El gran juicio a la macroalianza del narco español comienza con decenas de confesiones

Más de 60 acusados, incluido ‘La Reina de la coca’ y los hermanos Juárez Smith, admiten su participación en la trama de tráfico de drogas en busca de reducciones de penas de la Fiscalía

Una parte de los acusados en el macrojuicio, con Ana María Cameno sentada en primera fila, tapándose el rostro con el brazo. Foto: Fernando Villar | Vídeo: EPV

El desfile de acusados (y de apodos) en la Audiencia Nacional ha resultado intenso este lunes: El Figura, El Gordo Panceta, Paco el Peluquero, El Lupus, El Cachuli, El Dóberman, El Picota... Todos ellos han comparecido ante el tribunal que enjuicia desde esta semana la macroalianza que tejieron cuatro grupos de narcos asentados en España: liderados, entre otros, por los hermanos López Tardón, cabecillas del clan de Los Miami; y Ana María Cameno, conocida por el alias de La Reina de la coca. Una...

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El desfile de acusados (y de apodos) en la Audiencia Nacional ha resultado intenso este lunes: El Figura, El Gordo Panceta, Paco el Peluquero, El Lupus, El Cachuli, El Dóberman, El Picota... Todos ellos han comparecido ante el tribunal que enjuicia desde esta semana la macroalianza que tejieron cuatro grupos de narcos asentados en España: liderados, entre otros, por los hermanos López Tardón, cabecillas del clan de Los Miami; y Ana María Cameno, conocida por el alias de La Reina de la coca. Una vista oral que ha comenzado con las confesiones de 65 procesados (entre otras, la de Cameno), que han reconocido las acusaciones de la Fiscalía Antidroga (una decena de ellos solo parcialmente), en busca de que se reduzca la pena de cárcel que se les solicita.

La dimensión de la presunta red criminal resulta abrumadora. Más de 80 personas se sientan en el banquillo de la Audiencia por traficar con “ingentes y descomunales cantidades de cocaína” entre al menos 2007 y 2011, para lo que establecieron “un permanente flujo” de droga entre Sudamérica y España, según el fiscal Manuel Pérez Veiga. Para ello, incide el escrito de acusación del ministerio público, de más de 650 páginas, se unieron cuatro grupos de narcos, que compusieron así una trama criminal “complejísima, poderosa, laberíntica, entrelazada, muy diversificada y minuciosamente planificada”. Una red asentada en la Península —pero con tentáculos en Estados Unidos, Colombia, Perú, Holanda o Italia—, que contó también con una enrevesada derivada societaria para blanquear los millones de euros que obtenían presuntamente con sus oscuros negocios.

El juicio ha arrancado con las declaraciones de los 65 procesados que han alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que se han limitado a admitir brevemente los hechos descritos en el escrito de acusación. Entre ellos se encuentran La Reina de la coca y su entonces marido, David Vela, que lideraban uno de los cuatro grupos de narcos. Ambos, para los que se pide más de 39 años de cárcel, han reconocido los delitos de tráfico de droga, blanqueo y tenencia ilícita de armas. También han confesado otros tres cabecillas: Laurentino Sánchez, Lauro; y los hermanos Víctor y Raúl Juárez Smith, que capitaneaban otras dos ramas de la alianza y que afrontan penas de hasta 33 años de prisión.

Del subgrupo de los líderes de Los Miami únicamente ha confesado uno de sus principales miembros: María de las Nieves López Tardón. Sin embargo, su hermano Artemio, verdadero líder de este clan junto a su otro hermano Álvaro, no se encontraba entre quienes han admitido las acusaciones este lunes. La Fiscalía pide más de 46 años de prisión para Artemio, pero no solicita penas para Álvaro porque actualmente está encarcelado en Estados Unidos por blanquear dinero del narcotráfico.

Artemio López Tardón (derecha), junto al resto de acusados, comparece ante el tribunal de la Audiencia Nacional, este lunes en San Fernando de Henares (Madrid). FERNANDO VILLAR (EFE)

Según el escrito de acusación de Antidroga estos son los cuatro grupos que compusieron la macroalianza, para la que también contaron con una decena de colaboradores ajenos a ellas:

El clan de Los Miami. Un “lujoso” chalé ubicado en el madrileño barrio de La Piovera-Alameda de Osuna escondía el “auténtico centro neurálgico y base de operaciones” del primer grupo que componía la macroalianza: el clan de Los Miami, una poderosa organización liderada por los hermanos Artemio y Álvaro López Tardón, de 51 y 49 años respectivamente, que había ganado fama en los noventa tras hacerse con el control de parte del negocio de la droga en la noche de la capital. Desde aquella vivienda, junto a su hermana María de las Nieves y a su madre María Patrocinio, los dos “cabecillas supremos” planificaban el transporte internacional de la cocaína desde Latinoamérica a Europa, así como las operaciones para ocultar los beneficios “descomunales” que obtenían, según el ministerio público.

