La revolución del estilo

Edward Berthelot (GETTY IMAGES)

A VECES, en un mismo tiempo y espacio convergen dos realidades radicalmente opuestas que bien pueden aniquilarse como una partícula al encuentro de su antipartícula, o bien combinarse en favor de la sinergia. Algo así debió pensar este transeúnte que, en medio de la oleada de protestas protagonizadas por los chalecos amarillos en Francia, se plantó de esta guisa a las puertas del desfile de Céline durante la Semana de la Moda parisiense. Poco más se sabe de sus intenciones, estilísticas o polít...

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A VECES, en un mismo tiempo y espacio convergen dos realidades radicalmente opuestas que bien pueden aniquilarse como una partícula al encuentro de su antipartícula, o bien combinarse en favor de la sinergia. Algo así debió pensar este transeúnte que, en medio de la oleada de protestas protagonizadas por los chalecos amarillos en Francia, se plantó de esta guisa a las puertas del desfile de Céline durante la Semana de la Moda parisiense. Poco más se sabe de sus intenciones, estilísticas o políticas. Pero quizá su consigna fuera la de la simbiosis de ambas tendencias: para hacer la revolución hace falta tener presente la moda. Y la moda, bien enfocada, quizá también pueda llegar a ser revolucionaria. 

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