Ione Belarra: “Es el momento de que las mujeres nos pongamos al frente de Podemos”
La ministra de Derechos Sociales, candidata a liderar el partido tras la marcha de Pablo Iglesias, espera que la ley de vivienda salga adelante “muy pronto” y subraya que el pacto de Gobierno debe cumplirse “íntegro”
Ione Belarra (Pamplona, 33 años) ha pasado en los dos últimos meses de estar al frente de una discreta Secretaría de Estado a encabezar el Ministerio de Derechos Sociales y aspirar al liderazgo de Podemos. La marcha de Pablo Iglesias cambió la vida de esta psicóloga de formación, que llegó al partido en 2014 y se ha desempeñado como una de las principales ...
Ione Belarra (Pamplona, 33 años) ha pasado en los dos últimos meses de estar al frente de una discreta Secretaría de Estado a encabezar el Ministerio de Derechos Sociales y aspirar al liderazgo de Podemos. La marcha de Pablo Iglesias cambió la vida de esta psicóloga de formación, que llegó al partido en 2014 y se ha desempeñado como una de las principales negociadoras dentro del Gobierno. La entrevista se realizó el jueves en Madrid, tras dos intensas semanas marcadas por la crisis en Ceuta y el debate sobre el previsible indulto a los presos del procés.
Pregunta. Esta semana hemos conocido el informe del Tribunal Supremo contrario al indulto, pero parece que el Gobierno se decanta por concederlo. ¿De qué forma cree que los indultos marcarán el resto de la legislatura?
Respuesta. Nosotras hemos sido muy claras desde el principio. Pensamos que los líderes independentistas no tienen que estar en la cárcel, sino en las instituciones haciendo política, y que la vía de la judicialización solo iba a contribuir a enquistar más un problema que es de naturaleza eminentemente política. Ahora es el momento de retomar el diálogo y el encuentro entre España y Cataluña y, en este sentido, saludamos todas las medidas que van en el camino de retomar esa vía. Esto ayudaría a solucionar el problema. Creo que la legislatura goza de muy buena salud y que el Gobierno de coalición es enormemente estable. Una solución dialogada a la cuestión catalana ayudaría a consolidar esa mayoría en la que nosotros, desde Unidas Podemos, hemos trabajado insistentemente. Lo que le pediría a la oposición, y en concreto al Partido Popular y a las derechas, es que abandonen posturas que rozan la hipocresía. Precisamente porque en este país se ha indultado a corruptos, a Vera y Barrionuevo, responsables del terrorismo de Estado, también al general Armada. El Gobierno tiene la prerrogativa de los indultos y tenemos que velar por el interés general.
P. Decía que los líderes independentistas debían estar en las instituciones, pero es posible que los indultos que se plantean, que serán parciales, no permitirían que volviesen a ejercer. ¿Cree que hay que ir más allá?
R. El haber apostado por la vía de la judicialización de un problema que es de naturaleza política es lo que nos ha llevado hasta aquí. Por eso todas las medidas que contribuyan precisamente a ese diálogo, al consenso, a que España y Cataluña vuelvan a mirarse, a reconocerse, a dialogar y poder caminar juntas hacia el futuro son una buena noticia.
P. ¿Y qué margen de negociación existe en la mesa de diálogo con Cataluña? ¿Es posible un referéndum pactado?
R. Lo más importante de la mesa de diálogo es que arranque y necesitamos que en ella se pueda hablar de todo, que las distintas partes pongan encima de la mesa las que consideran que son sus soluciones y podamos trabajar dedicadamente para llegar a un acuerdo. Si entramos en la mesa de diálogo ya limitando las posibilidades, es más difícil resolver la cuestión.
P. ¿Podemos está a favor de que las comunidades autónomas puedan ejercer el derecho de autodeterminación?
R. Creo que es prematuro plantearlo así. Estamos en una situación política, concretamente en Cataluña. Si hacemos política ficción, los responsables políticos no vamos a ser capaces de plantear soluciones. Para solucionar la cuestión con Cataluña, es necesario sentarse a dialogar. Es evidente que no se va a resolver de un día para otro. En este momento no hacemos planteamientos ni de máximos ni de mínimos.
P. Se lo preguntaba porque en las enmiendas de su grupo parlamentario a la moción de la CUP [votada el jueves pasado] sobre la mesa de diálogo se contempla que en el debate no se excluya el referéndum de autodeterminación ni la amnistía.
