Cómo restarle 100 años a una casa

Esta vivienda a las afueras de Barcelona es una casa y tres. Centenaria, en ella conviven los techos altos iniciales, las vigas de hormigón de una ampliación y los espacios diáfanos y el patio recuperado de la última intervención a cargo del estudio AcabadoMate.

Mathieu Fiorini y Marie Ferreti, los dueños de la vivienda, retratados en la cocina.MARCELA GRASSII

Alessandra Faraone y Valeria Merola, las arquitectas del estudio AcabadoMate, han sido las terceras en llegar. Esta casa, levantada en 1930 a las afueras de Barcelona, multiplicó su espacio por dos en los años sesenta, añadiendo una planta, y ahora lo ha ordenado, despejado, limpiado e iluminado. Los dueños, Marie Ferreti y Mathieu Fiorini, se dedican a la animación y al diseño gráfico. Y son antiguos clientes del estudio que ya encargaron a las arquitectas la remodelación de su oficina, en el mismo barrio de Camp de l’Arpa. Fiorini pidió vivir con su familia en un lugar alegre, amplio y con v...

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Alessandra Faraone y Valeria Merola, las arquitectas del estudio AcabadoMate, han sido las terceras en llegar. Esta casa, levantada en 1930 a las afueras de Barcelona, multiplicó su espacio por dos en los años sesenta, añadiendo una planta, y ahora lo ha ordenado, despejado, limpiado e iluminado. Los dueños, Marie Ferreti y Mathieu Fiorini, se dedican a la animación y al diseño gráfico. Y son antiguos clientes del estudio que ya encargaron a las arquitectas la remodelación de su oficina, en el mismo barrio de Camp de l’Arpa. Fiorini pidió vivir con su familia en un lugar alegre, amplio y con vistas. Y las diseñadoras supieron construir esa ligereza con ventanales —que abren el salón al patio o iluminan desde la escalera—, orden y limpieza —ampliando el patio y estirando el pavimento de hormigón del interior al exterior—.

La frontera entre interior y exterior queda diluida por el gran ventanal y el hormigón pulido que se extiende hasta el patio, un jardín con un limonero cuyo alcorque agujerea el pavimento. Una estantería —realizada a medida por Ebanistería Gomar— convive con los muebles de los clientes. Las arquitectas Alessandra Faraone y Valeria Merola dibujaron un banco de obra en el patio. La mesa exterior es de Ikea. MARCELA GRASSII

Los arquitectos ubicaron casi todos los dormitorios y los dos baños arriba para convertir la planta baja abierta en el lugar amplio de convivencia para comidas, reuniones y ocio. El resto es la compañía del ficus y la sombra del limonero, la buganvilla y las persianas enrollables; la comodidad doméstica de pisar roble macizo, las huellas de vidas anteriores en las vigas de madera y las bovedillas cerámicas, la presencia de las plantas trepadoras y las vistas: un oasis inesperado en este rincón denso de la ciudad.

Las arquitectas aprovecharon la altura de la planta baja para colocar una cama en altillo. Los armarios son de Ikea.MARCELA GRASSII
Uno de los dos baños de la casa, el de la pareja, revestido con cerámica Vogue y pavimento deparqué de roble macizo en espiga. La bañera y el mueble lavamanos fueron hechos a medida. Con puertas revestidas de acero inoxidable, y dibujada a medida,MARCELA GRASSII
La escalera arrinconada comunica las dos plantas. En el DM lacado de acceso hay recortado un lucernario para dar luz al baño.MARCELA GRASSII
Vista desde el patio-jardín con un jazmín que trepa por la medianera y agapantos.MARCELA GRASSII


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