Las asociaciones de vecinos de Barcelona reprochan a Colau la falta de inversión en los barrios
La Federación de Entidades Vecinales lamenta que el Ayuntamiento priorice los proyectos en el centro de la ciudad
Suave en el tono, pero duro de fondo, el reproche que este jueves han lanzado las asociaciones de vecinos de Barcelona al gobierno de la alcaldesa Ada Colau. La Federación de Entidades Vecinales de Barcelona (FAVB), la primera entidad ciudadana con la que se reunió cuando ganó las elecciones en 2015, ha criticado el model...
Suave en el tono, pero duro de fondo, el reproche que este jueves han lanzado las asociaciones de vecinos de Barcelona al gobierno de la alcaldesa Ada Colau. La Federación de Entidades Vecinales de Barcelona (FAVB), la primera entidad ciudadana con la que se reunió cuando ganó las elecciones en 2015, ha criticado el modelo urbanístico del consistorio “equivocado” y ha lamentado el déficit de inversión en los barrios más desfavorecidos frente a los grandes proyectos del centro.
“Barcelona son múltiples centralidades y todas son igual de importantes”, ha denunciado el responsable de Urbanismo de la Federación, Camilo Ramos. “Es necesario cambiar algunas prioridades y priorizar inversiones en barrios con rentas más bajas”, ha añadido antes de argumentar: “Habría que destinar las prioridades a las necesidades sociales, aunque pueda parecer contradictorio respecto a las cuestiones ambientales [en referencia la Superilla del Eixample]”. “Lo que distingue a los gobiernos de izquierdas y de derechas es el reequilibrio de rentas”, ha remachado por si no había quedado claro.
Incluso cuando se invierte en los barrios, ha añadido, se intentan aplicar criterios como los de la Superilla del Eixample que no son válidos en tramas urbanas de casco antiguo. Recursos como los del Plan de Barrios “son pocos teniendo en cuenta las necesidades”, ha convenido. Ramos ha asegurado que “no” sorprende a la FAVB que el ejecutivo de los comunes y el PSC “priorice cuestiones distintas a las necesarias desde el mandato pasado”.
Lisa Marrani, responsable técnica de la comisión de Urbanismo, ha criticado además que “ha habido mucho ritmo de planeamiento muy fragmentado, sin reflexión global del territorio, con actuaciones muy dispersas” y ha lamentado que el Ayuntamiento no cuente con el conocimiento de los barrios que tienen las entidades vecinales.
Los representantes de la FAVB han citado casos como los de los barrios del Besòs (donde admiten que la situación de pobreza es tan grave que deberían intervenir varias administraciones), los de la Zona Nord (Ciutat Meridiana, Torre Baró y Vallbona), Can Peguera... Pero también han pedido una revisión de los planes urbanísticos aprobados que no se ejecutan, como el de los Tres Turons (Horta-Guinardó y Gràcia) o Juan de Sada (Sants-Montuïc).
Las críticas al actual ejecutivo se han producido durante una rueda de prensa en la que la FAVB también ha criticado la presión que agentes económicos de la ciudad ejercen sobre el gobierno municipal y el alcance que logran las opiniones de instituciones o patronales como Fomento, los restauradores, Barcelona Global, el Racc o el sector inmobiliario.
Frente a estos actores, las entidades vecinales han querido defender su visión urbanística de la ciudad. Un modelo que pasa por conceptos como la “justicia espacial”, con mayor atención a la rehabilitación “urgente” de vivienda en barrios castigados, o a la dotación de transporte público y equipamientos a barrios nuevos como La Marina. O “justicia social”, con la necesidad de facilitar el acceso a la vivienda. Entre otras cuestiones, también han criticado que el Consorcio de la Zona Franca esté levantando vivienda privada en suelo público en La Marina o Sant Andreu. O han comparado con “jugar al Monopoly” operaciones de colaboración con propietarios privados del suelo como en el caso de los terrenos de la antigua Mercedes.
En el capítulo de transporte, han aplaudido la unión de los tranvías por la Diagonal, un proyecto largamente reivindicado por la FAVB. Pero Camilo Ramos ha dicho que sería más prioritario unir con metro Trinitat Nova y Trinitat Vella, porque permitiría comunicar Nou Barris con Sant Andreu y Santa Coloma de Gramenet.
La FAVB también ha criticado duramente el modelo participativo de la ciudad. “Se está transformando en un proceso burocrático para cumplir plazos sin una reflexión verdadera”, han dicho.
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