En su escrito de acusación, el fiscal dibuja una “cúpula bicéfala”, desde la que los hermanos López Tardón lideraban a medio centenar de subalternos. Aunque ambos se situaban al mismo nivel en el escalafón, el mayor (Artemio) centraba sus labores en España, encargado también (junto a su hermana y su madre) de ocultar “las descomunales, inmensas y elevadísimas cantidades de dinero” que acumulaban con el negocio ilegal —se les incautó casi 24 millones de euros en metálico y, para esconderlos, construyeron zulos en la vivienda familiar—. Sin embargo, Álvaro, que cumple actualmente en EE UU una pena de 150 años de prisión tras su detención en 2011, vivía a medio camino entre España y Miami, y se dedicaba también al “lavado” de los “desorbitados y gigantescos beneficios” que obtenían.

Este subgrupo llegó a tejer un amplio y complejo “conglomerado empresarial”, compuesto por “gran diversidad” de sociedades “pantalla” y “hombres de paja” (”testaferros”). A través de ellos, radicados en Europa y Estados Unidos, se movían las enormes cantidades de dinero. Con el objetivo de introducir los millones de euros de nuevo al mercado legal, idearon incluso una operación de compraventa de un cuadro falsificado del pintor sevillano Diego Velázquez, titulado El Almuerzo, por el que se iba a pagar 24 millones de euros, según el sumario.

La Reina de la Coca. A Ana María Cameno aún no se le conocía como La Reina de la coca cuando se desarrolló esta operación policial. En esa época, sus alias no sonaban tan rimbombantes: era La Pollito, La Quesito o La Llorona, según las pesquisas. Pero ya encabezaba, junto a su entonces marido (David Vela, Cabezón o Machín), el segundo grupo de esta macroalianza del narco. Según el sumario, ambos dirigían la ramificación dedicada a adquirir la cocaína que suministraban los hermanos López Tardón. Una mercancía que almacenaban, trataban y después distribuían presuntamente a los compradores.

De frente y con gafas de sol, Ana María Cameno, alias 'La Reina de la Coca', a su llegada a la Audiencia Nacional el 28 de marzo de 2022 para comparecer en otro juicio.J. J. G.

Pero Cameno desempeñaba otro papel clave. El fiscal detalla que ejercía como el “principal elemento aglutinador y de comunicación entre los jefes supremos de las cuatro grandes ramas en las que se dividía esta poderosa” macroalianza. Además, construyó supuestamente un “gigantesco” laboratorio de cocaína —el mayor de Europa, según anunció la Policía cuando lo desmantelaron— en Villanueva de Perales (Madrid), donde profesores universitarios de Bioquímica de Colombia “manipulaban y adulteraban” la droga. A sus 52 años, La Reina de la coca está actualmente en prisión en España, donde cumple una condena de 16 años de cárcel por tratar de reconstruir su grupo criminal tras quedar en libertad después de su arresto por esta operación.

La banda de los Juárez Smith. El tercer grupo de la alianza tenía también como cabecillas a una dupla: los hermanos Víctor y Raúl Juárez Smith (alias Tanke), de 46 y 41 años respectivamente. Según el sumario, ambos ejercían como intermediarios. Primero recibían la cocaína del matrimonio formado por Ana María Cameno y David Vela; o del cuarto grupo criminal (liderado por el hispano-colombiano Laurentino Sánchez, Lauro). Y después la distribuían a terceros por el barrio madrileño de San Blas, al que se referían en clave como El Muro.

En la imagen de la izquierda y en silla de ruedas, Víctor Juárez Smith, durante el juicio, este lunes, en un proyector de la Audiencia Nacional.J. J. Gálvez

La red de ‘Lauro’. Laurentino Sánchez, Lauro, de 51 años, dirigía el cuarto subgrupo, encargado de la distribución en territorio español de parte de los cargamentos de cocaína que llegaban desde Sudamérica, según el ministerio público. La Fiscalía detalla que Lauro recibía la droga del matrimonio formado por David Vela y La Reina de la coca, para su posterior venta.

En la imagen de la izquierda, Laurentino Sánchez, alias 'Lauro', durante el juicio, este lunes, en un proyector de la Audiencia Nacional.J. J. Gálvez

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