La Moncloa desoye el intento de Podemos para que Belarra y Montero intervengan en la moción de censura

En 2020 subieron a la tribuna Sánchez e Iglesias, y ahora la fórmula más probable es que lo hagan el presidente y Yolanda Díaz

Ione Belarra e Irene Montero, este miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Foto: JUAN CARLOS HIDALGO (EFE) | Vídeo: EPV

Nuevos problemas a la vista para la coalición, de momento de difícil solución. Podemos quiere que Ione Belarra e Irene Montero, sus dos ministras, suban a la tribuna en la moción de censura de Vox, que se celebrará la próxima semana, el 21 y 22. Este partido defiende que deberían intervenir todas las ministras del Gobierno, o al menos varias de ellas, como forma de responder al machismo de Vox. Sin embargo, en privado, tanto algunas fuentes de ...

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Nuevos problemas a la vista para la coalición, de momento de difícil solución. Podemos quiere que Ione Belarra e Irene Montero, sus dos ministras, suban a la tribuna en la moción de censura de Vox, que se celebrará la próxima semana, el 21 y 22. Este partido defiende que deberían intervenir todas las ministras del Gobierno, o al menos varias de ellas, como forma de responder al machismo de Vox. Sin embargo, en privado, tanto algunas fuentes de Unidas Podemos como del PSOE han visto en esta iniciativa un movimiento de Belarra y Montero para limitar el protagonismo. La iniciativa se ha hecho pública precisamente el día en que se cumplen dos años desde que Pablo Iglesias anunció que dejaba el Gobierno y nombraba sucesora a Díaz, que pasó de ministra a vicepresidenta tercera, y luego segunda. La idea inicial que se barajaba tanto en Unidas Podemos como en La Moncloa es repetir el esquema de la moción de 2020, cuando intervinieron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Ahora serían el presidente y Yolanda Díaz. Estaba encima de la mesa la posibilidad de abrir el espacio también a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, aunque este último movimiento de Podemos lo complica.

Públicamente, el sector socialista del Gobierno ha ignorado la propuesta de Podemos, y no ha querido entrar al choque. María Jesús Montero se limitó a señalar que tiene que intervenir el presidente del Gobierno, algo que Belarra ponía en duda, “porque se trata de una moción constructiva en la que se pide justamente que el que impulsa la moción presente un programa alternativo al Gobierno de España”, sin opinar sobre la idea de que intervengan las ministras de Podemos.

Pero en privado, algunos miembros del Ejecutivo consideran que la iniciativa no tiene ningún sentido y están convencidos de que finalmente Belarra y Montero no subirán a la tribuna, de la misma manera que ningún otro ministro de Unidas Podemos lo hizo en 2020 después de que interviniera Iglesias, ni el líder de IU, Alberto Garzón, ni la propia Díaz, ni el que representaba entonces a los Comunes, Manuel Castells. Desde Lanzarote, Sánchez evitó el miércoles entrar en la polémica, pero en el sector socialista del Ejecutivo confían en que se podrá reconducir y la idea quedará descartada. En este momento, con un enfrentamiento abierto entre el PSOE y Podemos por la reforma de la ley del solo sí es sí, con cruces muy duros, la idea de que Irene Montero pueda subir a la tribuna y reabrir la polémica en una moción que se pretende utilizar políticamente como un momento de reunificación de la mayoría de la investidura frente a Vox es algo que los socialistas no pueden ni imaginar.

Nadie puede impedir a Belarra y Montero que utilicen su turno de palabra como Gobierno por tiempo ilimitado en cualquier momento, pero en el sector socialista confían en que se llegará a un acuerdo antes de ese momento. Ellas, que son diputadas, también podrían intervenir como portavoces de su grupo, en el tiempo que le corresponde, pero también ese escenario parece exagerado para los socialistas y confían en una solución pactada. De momento solo ha habido conversaciones iniciales para plantear por parte de Podemos la idea de que las portavoces que intervengan sean mujeres, pero aún no se ha discutido a fondo esta idea de hacer subir a Belarra y Montero.

