Cuando Chufy encontró a Rossy: dos amigas, una isla y una colección de moda
La diseñadora argentina Sofía Sánchez de Betak, conocida por su alias Chufy, ha creado una colección inspirada en la actriz Rossy de Palma para este verano. La celebración de la amistad de dos viejas amigas unidas por el cariño y por Mallorca.
“Ha salido todo a la velocidad de Rossy”, explica Sofía Sánchez de Betak sobre la colección cápsula que acaba de hacer en colaboración con Rossy de Palma. “Hicimos el lookbook en una hora. Es que, mírala, lo tiene todo clarísimo”, comenta mientras señala a la ac...
“Ha salido todo a la velocidad de Rossy”, explica Sofía Sánchez de Betak sobre la colección cápsula que acaba de hacer en colaboración con Rossy de Palma. “Hicimos el lookbook en una hora. Es que, mírala, lo tiene todo clarísimo”, comenta mientras señala a la actriz, que se está atando varios pañuelos a la cintura y diciéndole al fotógrafo de la sesión cómo quiere posar exactamente. Chufy, la marca de Sánchez de Betak y el apodo por el que la conocen desde niña, nació en 2017 como una firma de prendas fluidas y estampados coloridos que invitan, sostiene la diseñadora, a tener una actitud “vacacional, relajada y optimista, aunque sea en la ciudad”. Se diseñan en Argentina, su país de origen, con un equipo de 12 personas. Las prendas se producen artesanalmente en la India.
Lo que empezó hace cinco años como una marca modesta, casi como una afición, inspirada en los múltiples viajes de Sofía, es hoy una empresa de tamaño medio que vende en templos del lujo como The Webster, Saks o Faline Tokyo y que viste a Alicia Keys, Liv Tyler y Blake Lively, entre muchas otras. “Cuando empezó la pandemia pensé en dejarlo, porque algo me decía que no iba a ser cosa de dos meses. Hice números para pagar finiquitos, y el día que iba a reunirme con mi equipo para comunicárselo no sé qué me pasó que hice lo contrario: le dije a mi directora de diseño que necesitábamos tenerlo todo en una semana. Y aquí seguimos”.
Fue durante aquellos meses cuando cayó en la cuenta de que no quería crear en soledad. “Y sobre todo no quería que el foco de la marca fuera yo”, dice. Además de empresaria, es directora de arte y consultora digital; su Instagram roza el medio millón de seguidores. El año pasado llevó a cabo una colaboración con el grafitero André Saraiva. Esta vez, Rossy de Palma ha sido la elegida. “No lo llamaría colaboración, es más una inspiración. Ella me presentaba ideas y yo iba eligiendo. El mérito es suyo”, comenta la actriz, cantante y modelo. “El principal punto de partida fue la ópera china, que me recuerda mucho a ella”, relata la diseñadora. Después, De Palma concretó imágenes y le bajó los colores. “Porque ya tengo el ojo muy entrenado para estas cosas, y sé que a Chufita y a mi hija Luna les gustan más neutros”, comenta la actriz.
Son amigas desde hace años y ambas reconocen que, en el fondo, todo esto ha sido una excusa para pasar más tiempo juntas. “Conozco a Álex [marido de Sofía y creador de la agencia Bureau Betak] desde que tenía 17 años porque él le hacía los desfiles a Sybilla. Por eso se compraron una casa en Deià, porque siempre han estado muy cerca de Mallorca”, rememora la intérprete nacida hace 57 años en Palma, que recuerda: “Chufy me contactó hace mucho, cuando vivía en Nueva York, para que participara en la campaña de una perfumería de lujo de Buenos Aires. Y ahí conectamos”. Realizar esta colaboración le ha permitido reconectar con su pasado: “Diría que antes que artista soy artesana. Toda mi vida me he hecho la ropa porque era todo carísimo. Primero hacía vestidos que vendía en el mercadillo de Mallorca colgados de un árbol. Luego empecé a dibujar diseños que, fíjate, se han puesto de moda años después”. Rossy de Palma reconoce que ahora tiene la suerte de decir: “Hazme esto, y me lo hacen”, pero no descarta materializar esos bocetos que esbozaba en los noventa y que conserva. Eso sí, siempre colaborando con otros, “porque al final es lo bonito, inspirar y que te inspiren”.