El acuerdo en Sumar se enreda a tres días del fin del plazo

Podemos carga contra Más Madrid, Compromís y Catalunya en Comú por el peso del partido en las listas. La plataforma de Alberto Rodríguez alcanza un pacto para formar parte de la coalición liderada por Yolanda Díaz

Yolanda Díaz, en la sede del Ministerio de Igualdad, en Madrid, el día 2. Foto: CLAUDIO ÁLVAREZ | Vídeo: EPV
Madrid -

Sumar se enfrenta a sus horas más difíciles. En la recta final de las negociaciones con el equipo de la vicepresidenta Yolanda Díaz para construir una coalición amplia de izquierdas que concurra a las elecciones generales del 23 de julio, la batalla se ha trasladado ya a la arena pública, aportando caos y ruido a unas conversaciones de por sí extremadamente complejas. Todo parecía a punto de estallar el martes a mediodía y el peso de Podemos en las listas —fundamentalmente en Madrid y Comunidad Valenciana, pero también en Cataluña— emerge como uno de los principales puntos de fricción. El ...

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Sumar se enfrenta a sus horas más difíciles. En la recta final de las negociaciones con el equipo de la vicepresidenta Yolanda Díaz para construir una coalición amplia de izquierdas que concurra a las elecciones generales del 23 de julio, la batalla se ha trasladado ya a la arena pública, aportando caos y ruido a unas conversaciones de por sí extremadamente complejas. Todo parecía a punto de estallar el martes a mediodía y el peso de Podemos en las listas —fundamentalmente en Madrid y Comunidad Valenciana, pero también en Cataluña— emerge como uno de los principales puntos de fricción. El cruce de acusaciones en los dos últimos días en medios de comunicación y redes sociales —cualquier gesto es usado por el contrario— lastran las posibilidades de éxito de un acuerdo que, pese a todo, nadie descarta todavía y que cuenta de plazo hasta la noche del viernes. En medio de la polémica, Drago Canarias, la plataforma liderada por el exnúmero tres de Podemos Alberto Rodríguez anunció por la tarde que concurrirá el 23-J dentro de la coalición, y ya por la noche la portavoz de Más Madrid, Mónica García, se posicionó sobre los suyos en el mismo sentido. “Habrá acuerdo, 100%, soy muy optimista. Nos estamos jugando mucho”, dijo en la Cadena SER.

Del éxito o fracaso de las reuniones depende en buena medida la continuidad del Gobierno de coalición, según las últimas encuestas. Pero el tiempo apremia y el maremágnum de declaraciones contribuye a la confusión. Los equipos técnicos de buena parte del espacio se mostraban en privado el martes desconcertados, seguros de que solo desde la “discreción” es posible fraguar el pacto. Un mantra que repiten en el entorno de Sumar, donde sus dirigentes se reservan cualquier detalle de las conversaciones. Fuentes de la negociación confían en la capacidad de Josep Vendrell, director de gabinete de Díaz y hombre de máxima confianza de la vicepresidenta, para sacarlo adelante y comparan el método de trabajo y sus jornadas maratonianas, con el de las mesas del diálogo social que han alumbrado ya 18 pactos.

La tensión se disparó la noche del lunes, cuando a última hora del día fuentes de Podemos y el propio exvicepresidente Pablo Iglesias en la SER acusaban a Compromís, Más Madrid y Catalunya en Comú de “vetar” al partido en sus territorios, algo que tanto las formaciones aludidas como el equipo de la vicepresidenta Yolanda Díaz desmienten. El dirigente de la coalición valenciana Joan Baldoví contestó tajante el martes en la misma emisora. “Nunca Compromís ha vetado a nadie”. ”Hay tres territorios donde tres fuerzas políticas están diciendo abiertamente ‘con Podemos, no’. Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña”, había señalado el exlíder del partido en una intervención que algunos interpretan como un intento de reventar las negociaciones, mientras otros lo ven parte de la estrategia de presión. “El señor Iglesias mintió, Más Madrid no ha vetado a ningún partido, no entiendo cuál es la intención más allá de intentar hacer daño al acuerdo”, respondió también García.

Fuentes de Podemos denunciaban que Compromís exige que la formación de Ione Belarra no tenga “ni un solo” diputado en la comunidad, mientras que en Madrid, el partido que lidera Mónica García “impone” que los morados obtengan solo “un puesto de tercera fila”, sin aclarar a qué número se refieren. “Nada avanza porque esos vetos no se levantan”, insistían entonces, aunque las posiciones cambian conforme pasan las horas.

