes al frente, que muestran ambición por llevar los sabores de otras cocinas a barrios donde la oferta es, en ocasiones, más limitada. He aquí cinco ejemplos para explorar qué se cuece en la ciudad fuera del centro.

1.

Moemia Taberna

Bravas en forma de gofre de patata, en una foto proporcionada por Moemia Taberna.

Si en Latasia Sergio y Roberto Hernández explotaron con éxito su idea de cocina viajera, en Moemia Taberna, los hermanos le dan una vuelta de tuerca a los platos que marcaron su infancia. Y lo hacen, como es su seña de identidad, con guiños a la gastronomía latinoamericana y del sudeste asiático, preparando unos callos a la madrileña con curry rojo tailandés (12,75 euros) o unas mollejas de ternera caramelizadas al wok (16,20 euros). Las bravas, una de las elaboraciones más demandadas, llegan en forma de gofres de patata, coronados con salsa brava con un toque de chipotle y un alioli de ajo asado (8,40 euros). La carta, además, se completa con una selección de platos de inspiración latina y asiática como el arroz chaufa con panceta y chipirón (17,25 euros), el bao de panceta (6,50 euros) o el tiradito de corvina y vieira con aliño nipón (14,50 euros). Una oferta pensada para compartir que conjuga con el aire desenfadado del local, decorado con ilustraciones del artista Tato Repetto. La cocina abre de manera ininterrumpida durante todo el día.

🍽 Moemia Taberna. Avenida de los Andes, 8. 28042, Madrid.

2.

Cardumen

Sala de Cardumen.Paz Alvarez Calvo

Escondido en un concesionario de coches de Vallecas, Cardumen es uno de los restaurantes más pintorescos de Madrid. Abierto en 2021 por la familia de pescaderos Sánchez Vega, en él se sirve género fresco que se cocina a la vista del comensal en una parrilla que se nutre con brasas de carbón, encina y sarmiento. Las raíces ecuatorianas de la jefa de cocina, Belén Cedeño, explican algunos de los platos y sus toques, que se pueden comer en el local, como el ceviche de pescado del día (22 euros) o el brioche de salmón con chipotle (8 euros). Aunque los protagonistas indiscutibles del espacio sean el marisco y el pescado —cardumen significa “banco de peces”— también se ofrece una pequeña selección de carnes como el chuletón madurado (80 euros el kilo) o el tuétano asado con steak tartar (30 euros).

🍽 Cardumen. Albufera 323, edificio Vallausa. Puerta 1, nave 5-6. 28031 Madrid.

3.

Villa Verbena

Villa Verbena, en la Casa de Campo. Foto proporcionada por Triciclo.

Puede decirse que Villa Verbena es el chiringuito elevado del grupo Triciclo, liderado por Javier Goya, en la Casa de Campo. En su carta se pueden encontrar principalmente platos clásicos como las croquetas (7,50 euros, 4 unidades) o la ensaladilla (12 euros la media ración) en los entrantes; o el pulpo (23 euros), la lubina (52 euros por dos personas) o la entraña (24 euros) en los principales, en los que cobra especial protagonismo la brasa. El establecimiento cuenta con varios espacios, entre ellos una terraza completamente descubierta y un gran cenador de madera, muy agradable, en el que resguardarse del frío en invierno y del calor en verano y con vistas al lago.

🍽 Villa Verbena. Paseo de María Teresa, 3. Lago de la Casa de Campo. 28011, Madrid.

4.

Bahía Taberna

Bahía Taberna fue el primero de los restaurantes liderados por Daniel Vangoni, que luego sumó Derzu Bar —asiático— y recientemente, Lupara Bar —dedicado a la cocina italiana—. La apuesta en cualquiera de sus establecimientos es clara, ofrecer una cocina desenfadada, cuidada y pensada para compartir en la zona de Barajas y alrededores, lugar al que esta se siente vinculado. La carta es corta, pero variada, y ofrece desde clásicos reinventados como los callos —con chipotle y patatas para mojar— y lentejas con ceviche de langostinos (16 euros) a apuestas más viajeras como el arroz de panceta con setas shiitake (16 euros) y la pizza de chipirón (7 euros). También existe la opción de comer un menú degustación por 62 euros por persona (bebidas aparte), que incluye dos aperitivos y cinco pases más postres, y que se define en el momento junto con el cliente en función de sus preferencias.

Y para quien quiera completar el plan, el restaurante se encuentra a tan solo unos metros del Parque del Capricho.

🍽 Bahía Taberna. Bahía de Palma, 9. 28042, Madrid.

5.

Filandón

Sala del restaurante Filandón, en El Pardo, Madrid, en una imagen proporcionada por el local.

Enclavado en el límite del monte de El Pardo, la mayor zona verde de Madrid, y colindante con el barrio de Montecarmelo, comer en este restaurante es lo más parecido a hacerlo fuera de la ciudad sin salir de ella. El establecimiento, perteneciente al grupo Pescaderías Coruñesas, está especializado en cocina a la parrilla y la carta ofrece una generosa variedad de carnes, pescados y mariscos elaborados con esta técnica, como el bogavante gallego (48 euros), el tataki de atún rojo (29 euros) y la chuleta de vaca vieja (35 euros por persona). Tampoco faltan algunas elaboraciones clásicas del grupo como el lenguado Evaristo (35 euros por persona), llamado así en honor al fundador, Evaristo García, o una selección de arroces mediterráneos como el de verduras de la huerta (18 euros por persona) y el negro de chipironcitos (22 euros por persona). El espacio cuenta con una agradable terraza, perfecta para la primavera y el verano.

🍽 Filandón. Carretera Fuencarral-El Pardo (M-612) Kilómetro 1,9. 28049, Madrid.

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