La Comunidad de Madrid lleva a los colegios un taller sobre el pasado y el presente de ETA: “Bildu ha cambiado las bombas por los trajes”
El Consejero de Educación, Emilio Viciana, comenta que su equipo se ha esforzado para que la historia se estudie “sin omisiones y por orden cronológico”
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, y el de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, han presentado este martes en el Colegio Nueva Castilla de Vallecas el ...
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, y el de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, han presentado este martes en el Colegio Nueva Castilla de Vallecas el taller Pasado y Presente del terrorismo de ETA: el testimonio de los jóvenes. Este centro es uno de los 22, públicos y concertados, que acogerán estas charlas durante este trimestre y el próximo año. La iniciativa la desarrolla la asociación Ego Non, formada por ciudadanos vascos y navarros que abogan por “ejercitar el no ante la normalidad de los homenajes a etarras, la manipulación de la historia y el olvido institucional”. Una de sus integrantes, Beatriz Botella, cuyo abuelo y tío fueron víctimas de la banda terrorista, ha denunciado ante los alumnos el blanqueamiento que, a su juicio, hacen las instituciones. “Es muy indigno. Bildu, imaginaos a mi madre poniendo la televisión y viendo en el Congreso a los diputados, a estos señores que han cambiado las bombas por los trajes”, les ha dicho a los estudiantes.
El taller ya ha desatado críticas en la comunidad educativa. La secretaria general de Comisiones Obreras Enseñanza Madrid, Aida San Millán, ha asegurado que esta iniciativa no ha sido consultada con ninguna de las organizaciones sindicales que, a su juicio, son los legítimos representantes de los docentes. “Además, se hace dentro de un marco en el que se están cancelando cursos de memoria democrática en los centros de formación del profesorado, como asistimos hace pocos días en la zona norte de esta comunidad”, ha comentado.
Millán acusa a la Comunidad de Madrid de utilizar de forma política a los centros educativos. “Por eso prohíbe que se trabajen los temas que no están en su agenda política o dentro de lo que son sus intereses”, ha criticado. A su juicio, la institución deja al margen la Constitución Española y las leyes educativas “que amparan que el profesorado y el alumnado tengan una formación íntegra y no partidista”.
El objetivo, según la Comunidad de Madrid, es que “las nuevas generaciones conozcan la historia reciente y crezcan comprometidos con los valores de la democracia y el Estado de derecho, la deslegitimación del terrorismo y el respeto a las víctimas”, a través de esta iniciativa organizada por la Dirección General de Juventud y dirigida a los alumnos del cuarto curso de secundaria y bachillerato. Los centros educativos deciden si apuntarse a ella e incluirla en su programa académico al inicio del curso o no hacerlo. Viciana ha expresado que su equipo se ha esforzado mucho “para que la historia se estudie bien, sin omisiones y por orden cronológico”.
Así se lo ha transmitido a los alumnos: “Conocer lo que ha pasado os da las herramientas y el conocimiento suficiente para afrontar vuestro presente y futuro”. No quiso perder la oportunidad de contarles a los menores lo duro que le resultaba ver a menudo en los telediarios los atentados de la banda terrorista. Mientras, Dávila ha pedido a los estudiantes que levantasen la mano si tenían familiares y amigos periodistas, catedráticos, policías, concejales, guardias civiles o militares.
“Todas esas personas estarían ahora mismo amenazadas o podrían ser víctimas de la banda terrorista ETA, que asesinaba a esos ciudadanos que se dedican a una profesión normal”, ha contado a los colegiales, que no reconocieron en fotografías a Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez y José Antonio Ortega Lara, políticos del Partido Popular víctimas de la organización criminal. “Hay personas muy jóvenes que todavía sufren secuelas y lo que no podemos permitir es que se siga ensalzando a ETA desde algunas formaciones políticas”, ha insistido Dávila.
La Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado Francisco Giner de los Ríos ha mostrado su rechazo a esta iniciativa. “Hace más de una década que la banda terrorista ETA no existe. Consideramos que es una propuesta ya no solo innecesaria, sino también falsa. No se puede hablar de presente cuando ya no está. La historia de España se trabaja en las aulas a través del currículo. Para entender la actualidad hay que conocer el pasado, pero enseñar una versión falsa del presente es engañar”, ha expresado María Carmen Morillas, la presidenta de la entidad.