Baldoví criticó a Iglesias y esgrimió el derecho de Compromís a hacer valer los resultados obtenidos en las últimas elecciones autonómicas, desastrosas para Podemos en la Comunidad Valenciana, al desaparecer de las Cortes. “Estamos hablando bilateralmente con Sumar y me sorprende que el señor Pablo Iglesias sepa el contenido. Nunca hemos vetado a nadie″, respondió. “Nosotros hemos resistido y además tenemos una implantación territorial, casi 700 concejales (…) A partir de ahí, podemos negociar. Con total discreción, que es como se hace, sin clavarle el dedo en el ojo a nadie. Si me quiero entender con alguien, lo primero que tengo que hacer es hablarle con respeto y tener una buena actitud”, afirmó antes de precisar que “alguna persona de Podemos no ayuda a que haya tranquilidad a la hora de negociar”, y vaticinar que, en el caso de la Comunidad Valenciana, habrá finalmente acuerdo entre Compromís y Sumar, y que este podría incluir a Podemos. En el partido de Belarra, sin embargo, ha sentado mal que el exdiputado respaldara el lunes en redes sociales un artículo del ensayista Santiago Alba Rico titulado “Contra la unidad” y en el que plantea que Podemos es ya “un activo muy dudoso”.

Las voces discrepantes se fueron sumando a lo largo de la mañana del martes. Félix López Rey, número dos de Más Madrid al Ayuntamiento de la capital, pedía abiertamente en su perfil de Twitter que las ministras Ione Belarra e Irene Montero diesen un paso al lado. “Imponer a Montero y Belarra es un error de Pablo Iglesias que pone en peligro la construcción de una alternativa de progreso. Es tiempo de generosidad y altura de miras. [Alberto] Garzón marcó el camino. ¡Piensen en la gente!”. Tras la publicación, compartida entre sus más de 30.000 seguidores, un alto cargo de Más Madrid envió un mensaje al grupo donde se encuentran todos los ediles de la formación: “Os pedimos por favor que seamos cuidadosas y NO entremos a comentar los rumores o dar opiniones que, aunque legítimas, ahora mismo pueden ser contraproducentes”. Fuentes del partido matizan que López Rey no pertenece a los órganos de dirección y que su mensaje no va en la línea de lo que se está llevando a la negociación para integrarse en Sumar, informa Manuel Viejo. “No ha calculado ni el momento ni el foro. No es una opinión de Más Madrid”, puntualizó Mónica García. El partido celebra un plenario con toda la militancia este miércoles para decidir cómo concurre a las generales.

El tercer damnificado por las declaraciones de Iglesias el lunes es Catalunya en Comú, que rechazaba que existiese ninguna condición sobre la presencia de Podemos en las listas y achacaba las afirmaciones del exvicepresidente a la “estrategia negociadora” de Podemos. Visiblemente molestos, fuentes de la organización catalana comunicaron poco después del mediodía que la dirección nacional del partido de Belarra había trasladado a En Comú Podem (la confluencia que aúna al partido de Ada Colau y a Podem) que “está negociando con ERC para presentarse en coalición” a las elecciones generales. Mientras Podemos guardó silencio toda la tarde sobre la veracidad de la información, fuentes del partido independentista se apresuraron a desmentirlo “tajantemente” y pidieron que las disputas internas de otras formaciones “no los sitúen en filtraciones interesadas”. En la organización interpretan que solo está siendo utilizada para “subir el precio” de su negociación con el equipo de la vicepresidenta Díaz.

“Mirar al futuro”

En medio de todas las tensiones, Alberto Rodríguez anunció la integración de su proyecto en la candidatura canaria. “Es momento de mirar al futuro, tener la voluntad de sumar, de integrar. Salimos a ganar, el 23-J podemos tener una política institucional que se parezca más a nuestra gente”, dijo en rueda de prensa. La formación destaca en un comunicado que el pacto, que ha sido refrendado de forma mayoritaria por la asamblea confederal de Drago, “respeta la obediencia canaria en la toma de decisiones” y se ha llevado a cabo “con plazos y contenidos”.

Quedan tres días para el acuerdo —el plazo para registrar la coalición se cierra el viernes antes de medianoche— y la tensión se dispara, aunque entre las formaciones todavía confían en que haya un acuerdo y los diálogos, aseguran varias, avanzan. El propio Iglesias reconoció que el problema solo estaba en tres comunidades. Las elecciones municipales y autonómicas supusieron un duro golpe para Podemos y aunque el comportamiento del votante no sea equiparable, distintas fuentes admiten que la organización en los territorios está desmovilizada y no tiene capacidad para hacer campaña. Una ruptura de las negociaciones pondría en una situación muy delicada al partido, con distintas voces que llevan días trabajando a favor del pacto. Fuera de la agenda ministerial, Díaz se desplaza este miércoles al parque natural de Doñana acompañada del recién nombrado portavoz de campaña de Sumar, el eurodiputado Ernest Urtasun, para reunirse con asociaciones ecologistas, en un gesto que pretende trasladar la “importancia y centralidad” que la justicia climática y social tienen en su proyecto, en contraposición, explican, con las políticas del PP.

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