Según han adelantado fuentes de esta formación y ha confirmado la propia Belarra el miércoles en el Congreso, el partido que lidera la titular de Derechos Sociales ha trasladado formalmente al PSOE una propuesta para que sean las mujeres de las formaciones que integran el Gobierno las que intervengan durante el debate en el Congreso que presentará al economista y exdirigente del Partido Comunista Ramón Tamames como candidato a la Presidencia. En medio de las tensiones por la reconfiguración del espacio a la izquierda de los socialistas, con las conversaciones para definir el proyecto que impulsa Yolanda Díaz en marcha, Podemos reclama de manera expresa la participación de la vicepresidenta segunda, pero busca también dar voz a sus dirigentes en la réplica a la moción.

“Es una propuesta de sentido común”, ha defendido Belarra en los pasillos de la Cámara baja. “La fuerza parlamentaria de ultraderecha Vox es, más que ninguna otra cosa, una fuerza machista, que tiene en los derechos de las mujeres una auténtica fijación y pensamos que por ese motivo, como es muy probable que en tribuna se cuestionen los derechos de las mujeres, sería una imagen muy positiva que fueran las mujeres quienes les plantemos cara y les frenemos en el Congreso”, ha justificado. La propuesta de Podemos, que ha sido comunicada ya a los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez antes incluso de debatirse dentro de su propio grupo, según fuentes parlamentarias, implicaría que solo participasen mujeres. El presidente del Gobierno ha eludido pronunciarse en una comparecencia posterior a la cumbre anual entre España y Portugal que se ha celebrado en Lanzarote. “Me permitirán que no desvele la estrategia parlamentaria de la moción por parte del Gobierno. Desde luego agradezco y mucho el buen tono del candidato, el señor Tamames, y ya verán el formato [de cómo se organiza el Ejecutivo] a partir del martes”, se ha limitado a decir Sánchez, informa José Marcos.

“La decisión de intervenir o no por parte del presidente le corresponde única y exclusivamente al presidente”, ha matizado Belarra. Fuentes del partido justifican que esta iniciativa busca “proteger” a Sánchez de una moción “fake [’falso’], sin opciones de prosperar”, y que solo se entiende en el contexto de la “batalla que el PP y Vox mantienen por liderar los ataques a los avances sociales y feministas del Gobierno de coalición”. En este sentido, creen que la intervención del mandatario serviría para darle un mayor relieve. Frente a la importancia política que le concede La Moncloa, Podemos ha defendido durante semanas que la moción de Vox no debería “hacer perder demasiado tiempo” ni a los grupos políticos en el Congreso, ni a la población en general. Sin embargo, y pese a que Belarra ha vuelto a tildarla el miércoles de “esperpento” que únicamente “busca el protagonismo de la ultraderecha”, la organización que dirige propone ahora que intervengan en ella sus dos máximas dirigentes, Díaz e invita a las ministras socialistas a hacerlo también.

La vicepresidenta segunda no se ha pronunciado aún sobre la propuesta de sus compañeras de filas. Sin embargo, no existen precedentes. En la anterior moción de censura de Vox, que propuso a su líder, Santiago Abascal, como candidato a la presidencia en octubre de 2020, fueron solo Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, entonces secretario general de Podemos, los que tomaron la palabra por parte del Gobierno.

Semana complicada

La propuesta se anuncia en una semana complicada para el socio minoritario de la coalición, que ha pasado de una aparente calma interna durante la crisis por la reforma de la ley del solo sí es sí a exhibir abiertamente sus diferencias. Si el lunes el partido de Belarra apremió a Díaz a un acuerdo como condición previa para asistir al acto en el que anunciará su candidatura a las generales, el martes las distintas formaciones del grupo parlamentario discreparon sobre el reparto de culpas por el fracaso en la derogación de la ley mordaza.

En este último asunto intervino también desde las redes Pablo Iglesias, una voz aún de peso en la organización. En pleno tira y afloja con Yolanda Díaz, con negociaciones para abrir el espacio y conformar una coalición de hasta 15 partidos, Podemos ha promocionado en los últimos meses a su número dos, Irene Montero, uno de los principales activos electorales. La moción de censura, un procedimiento de relevancia, es un buen altavoz para volver a contraponer su modelo de Gobierno frente al del PP y Vox.

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