Mientras, Botella ha recordado en el salón de actos a los alumnos que ETA “asesinó a cientos de personas”. A este primer taller asistieron adolescentes de los colegios Nueva Castilla y Zazúar, cuyos estudiantes se acercaron con algunos de sus profesores al centro vecino para participar también en la iniciativa. El abuelo de Botella, José Francisco Mateu Cánoves, magistrado del Tribunal de Orden Público, fue integrante de la División Azul y terminó asesinado por ETA en Madrid en 1978. También su tío, Ignacio Mateu Istúriz, guardia civil que murió en 1986 en un atentado bomba-trampa cerca de un cuartel en Aretxabaleta.
“Es el nacionalismo más radical, más racista, más supremacista, más violento, que ha conocido la historia de España”, ha comentado la mujer a los estudiantes tras aclararles que el 80% de los asesinatos cometidos por la banda terrorista ocurrieron en democracia. Les ha hablado de crímenes selectivos, secuestros, rescates, extorsiones y huidas del País Vasco para salvar la vida.
“Metían miedo a la población vasca, contaron la película de que España iba a quitarles la identidad, no les iba a permitir estar ni ser, les iban a quitar sus tradiciones, su cultura, su lengua. Iban a meter en la cárcel a sus familiares, no les iban a permitir vivir en libertad y consiguieron que ese miedo, muchas veces, se transformara en justificación”, les ha contado a los alumnos tras asegurarles que se adueñaron de todos los símbolos vascos como la ikurriña.
“Hacer justicia”
“Su violencia duró 52 años, la Guerra Civil, tres. Para que veáis el paradigma y la necesidad de estudiar esto en las aulas”, ha expresado Botella antes de poner a los alumnos un vídeo de sus allegados narrando lo vivido. “Lo que es tristísimo es que ahora, con el paso de los años, la gente, en aras de no sé qué pacificación, de no sé qué concordia, de no sé qué, pueda olvidar los años que se pasaron en este país”, comenta una mujer, familiar suya, a través de la pantalla del salón de actos.
“Solo pido a Dios que los españoles de bien no olviden nunca el periodo de terror indiscriminado que se vivió en este país durante más de 50 años”, ha parafraseado Botella al leer una carta que escribió su madre. Después, ha contado al alumnado que Henri Parot y Jacques Esnal fueron los asesinos de su abuelo, mientras que Latasa Getaria y José Antonio López Ruiz resultaron absueltos de la muerte de su tío, al concluir la Audiencia Nacional que no existían pruebas. “No vamos a parar hasta hacer justicia. Sean los años que sean, pasen los años que pasen, se lo debemos y vamos a acudir al Tribunal de Derechos Humanos”, ha insistido.
“A Parot seguramente le tengamos de potes por San Sebastián en 2029 con su familia. No va a cumplir ni una cuarta parte de su condena”, ha lamentado la mujer tras indicar que Esnal obtuvo la libertad condicional en 2022. Botella ha denunciado ante los menores el acercamiento de los presos a las cárceles próximas al País Vasco, mientras ella tiene que desplazarse al cementerio de La Almudena en Madrid para ver a sus familiares fallecidos.
Les ha preguntado a los adolescentes cómo va a hacer ella el duelo si, a su juicio, los asesinos de sus seres queridos no han cumplido su condena. Ha reportado secuelas físicas y psicológicas de sus familiares, que ella también ha heredado. “Esto deja huellas en las siguientes generaciones”, ha manifestado para defender la importancia de hablar del pasado y el presente de ETA antes de invitar a gritar a los alumnos que “esto no se puede repetir”.
El acto lo ha cerrado su compañera Teresa Beitia, una de las fundadoras de la asociación, que ha puesto imágenes de un frontón en la ciudad de Pamplona con pintadas que rezan “Gora ETA” y carteles contra España en un instituto de Navarra para alertar de que en el presente “seguimos sufriendo sus consecuencias”.