‘Tránsito’, el drama del exilio hecho ópera
Un estreno mundial basado en la obra homónima del escritor Max Aub gracias a la colaboración de Las naves del Español y el Teatro Real
Tránsito refleja el drama de muchos españoles que sufrieron el destierro tras la Guerra Civil en una ópera de cámara sobre la obra homónima que Max Aub escribió en 1944 desde su exilio en México. Con música y libreto de Jesús Torres, dirección musical de Jordi Francés y dirección de escena de Eduardo Vasco, Tránsito se sumerge en temas como la lealtad, la culpa, el abandono, el compromiso y la soledad. ...
Tránsito refleja el drama de muchos españoles que sufrieron el destierro tras la Guerra Civil en una ópera de cámara sobre la obra homónima que Max Aub escribió en 1944 desde su exilio en México. Con música y libreto de Jesús Torres, dirección musical de Jordi Francés y dirección de escena de Eduardo Vasco, Tránsito se sumerge en temas como la lealtad, la culpa, el abandono, el compromiso y la soledad. Una colaboración de Las naves del Español y el Teatro Real que apuesta por la ópera de cámara en castellano para darle a este idioma su propia música encontrando una vía para la lírica, alejada de los esquemas alemanes. Todo un reto que ahora ve la luz en la Sala Fernando Arrabal A-Nave 11 de Naves del Español en Matadero del 29 de mayo al 5 de junio.
Eduardo Vasco, director de escena, cuenta que empezaron a trabajar cuando habían terminado los confinamientos y que por ello ha sido más sencillo coordinarse con un equipo con el que todo ha fluido desde el primer momento. “Hemos trabajado mano a mano para ver cómo enfocar los colores y los tonos, y ha sido muy natural, uno de los proyectos más naturales que he vivido”, explica. Al ser una ópera de cámara contemporánea ya se anticipan bastantes cosas, añade. De ahí que el potencial público que vaya a disfrutar de este estreno mundial sea diverso. “Max Aub es un autor que tiene gran complicidad estética e ideológica con gente del teatro y de la literatura. Y Jesús Torres es muy reconocido y tiene también tiene su público. Luego están los apasionados de la música y todo el mundo del teatro, del equipo dramático, por lo que esta obra aúna muchas voluntades”, declara.
El tema del exilio es un asunto que sigue preocupando porque no se ha tratado con la delicadeza suficiente, opina Vasco, que considera que su obligación como artistas es contar estas vidas apátridas de una manera objetiva y poética: “Es la obra sobre aquellos españoles republicanos exiliados en México tras la Guerra Civil, perdidos en un limbo hospitalario, aunque ajeno, desenraizados, trasterrados y perdidos en un laberinto sin salida del que, en su mayoría, no lograron salir”. También cree que este drama está olvidado pero que forma parte de un pasado común que vale la pena recordar y traer a escena: “Ha sido guardado sin contemplaciones en el cajón de los tópicos que alimenta la simpleza de nuestra política actual, y tratarlo con delicadeza, a través de este montaje, nos parece un asunto de urgencia nacional”.
A Jesús Torres el texto breve del exilio de Max Aub le sedujo y creyó encontrar un argumento sólido para embarcarse en su primera ópera cuando tuviera una oportunidad cierta para estrenarla. “Ha sido un reto poner música a un texto que en esencia es coloquial. Lo que buscaba desde hace muchos años era algo que me estimulara y esta obra tiene una enjundia impresionante. Pienso que el texto es directamente un libreto y he utilizado el 90% de las palabras de Max Aub. Es de una intensidad tremenda la historia”, afirma este Premio Nacional de Música 2012 en la modalidad de composición. Para él, esta obra se divide en la parte del personaje, Tránsito, que está en México, y luego llega lo onírico con esa persona que él sueña, que él recuerda con su mujer en España, pasando de una música transparente y estática a una muy densa, intensa y desapacible, que ejemplifica bien ese duelo y sufrimiento del propio Max Aub.
Por su parte, Jordi Francés pone el acento en la sintonía de este trabajo porque todas las decisiones que él tomara en lo musical influían en los personajes y era necesaria una puesta a punto conjunta en cada matiz. “Llegamos a filosofar juntos, en los primeros días compartía al máximo estas reflexiones con los cantantes. La teatralidad que permite la opera de cámara es más cercana que en los formatos grandes y llega al público de otra manera”, señala el director musical, que ha llevado a cabo los estrenos mundiales de más de 80 obras y ha trabajado con compositores como Birtwistle, Eötvös, Haas, Manoury o Sotelo.
Esta ópera es un gran canto a la libertad, a la esperanza de la vuelta a la democracia, un canto de dignidad de los exiliados republicanos que fueron vencidos pero no derrotados, porque moralmente estaban convencidos de que tenían razón, afirma Francés, que admira como su compañero Jesús Torres ha conseguido que el castellano pueda ser vehículo de canto operístico al igual que otras lenguas. “Es un tema complejo y ha salido con éxito de ello, no solo porque se entiende bien sino porque suena a lengua potente que permite el canto cotidiano, que permite el canto de conflicto, incluso el dramático, el canto que exalta, el reflexivo, en ese aspecto es muy interesante”, indica.
El elenco de Tránsito está compuesto por el barítono Isaac Galán (Emilio) y la soprano María Miró (Cruz) en los papeles principales, junto con la mezzosoprano Anna Brull (Tránsito), el barítono Javier Franco (Alfredo) y el tenor Pablo García López (Pedro). La ópera cuenta con Carolina González en el diseño de escenografía, Lorenzo Caprile en el diseño de vestuario y Miguel Ángel Camacho en el diseño de iluminación.
Cuándo: Del 29 de mayo al 5 de junio. Lugar: Sala Fernando Arrabal A-Nave 11 de Naves del Español en Matadero. Precio: Desde 15 euros
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