Aitor Esteban: “Sánchez tiene un gran escudo, no hay mayoría absoluta alternativa”
El portavoz del PNV promete colaboración para sacar los Presupuestos, pero advierte de que el Gobierno debe “descartar su agenda completa” y recomienda una actividad legislativa “concisa y no ideológica”
Sobre la mesa del despacho de Aitor Esteban en el Congreso asoma una foto de Nube Roja. El jefe sioux guerreó contra los colonizadores, les infligió grandes derrotas y al mismo tiempo mostró el pragmatismo suficiente para cerrar acuerdos de paz con ellos. Esteban (Bilbao, 62 años) es el Nube Roja del PNV en Madrid, uno de los diputados más curtidos después de dos décadas en el Congreso y también de los más respetados por sus rivales políticos y por la prensa, que le ha votado dos veces como el...
Sobre la mesa del despacho de Aitor Esteban en el Congreso asoma una foto de Nube Roja. El jefe sioux guerreó contra los colonizadores, les infligió grandes derrotas y al mismo tiempo mostró el pragmatismo suficiente para cerrar acuerdos de paz con ellos. Esteban (Bilbao, 62 años) es el Nube Roja del PNV en Madrid, uno de los diputados más curtidos después de dos décadas en el Congreso y también de los más respetados por sus rivales políticos y por la prensa, que le ha votado dos veces como el mejor orador de la Cámara.
Pregunta. El Gobierno encadena derrotas parlamentarias, por el PNV en el caso de Venezuela, esta semana por Junts…
Respuesta. Hay que tener en cuenta qué es lo que pierde el Gobierno, no el número de veces que pierde. Pueden votarse muchas PNL [proposiciones no de ley] o mociones, pero eso no va a Boletín [BOE], ni el Gobierno está obligado a seguirlo.
P. A raíz de la votación sobre Venezuela ha habido muchas especulaciones e interpretaciones sobre un hipotético distanciamiento del PNV respecto del Gobierno. ¿Es así?
R. No, estamos en la misma posición que antes. Se nos pedía un posicionamiento político y quisimos responder pensando en Venezuela, no en la pelea política española. Un posicionamiento político que ni condiciona al Gobierno ni es un reconocimiento con efectos jurídicos. La oposición democrática venezolana unánimemente, equivocada o acertadamente, lo estaba pidiendo y actuamos respondiendo a los demócratas venezolanos.
P. Pero llamó la atención que se sumasen a la propuesta cuando usted había dicho que al PP Venezuela “le importa una higa”.
R. Las motivaciones del PP pueden ser las que sean, pero yo tengo que pensar en lo que se está planteando y si con mi voto puedo perjudicar a los demócratas venezolanos. Y Maduro podría haber interpretado como una victoria que no hubiera salido adelante. Olvídense de encuadrarnos a nosotros en este tema en cuestiones de política interna.
Con estas mayorías, yo sería eminentemente práctico y me dedicaría a gobernar
P. ¿No flaquea entonces la alianza del PNV con el PSOE?
R. No flaquea en la medida en que ellos vayan haciendo cosas, que nosotros vayamos haciendo cosas y que no nos metan en berenjenales de leyes o iniciativas que nos disgusten. Sigo insistiendo con lo que dije al principio de la legislatura: más que en la anterior, ahora son necesarios los votos de todos. Seamos prácticos. La agenda legislativa tiene que ser muy concisa, muy breve y la que podamos sacar, lo que nos pongamos de acuerdo, porque si no va a ser imposible. El Gobierno tiende a sacar temas ideológicos, a confrontar con la derecha, pero con estas mayorías, yo sería eminentemente práctico y me dedicaría a gobernar.
P. ¿Está de acuerdo con el presidente cuando dice que la legislatura va para largo?
R. La mano en el fuego no la pongo por nadie y el único que tiene la varita mágica para convocar elecciones es el presidente. Pero mi impresión, que puede estar perfectamente equivocada, es que próximamente no va a haber elecciones. El Gobierno va a intentar sacar el Presupuesto, lo veo muy complicado, pero tampoco lo descartaría totalmente. Nosotros vamos a intentar que salga adelante, intentaremos colaborar y a ver qué ocurre. ¿Que puede [el Gobierno] prescindir del Parlamento? No, no puede, a no ser que renuncie absolutamente a toda la agenda. Ahora, lo que tienen que descartar tanto el PSOE como Sumar es seguir adelante con su agenda completa: es imposible, las mayorías son las que son.
