Así se ve a sí mismo Ferran Adrià

Daniel Ochoa de Olza y María Arranz

“CON UN SEIS y un cuatro, la cara de tu retrato”, dice un juego de niños. Es la mínima expresión para dibujar un rostro que adquirirá personalidad según la grafía de cada uno. En el caso de Ferran Adrià podría decirse: “Cuatro ángulos agudos, tres líneas verticales y un punto, el retrato del chef más vanguardista del mundo”. Un delirio de síntesis, clarividencia y creatividad para un perfil que refleja un sorprendente parecido con el autor. Hay algo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

“CON UN SEIS y un cuatro, la cara de tu retrato”, dice un juego de niños. Es la mínima expresión para dibujar un rostro que adquirirá personalidad según la grafía de cada uno. En el caso de Ferran Adrià podría decirse: “Cuatro ángulos agudos, tres líneas verticales y un punto, el retrato del chef más vanguardista del mundo”. Un delirio de síntesis, clarividencia y creatividad para un perfil que refleja un sorprendente parecido con el autor. Hay algo de animal fantástico en ese cruce de líneas en el que sobresalen la frente, la nariz y la barbilla y en el que las ideas fluyen más allá de la realidad, bajo la atenta mirada de un ojo que todo lo ve. Detalles que hacen de lo ordinario algo extraordinario. La rotundidad de un genio de la cocina llevada a la expresión artística

Sobre la firma

Archivado En