R. Claro, pero insisto: creo que es importante ir a una mesa de diálogo. En todas las situaciones en las que hay un conflicto, necesitamos poner todos de nuestra parte para ceder y llegar a un acuerdo. No es una buena idea ir a una mesa de diálogo excluyendo cuestiones y planteamientos que algunas fuerzas políticas plantean como el ideal para su situación. ¿Significa que ese vaya a ser el resultado de la mesa de diálogo? En absoluto. Significa que todo el mundo tiene que poder decir lo que opina con libertad para poder llegar a un consenso.
P. La de Ceuta ha sido la primera gran crisis diplomática de este Gobierno. Ustedes, que han sido muy claros en el pasado sobre su posición respecto al Sáhara Occidental, ahora han tenido una voz más discreta. ¿Hay un cambio de tono dentro de la coalición?
R. No se trata de una cuestión de tono ni de estilo. Se trata de trabajar cuando las cosas se ponen difíciles para resolver los problemas de la gente. Desde el Ministerio de Derechos Sociales, el acuerdo que hemos alcanzado con todas las comunidades autónomas para trasladar a 200 niños y niñas y que permite a estos continuar su proyecto de vida en la Península, al mismo tiempo que libera plazas para acoger adecuadamente a los que acaban de llegar y analizar en detalle su situación, ha ayudado a que los niños y las niñas, independientemente del color de su piel, de su situación administrativa, sean tratados con dignidad en nuestro país. Fuera de nuestras competencias, en el seno del Gobierno, hemos trabajado con discreción, en silencio, pero para asegurar que esta crisis se resuelve con un eje fundamental que es el del cumplimiento de los derechos humanos.
P. ¿Puede servir lo que ha pasado en Ceuta para impulsar por ley un modelo solidario en el reparto de menores que evite que haya una negociación en cada emergencia?
R. Hay que aprovechar este momento y este acuerdo, que políticamente es muy importante y manda un mensaje muy claro, que es que las comunidades autónomas y el Gobierno de España nos tenemos que corresponsabilizar de los niños y niñas recién llegados. Creo que la imposición por ley no sería una buena noticia, que tenemos que trabajar en un modelo estable, pero en el que hayan contribuido y participado las comunidades autónomas. Es parte de lo que planteamos en el Consejo Territorial y es la línea por la que vamos a seguir trabajando.
P. Los niños han estado en instalaciones deficientes más de una semana. ¿No había otro lugar para alojarlos?
R. Ceuta es una ciudad con muchas limitaciones de recursos públicos, no sólo en la atención de los niños y niñas que migran solos, sino también para la ciudadanía en su conjunto. Lo que se ha visto en esta crisis es una evidencia, que es que hay que reforzar los servicios públicos en Ceuta como parte de España. Y también, lógicamente, que esta situación ha desbordado todas las previsiones.
P. ¿Habrá ley de vivienda este año? Esa es una de las iniciativas que usted ha gestionado más directamente.
R. No solo espero que sea este año; espero que sea muy pronto. Creo que tiene mucha urgencia, porque nuestro país vive una emergencia habitacional. La burbuja del alquiler está enormemente hinchada y llevar adelante un texto legislativo que pueda ir al Congreso también a mejorarse, que incluya la regulación de precios del alquiler o que limite los desahucios sin alternativa habitacional para que las familias más vulnerables no se tengan que ver en la calle, cuando en nuestro país hay muchísimas viviendas vacías, es una de las tareas de garantía de los derechos sociales más urgentes que tenemos ahora mismo entre manos en el Gobierno.
P. ¿Es una línea roja en el Ejecutivo? Es decir, si el PSOE no accede a limitar por ley el precio de los alquileres, ¿esto podría romper la coalición?
R. Es que el acuerdo de gobierno es nuestra línea roja. Tiene que cumplirse íntegro porque ya fue objeto de negociación por parte de los dos socios que conformamos el Ejecutivo. Lo bueno que tiene la nueva cultura de la coalición es que todos tenemos que cumplir.
P. ¿Cree que hay alguna anomalía en el funcionamiento de la justicia?
R. Nuestro país en materia judicial tiene muchos problemas. El más grave es que el principal partido de la oposición está en abierta rebeldía con la Constitución. Y es que la Constitución marca que el Consejo General del Poder Judicial, el gobierno de los jueces, tendría que haberse renovado hace ya dos años largos y eso no se ha producido. Creo que si ocurriera algo parecido, por ejemplo, con un Gobierno que tuviera que haber convocado elecciones y que no las convocara y siguiera dos años en funciones, sería un absoluto escándalo democrático.
