Periodismo deportivo culto, con sentido del humor y sin bufanda
Las retransmisiones de Axel Torres y José Sanchis durante el pasado Mundial significaron un soplo de fresco en un negociado a veces proclive al chiste zafio y el análisis pedestre
Axel Torres y José Sanchis han recorrido medio planeta siendo la voz del fútbol. Forman tándem desde 2008, pero gran parte de la afición española descubrió su química en directo durante la pasada Copa del Mundo de Qatar. Son capaces de transmitir esa pasión desde el sentido del humor y un común interés por la historia, la geografía, la filosofía o el cine.
Sanchis (Palma de Mallorca, 38 años) asegura que siempre puede contar con que Torres (Sabadell, 40 años), al que considera un profesional “muy ponderado, muy ho...
Axel Torres y José Sanchis han recorrido medio planeta siendo la voz del fútbol. Forman tándem desde 2008, pero gran parte de la afición española descubrió su química en directo durante la pasada Copa del Mundo de Qatar. Son capaces de transmitir esa pasión desde el sentido del humor y un común interés por la historia, la geografía, la filosofía o el cine.
Sanchis (Palma de Mallorca, 38 años) asegura que siempre puede contar con que Torres (Sabadell, 40 años), al que considera un profesional “muy ponderado, muy honesto, y una fiera comunicativa”, le eche “un oportuno capote” en los raros momentos en que se atasca en las retransmisiones. Torres destaca de su compañero “la velocidad mental, la originalidad, el ingenio y los recursos lingüísticos”. Coinciden en su rechazo al periodismo de bufanda, aunque ostentan sin disimulo sus simpatías deportivas (Torres es seguidor del Club Esportiu Sabadell y Sanchis vibra con el Real Mallorca). Esto les da una perspectiva un tanto periférica y les convierte en agnósticos en la gran confrontación cultural entre el Barcelona y el Real Madrid. “Se nos acusa de hipócritas, como si elegir entre el Real Madrid y el Barcelona fuese una necesidad existencial y lo contrario resultase sospechoso”, añade Torres. Para Sanchis, la clave del periodismo deportivo consiste en “contar con ecuanimidad lo que ocurre en la cancha”. Torres completa la idea: “Si el Cádiz se enfrenta al Real Madrid o el Barcelona al Rayo Vallecano, tanto el Cádiz como el Rayo merecen ser tratados como competidores, no como meros comparsas”.
El fútbol les viene casi de cuna. Torres se recuerda “con apenas siete años” rebosando de entusiasmo durante el Argentina-Camerún que inauguró el Mundial de Italia de 1990. Hasta entonces, el fútbol era el deporte que había empezado a apreciar gracias a la serie de animación Campeones, con Oliver y Benji, sus “primeros ídolos”. En la adolescencia llegó a soñar “con ser algún día portero del Sabadell”. Sanchis creció dándole patadas a un balón en la playa o “colándose en invierno en hoteles vacíos para echar un partidillo en sus pistas de fútbol sala”. Su primer mundial fue el de 1994 en EE UU y en Romário encontró un primer objeto de fascinación.
Se declaran más frikis que mitómanos. En especial, Torres, al que fascina el fútbol esloveno hasta el punto de haber viajado en siete ocasiones a la pequeña república. En 11 ciudades, crónica de sus viajes como periodista deportivo que se publicó en 2013, dedica un capítulo a Medvode, pueblo esloveno de 5.000 habitantes en el que “no hay nada, pero ha resultado una insólita cantera de futbolistas”. Sanchis recuerda el día en que coincidieron “en un restaurante argentino de Colonia con uno de los ídolos de Axel, Milivoje Novakovic, integrante de la selección eslovena de 2010: se sentó a tomarse un chupito con nosotros y nos acabó contando que su primera novia era de Medvode. Casi muero de la risa. Axel y yo podríamos discutir durante horas sobre si Novakovic era o no mejor que Borja Valero”. Tampoco llegan a grandes conclusiones. En el fútbol, remata Torres, “casi todo es relativo”. “Nunca nos pondremos de acuerdo ni en cuestiones como cuál ha sido el mejor jugador de la historia”. Sanchis tiene un veredicto provisional: “Las obras completas de Messi son insuperables, pero el mejor libro lo escribió Maradona en México, en ese mes de junio de 1986″.