El regreso de La Caixa aviva el plan del gobierno catalán para liderar la economía española tras el ‘procés’

El ‘president’ Illa defiende que la recuperación de sedes sociales “demuestra que es el momento de apostar por Cataluña”

Salvador Illa y Pedro Sánchez, el pasado lunes durante un acto en el Mobile World Congress.Foto: Massimiliano Minocri

Pocos días después de la Diada del año 2015, Artur Mas hacía un acto de campaña electoral de Junts pel Sí, la lista que mezcló a candidatos de Convergència y ERC con activistas independentistas, para buscar votos con vistas a las elecciones del 27 de septiembre. Sonriente y moreno, enfundado en una camisa blanca sin corbata y con los botones superiores desabrochados, el entonces president en funciones lanzó un vaticinio. “Tanto miedo, tanto miedo... Nos dicen que hasta los bancos se van a i...

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Pocos días después de la Diada del año 2015, Artur Mas hacía un acto de campaña electoral de Junts pel Sí, la lista que mezcló a candidatos de Convergència y ERC con activistas independentistas, para buscar votos con vistas a las elecciones del 27 de septiembre. Sonriente y moreno, enfundado en una camisa blanca sin corbata y con los botones superiores desabrochados, el entonces president en funciones lanzó un vaticinio. “Tanto miedo, tanto miedo... Nos dicen que hasta los bancos se van a ir. Tranquilos, que no se va a ir ninguno”, proclamó. Atropellado por el fervor del procés, Mas tuvo que dejar paso a Carles Puigdemont y, ya sin cargo alguno, vio como primero el Banco Sabadell y luego todo el entramado empresarial de La Caixa hacían lo que él había anunciado que no iba a pasar.

El retorno a Barcelona de la Fundación La Caixa y de su brazo inversor Criteria, anunciado el pasado miércoles, esfuma los últimos trazos del argumentario que se construyó en torno al desafío independentista y robustece la estrategia de Pedro Sánchez y de Salvador Illa para orillar las arengas y dar valor a la “normalidad institucional”. El presidente catalán, en un acto desde la escuela de negocios IESE, valoró este jueves que la decisión de La Caixa “demuestra que es el momento de apostar por Cataluña”, y subrayó que “una Cataluña a pleno rendimiento es bueno para todos”.

El Govern de Illa tiene en marcha un plan económico para movilizar 18.500 millones de euros con el objetivo de que Cataluña, con el 18,8% del PIB español, dé un salto en su crecimiento y pueda atrapar a la Comunidad de Madrid, que representa el 19,6%. “Que en España nadie tenga miedo de que despleguemos todo el potencial”, dijo el president al presentarlo, y repitió que su apuesta es la de la prosperidad compartida. No siempre fue así. En la recta final de los preparativos por el referéndum ilegal del 1-O de 2017, el área de presidencia de la Generalitat sacó una nota con declaraciones de Carles Puigdemont: “El progreso económico de una Cataluña independiente está fuera de dudas. Generamos confianza”, se afirmaba.

Puigdemont, que durante su presidencia vio como se marchaban más de 4.500 empresas, no ha reaccionado a la noticia del regreso de La Caixa a Barcelona. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha manifestado que “rectificar es de sabios” y que lo que es menester es que también vuelva Caixabank. Oriol Junqueras, que era vicepresidente y consejero de Economía en 2017, ha señalado que “el pasado, el presente y el futuro de esta entidad financiera no se pueden separar de la realidad económica catalana”, y ha subrayado que “nadie tendría que haberlo olvidado nunca”. La CUP menosprecia la operación retorno: “Regresan los buitres, aquellos que algunos creían que eran de los nuestros, pero nos dejaron tirados en el marco del 1-O”.

Ante la tibieza del independentismo, el PSC desde la Generalitat y el PSOE desde el Gobierno tratan de exprimir el rédito del gesto que ahora ha hecho La Caixa, del traslado que hizo el Banco Sabadell hace un mes y medio, y de los que estén por venir. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, calificó este jueves de “muy buena noticia” el retorno de la sede de la Fundación La Caixa y de Criteria, y se muestra convencido de que más empresas tomarán esta misma decisión “porque es la racional y lógica”. Cuerpo vaticina que “no será la última”.

El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha puesto el retorno como “prueba evidente de la normalización absoluta de Cataluña y del éxito de las políticas de Pedro Sánchez y Salvador Illa”. “Hoy en Cataluña todas las fuerzas políticas hacen política dentro de la ley, dentro de las instituciones, y esto genera una seguridad jurídica que garantiza que puedan volver empresas que se fueron hace algunos años”, ha asegurado el ministro.

El Govern evita revelar qué palancas ha activado para lograr el regreso de potentes actores empresariales y se limita a poner de relieve que su misión es propiciar las condiciones para que las empresas puedan operar con seguridad jurídica. Una estrategia similar se adopta desde el Gobierno. Perfil bajo y poco ruido para que el foco alumbre más al fondo que a las formas. El ministro de Economía concedió este jueves entrevistas a medios catalanes, la radio RAC1 y la cadena pública TV3, y defendió que la decisión tomada por la Fundación La Caixa es “estrictamente empresarial” y que obedece a “las perspectivas de crecimiento y de rentabilidad que tienen las empresas, de presente y a futuro”.

El alineamiento entre la Generalitat y el Gobierno es total. Salvador Illa y Pedro Sánchez afinan su buena sintonía para presentar el proyecto político socialista como una garantía de estabilidad y seguridad jurídica. La consigna que impone la cúpula socialista, lo mismo en La Moncloa que en la plaza de Sant Jaume, es que hay que huir de la estridencia y evitar dar una sensación de intervencionismo. “Las empresas tienen la libertad de establecerse donde quieran y en este caso ponemos las condiciones para que sea atractivo para las empresas volver a Cataluña”, indicó Cuerpo. Hace un año, en la previa de las elecciones catalanas, Junts per Catalunya defendió la idea de sancionar a las empresas que se resisten a devolver su sede a Cataluña.

En contraposición, Cuerpo hizo una llamada a recuperar la normalidad, desde la libertad de decisión. “Se puede esperar una vuelta progresiva de las empresas que se fueron porque responde a la vuelta a la normalidad y la estabilidad jurídica. Es un círculo virtuoso en el sentido contrario al que se dio en el 2017″, dijo.



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