El miedo de una ‘mula bancaria’ hace caer una banda que estafó más de cuatro millones a empresas españolas
Detenidas 64 personas en varias provincias que estaban a las órdenes de una red radicada en Nigeria
Cuanto más extensa es una red, más expuesta se está a caer. Es lo que le ha ocurrido a una organización criminal nigeriana desarticulada por la Policía Nacional que se dedicaba a interceptar transacciones financieras de empresas españolas y enviarlas a cuentas bancarias en Nigeria. De esta manera, consiguieron estafar más de cuatro millones de euros. Y, para ello, la red hacía uso de las conocidas como mulas bancarias, personas que ofrecen una cuenta corriente para alojar el din...
Cuanto más extensa es una red, más expuesta se está a caer. Es lo que le ha ocurrido a una organización criminal nigeriana desarticulada por la Policía Nacional que se dedicaba a interceptar transacciones financieras de empresas españolas y enviarlas a cuentas bancarias en Nigeria. De esta manera, consiguieron estafar más de cuatro millones de euros. Y, para ello, la red hacía uso de las conocidas como mulas bancarias, personas que ofrecen una cuenta corriente para alojar el dinero robado y reenviarlo a otro destino. A raíz de la denuncia de una empresa española y de una de estas personas que se sentía amenazada, comenzó la investigación para desarticular la organización. En total han sido detenidas 64 personas, a las que se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa, blanqueo de capitales y acceso informático.
El grupo se interponía entre dos empresas, se hacía pasar por una de ellas para cobrar ilegalmente las facturas reales pendientes entre ambas compañía. La trama funcionaba de la siguiente manera. El grupo criminal, cuya cúpula en España está formada por tres personas, pero cuya jefatura está en Nigeria, interceptaba el dinero de las empresas mediante técnicas de ciberdelincuencia.
La herramienta de interposición escogida era la conocida como Business Email Compromise (BEC), una estafa utilizada para extraer dinero mediante correos electrónicos. Un ciberdelincuente envía un mensaje a alguien relevante de una organización simulando ser una persona de confianza. El objetivo es extraer información sensible de la empresa, como cuentas bancarias, licitaciones de contratos o listas de clientes de esas mismas empresas.
Una vez que el objetivo de la organización criminal había mordido el anzuelo, el siguiente paso consistía en buscar una mula bancaria que alojase en una cuenta personal pantalla el dinero interceptado. El método para convertirse en una mula bancaria es muy sencillo. Se trata de poner a disposición de los delincuentes una cuenta bancaria, esperar la llegada de una transferencia económica, y luego entregar ese dinero a otro destino predeterminado y ordenado por los estafadores. A cambio, la mula se queda con un porcentaje de la transferencia. En este caso, las mulas bancarias que utilizaba la trama se abonaban el 2% del dinero robado. Pero este sencillo paso, fue también el eslabón de la cadena que hizo desmoronar a toda la red.
Todo comenzó con la denuncia de una empresa española que no había recibido el dinero que le correspondía por parte de una empresa de República Democrática del Congo. La empresa congoleña había ordenado la transferencia, de unos 300.000 euros. Pero durante su trayecto, esta había sido interceptada por una mula bancaria.
A raíz de esta denuncia, y centrándose en esta línea de investigación, los agentes descubrieron que la persona a la que había ido a parar el dinero era la responsable de otras cuentas en las que se recibían fondos de la misma naturaleza desde el extranjero.
Durante las pesquisas, se descubrió también que esta misma persona había interpuesto una denuncia por extorsión contra la banda criminal, que le exigía grandes cantidades de dinero para abonar sus actividades como mula bancaria.
En el transcurso de la investigación, se ha llegado a inspeccionar la actividad de 79 personas que pusieron a disposición de los cibercriminales sus cuentas bancarias. También se intervinieron cuatro terminales móviles y se investigaron cerca de 200 cuentas bancarias. Según las fuentes policiales, con el desmantelamiento de la organización se ha conseguido bloquear más de 600.000 euros que estaban a punto de ser blanqueados. Los arrestos han sido llevados a cabo en Palma (28); Ibiza (3), Madrid (4), Valencia (17), Segovia (5), en la burgalesa Aranda del Duero, Zaragoza y Tenerife (2 en cada ciudad) y San Sebastián (1).
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