¿Por qué las lesiones de ligamentos son cinco veces más frecuentes entre las futbolistas?
Eva Ferrer lidera un estudio en el Barça que busca la relación entre el ciclo menstrual y posibles lesiones de ligamentos, como la que tuvo a Alexia Putellas alejada de la competición durante meses
La máxima estrella del fútbol femenino en la última década, la carismática estadounidense Megan Rapinoe, se ha roto los ligamentos de la rodilla dos veces en su carrera. Alexia Putellas se perdió la pasada Eurocopa por la misma lesión. La rodilla de la estrella del Real Madrid, la escocesa Caroline Weir, también falló a...
La máxima estrella del fútbol femenino en la última década, la carismática estadounidense Megan Rapinoe, se ha roto los ligamentos de la rodilla dos veces en su carrera. Alexia Putellas se perdió la pasada Eurocopa por la misma lesión. La rodilla de la estrella del Real Madrid, la escocesa Caroline Weir, también falló antes del inicio de la actual temporada. La lista de damnificadas del ligamento cruzado anterior es interminable: la capitana de Inglaterra, Leah Williamson, y su goleadora Beth Mead, las francesas Katoto y Cascarino, la holandesa Miedema… Una plaga con un dato escalofriante: las mujeres futbolistas se rompen hasta cinco veces más los ligamentos de la rodilla que los hombres. La medicina del deporte lleva años tratando de averiguar por qué sucede y el FC Barcelona, a través del Barça Innovation Hub, estudia desde hace varias temporadas los ciclos de la menstruación de sus jugadoras para saber cómo afectan las hormonas a los ligamentos.
“La teoría dice que el estrógeno aumenta el riesgo de lesión por laxitud en tejidos blandos y eso lleva a problemas de ligamentos. ¿Y cuándo están altos los estrógenos? Fácil, en la primera parte del ciclo, es decir, cuando acaba la menstruación. En teoría, ahí, cuidado”, explica la médica Eva Ferrer en una consulta del centro médico de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, en Sant Joan Despí. Durante cuatro años compaginó la bata blanca con las botas y el chándal como responsable del equipo femenino del Barça. Desde la temporada pasada lidera un estudio del Barça Innovation Hub que trata de encontrar la metodología que permita saber en cada momento el nivel de estrógenos y progesterona que tienen las jugadoras para evitar lesiones y para mejorar el rendimiento de los entrenamientos. Los estrógenos potencian el músculo, y la progesterona, la resistencia, pero como es muy difícil medir los niveles hormonales, no se puede individualizar el entrenamiento.
Cuarenta jugadoras del FC Barcelona fueron examinadas durante tres meses cada lunes con muestras de saliva y sangre para comprobar su estado hormonal. El resultado del estudio determinó que la saliva todavía no aporta suficiente información, como sí lo hace la sangre. La curiosidad es inevitable: ¿Alexia Putellas tenía la regla cuando se rompió la rodilla? “No te lo puedo decir”, responde Ferrer. La comunidad científica que ha estudiado este fenómeno del fútbol femenino está convencida de que hay una relación hormonal con las lesiones, pero ningún estudio ha podido determinar definitivamente ese nexo. “Es un factor más, pero las hormonas de cada mujer están afectadas también por variables como el estrés, la nutrición o el descanso. El objetivo es minimizar el riesgo”, añade la doctora.
Los estudios científicos sobre la menstruación en las deportistas se contradicen prácticamente trimestre a trimestre porque la investigación es incipiente. “Los estudios sobre mujeres en la salud siempre han ido a la cola, no solo en el deporte. Sobre todo porque nuestros cambios hormonales hacen muy complicado valorar los resultados, pero es que nosotras somos así”, explica. Ni siquiera cuando las propias deportistas hablaron con libertad de cómo su rendimiento se había visto afectado por la menstruación se tuvo realmente en cuenta.
El estudio de la doctora Eva Ferrer se suma a otro proyecto más amplio del Barça Innovation Hub que analiza también factores genéticos relacionados con las lesiones. “Ahora mismo vas a un hospital con un cáncer y junto con un estudio genético se puede determinar qué tratamiento es mejor y qué evolución puede tener ese tipo de cáncer. Eso no sucede en el deporte porque no hay datos. Lo que estamos haciendo nosotros debería hacerse con 1.000 jugadoras más porque se calcula que, con el crecimiento que hay de licencias, en unos años va a haber 60 millones de jugadoras de fútbol en el mundo”, concluye el jefe médico del Barça Innovation Hub, Gil Rodas.