P. ¿Le molestó que el presidente dijese que iba a gobernar con o sin Poder Legislativo?
R. Quiero pensar que había más contexto en lo que dijo, porque la frase en sí suena muy mal en términos democráticos. Es verdad que él tiene un gran escudo. Yo no veo hoy por hoy —y desde luego con el PNV le aseguro que durante toda la legislatura— una mayoría absoluta alternativa. Lo dijimos el primer día y no lo quiso entender el PP: si Vox tiene algo que ver, nosotros no vamos a estar ahí. Y para que haya una mayoría alternativa, tiene que participar Vox. Con el PSOE tenemos acuerdos de legislatura y de gobierno en Euskadi, en ayuntamientos, diputaciones…El Gobierno puede seguir gobernando, sí, incluso aunque reciba golpes desde el Parlamento, aunque no apruebe los Presupuestos. Porque Sánchez ha tenido la enorme suerte de contar con los fondos europeos, que son un colchón grande. Y ha sido muy hábil —y ha tenido el soporte de sus socios de coalición— en sacar esos fondos del debate parlamentario. Porque eso no va en el Presupuesto, hacen y deshacen un poco lo que quieren, a pesar de nuestras reclamaciones.
P. ¿Y podría resistir tres años prorrogando presupuestos y con derrotas más o menos simbólicas en el Parlamento?
R. ¿Técnicamente es posible echar a este Gobierno? No, por mucho que el Parlamento se ponga en contra. Ahora, democráticamente, incluso a nivel de medios, es muy difícil aguantar eso. Pero, oiga, yo cada vez veo más a corto plazo. Vamos a ver de aquí a Navidades qué puede pasar. Y no hago más cábalas.
P. ¿Cuál sería la señal de alarma para el PNV de que esta legislatura no tiene viabilidad?
R. La relación con el Gobierno vasco parece que ha empezado bien, está engrasada, hay una serie de acuerdos que cumplir, competencias en el Estatuto que hay que transferir… Mientras eso se vaya moviendo, seguiremos avanzando. Otra cosa es que llegáramos a marzo y que esto no avance. Entiéndase lo que voy a decir: puedes estar de alquiler, pero hay que pagarlo. Y pagar no es decir: “Ah, esto es un chantaje al Gobierno”… No, es la política. La política es llegar a acuerdos. Nosotros intentamos ir dando apoyo al Gobierno semana a semana y en eso somos más responsables que otros.
P. Usted está harto de pedir al Gobierno que dialogue más, que pacte las cosas antes de traerlas, pero no le hacen mucho caso.
R. Efectivamente, porque ese es el estilo Sánchez y el estilo PSOE. Mire esto [el plan de regeneración] que se ha presentado ahora. Algunas de esas cosas me parecen una nebulosa peligrosa y otras mera parafernalia. No veo ni coherencia ni posibilidades de que salgan muchas, porque no hay mayoría para ello. Tanto el PP como el PSOE están poniendo otra vez el foco en lo político… ¡Más transparencia en lo político! Pues yo creo que es el ámbito más transparente. Sin embargo, en otros ámbitos no se pone foco. Ahora se habla de la prensa, pero nadie habla de sindicatos, del ámbito judicial… Lo que vamos a conseguir es crear una sensación de que esto es un pudridero, cuando no lo es. Y vamos a espantar de la política a un montón de gente.
P. Ustedes tienen una relación especial con Junts ¿Entienden su actitud al poner en peligro la legislatura?
R. No podemos olvidar que aquí ha habido historias muy duras en lo personal para ellos. Unos en la cárcel, otros que se marcharon fuera, otros que han sufrido represalias contra su patrimonio… Todo eso deja poso. Y luego tenemos la tensión intracatalana [entre ERC y Junts], que se traslada a esta Cámara y lo complica. Se necesita un poquito de tiempo. A medida que nos acerquemos al hito correspondiente, sea el Presupuesto, sea el que sea, ahí es donde hay que tomar decisiones. Cuando te acercas al precipicio y tienes que decidir si saltas o no, es donde hay que medir la temperatura. Hay un nuevo Gobierno en Cataluña, Junts tiene un congreso, tiene que resituar su estrategia, como a todos nos toca después de unas elecciones…
P. ¿Hay un modo vasco diferente de actuar, incluso en la competencia entre las formaciones nacionalistas?
R. No lo sé… A ver, Bildu va a hacer lo que sea porque se mantenga este Gobierno. Y está mimetizado incluso con actitudes nuestras muchas veces, en voto, en propuestas… En otros tiempos la izquierda abertzale ni siquiera venía al Parlamento. Ahora no la reconoce ni la madre que la parió. Nosotros siempre hemos sido pactistas. Somos un país pequeño y un partido pequeño, importante en Euskadi, pero no somos tampoco el país. Y una vez que ha desaparecido ETA, hay también una reconstrucción de la representación política.