P. Usted se presenta a la Secretaría General de Podemos. ¿Cree que hace falta reconstruir el partido tras la salida de Pablo Iglesias?
R. Creo que Podemos tiene que crecer y precisamente por eso presento mi candidatura, porque es el momento de fortalecer Podemos, enraizarlo en los territorios, apostar por un proyecto más feminista, más ecologista y que nos permita liderar el próximo Gobierno en España. Ese es nuestro objetivo con Yolanda Díaz al frente de la candidatura de Unidas Podemos. Si algo hemos demostrado en los últimos años es que los avances en España y los cambios que nos acercan al futuro que imaginan millones de personas en nuestro país son directamente proporcionales a la fuerza que tiene Podemos. Para eso, me he rodeado del equipo adecuado, de muchos coordinadores y coordinadoras autonómicas. Creo que es el momento también de que las mujeres nos pongamos al frente de esta organización. Por eso los seis primeros puestos de mi lista son de mujeres con un enorme valor y una enorme inteligencia política.
P. ¿Con usted al frente de Podemos sería posible tender puentes con Más País [el partido de Íñigo Errejón]?
R. Es pronto para pensar en alianzas electorales. Ahora en lo que tenemos que estar concentradas es en fortalecer la organización. Pero vamos a hablar con todo el mundo, evidentemente.
P. ¿Temen que Más País les pueda ganar terreno en otros territorios fuera de Madrid?
R. Yo no tengo miedo. Si lo tuviera, no me presentaría a la secretaría general de Podemos. Tengo la certeza de que este es el proyecto político que ha demostrado que es capaz de tomar las decisiones más difíciles en los momentos más complicados. Todo el mundo reconoce que nuestra presencia en el Gobierno ha sido clave para que se vaya a derogar la reforma laboral, para llevar adelante una ley de infancia que es pionera en el mundo, para desplegar los ERTE o para evitar que hubiera desahucios durante lo peor de la crisis. Es evidente que el motor de los principales cambios en España es Podemos.
P. ¿Cómo se va a gestionar la bicefalia con Díaz? Es decir, ¿quién debe liderar la iniciativa política? ¿El partido o el Gobierno?
R. Hay que dejar liderar a Yolanda Díaz, y eso es fundamental para que el espacio de Unidas Podemos pueda crecer no sólo electoralmente, sino también fortaleciendo el espacio confederal. Creo que además tenemos que hacer una reflexión sobre cómo planteamos estas preguntas, porque nacen de una forma de hacer política que es enormemente patriarcal y que viene de una historia en la cual siempre los líderes políticos han sido hombres y, cuando dos hombres tenían mucho poder, lo normal o lo que se esperaba de ellos era que compitieran entre sí. Nosotras desterramos esa forma de hacer política. Somos un equipo, llevamos muchos años siéndolo.
P. La pandemia de coronavirus ha evidenciado carencias en el sistema de residencias. ¿Estarían preparadas hoy para otra pandemia en el caso de que la hubiera?
R. Con los fondos europeos estamos llevando a cabo una revolución del modelo del sistema de cuidados en España, transformando el modelo residencial en uno de atención domiciliaria. Es un modelo enormemente ambicioso, que busca activar la economía de los cuidados, que va a invertir una cantidad sin precedentes de recursos: 2.100 millones en los dos próximos años, lo que nos permitirá afrontar en mejores condiciones no solo una hipotética pandemia, que espero que no se produzca, sino una necesidad mucho más cotidiana, que es que la gente mayor que quiera pueda vivir en sus casas, disponiendo de los apoyos necesarios cuando así lo necesiten, pero no tener que irse a una residencia. Ese modelo, que es una revolución que seguramente no abra telediarios, va a mejorar la vida de millones de personas.
P. La ley de protección de la infancia tiene una memoria económica que prevé más de 70 millones de euros. ¿Qué permitirán hacer?
R. Esa partida económica tiene en cuenta todo el despliegue que deben hacer las comunidades autónomas y especialmente la transformación de nuestro sistema judicial para atender adecuadamente a los niños y las niñas. Por ejemplo, necesitamos que en los juzgados haya salas amables para ellos cuando van a denunciar. Una de las medidas más importantes es la prueba preconstituida: que un niño tenga que declarar sólo una vez y que la grabación de ese testimonio sirva después para todo el juicio, para evitar la revictimización. Esto, como psicóloga, me parece muy importante, aunque seguramente tampoco va a abrir telediarios.