P. ¿En el ámbito económico están más próximos al PP de Feijóo que al Gobierno progresista?
R. Depende de lo que propongan. En el ámbito social, pocos van a poder competir con nosotros. Hasta Podemos, cuando estaba Pablo Iglesias, iba allí a ver cuáles eran las medidas. En el ámbito económico, desde luego, somos proempresas, son necesarias para mover la economía. Pero tampoco creemos que desde las instituciones no se tenga que intervenir y moderar. Claro que podríamos llegar a algunos acuerdos con el PP en materia económica, como hemos llegado con el PSOE.
P. El PP anuncia iniciativas económicas para provocar con Junts y el PNV más derrotas al Gobierno.
R. Pues vamos a ver qué proponen. Y aunque a nosotros nos pueda parecer muy golosa una medida, muchas veces son caramelos trampa. No porque pudiéramos estar de acuerdo en algo, vamos a tener que votar a favor. De momento muy acertados no están. Están eligiendo los temas fatal, con un planteamiento horroroso y y además citándonos una y otra vez. Y eso supongo que viene de Feijóo. Pues que sigan.
P. ¿El portavoz del PP, Miguel Tellado, es el mejor antídoto contra cualquier acuerdo de calado con el PNV?
R. Ya llevan un tiempo en Madrid como para saber cómo va esto y para conocernos. Y todavía me parece que andan con la brújula mareada.
P. ¿Saldrá en esta legislatura alguna propuesta para reformular el estatus de Euskadi en el Estado?
R. Nos gustaría avanzar en la línea de lo que firmó el presidente con nosotros en la investidura. Una de las claves es el reconocimiento nacional. No va a romper el Estado, pero desinflamaría. No solo para Euskadi, también para Cataluña. No digo que todos los vascos quieran eso, pero hay una mayoría muy amplia de diversas ideologías que tiene el sentimiento de que somos una nación diferente. Tenemos que avanzar en Euskadi, pero también mirando a lo que luego se podría hacer en Madrid. Estas cosas son complejas, llevan su tiempo. Es el sirimiri, lluvia fina, por lo menos que cale.
P. ¿Nunca veremos un frente nacionalista en Euskadi?
R. Nunca digas nunca jamás, pero... La oposición de Bildu hacia nosotros es feroz. Somos lo peor de lo peor, la derechona, los fascistas… El encuentro es muy difícil, más allá del tema de la violencia y del acoso a la gente, también a nosotros. Y de las pintadas que se siguen produciendo. A mí eso no se me olvida, ya sé quiénes son.
P. En las alianzas con el Gobierno, EH Bildu se muestra casi tan fiable y previsible como ustedes.
R. Van a votar hasta ‘viva la Guardia Civil’ si hace falta, no tengo ninguna duda.
P. ¿Pero eso lo valora o lo critica?
R. Me sorprende... Mucho de su peso depende de la pervivencia del Gobierno de Sánchez, porque si no su protagonismo sería menor. Nosotros tenemos que juzgar cada iniciativa e intentar ayudar al Gobierno en la medida en que cumpla los acuerdos firmados. Ellos no necesitan gran cosa.
P. Se valora mucho su imagen y el tono sensato en sus intervenciones. ¿Qué le pediría en ese sentido a los demás partidos?
R. La política se ha convertido en deprisa, deprisa, deprisa… Llegan los medios y te dicen: “El Gobierno ha dicho esto, ¿cuál es su opinión?”. Y tú, pues ni has podido leerlo. Deprisa, deprisa también se quiere llegar al Gobierno. No señalo solo al PP. Con esto todo el mundo pierde matices. Todos los debates son iguales, en todos se habla de todo, a mí me aburre. Yo pediría: uno, no tener prisa, que no acaba el mundo mañana por la mañana; dos, que se puede ser incisivo sin insultar; y tres, una democracia parlamentaria es muy importante para la sociedad y lo último que debemos hacer es echarle porquería encima.