Juegos de niños
Carreras de barcos en el río, guerras de caballeros y escondites en la naturaleza salvaje. A lo largo de 10 años, el fotógrafo argentino César Lucadamo asistió como espectador a los momentos de recreo de sus hijos, con el fin de captar el alma del juego infantil. Un retrato de la diversión que evoluciona en paralelo con la edad.
ESTE TRABAJO es un seguimiento del juego de mis hijos a lo largo de su infancia. Como fotógrafo, intenté que mi mirada adulta interfiriera lo menos posible, para lograr así que se manifestara la esencia del juego infantil.
Inicié el proyecto a raíz de llevar a mis hijos a una escuela Waldorf, en la que el juego es una parte esencial del desarrollo en los primeros años de vida. Gracias a él, los niños desarrollan la voluntad como una fuerza motriz que les permite, a través de la imaginación, crear su propio universo.
Las fotografías fueron realizadas a lo largo de una década princ...
ESTE TRABAJO es un seguimiento del juego de mis hijos a lo largo de su infancia. Como fotógrafo, intenté que mi mirada adulta interfiriera lo menos posible, para lograr así que se manifestara la esencia del juego infantil.
Inicié el proyecto a raíz de llevar a mis hijos a una escuela Waldorf, en la que el juego es una parte esencial del desarrollo en los primeros años de vida. Gracias a él, los niños desarrollan la voluntad como una fuerza motriz que les permite, a través de la imaginación, crear su propio universo.
Las fotografías fueron realizadas a lo largo de una década principalmente en La Floresta, Barcelona. Esta zona boscosa sirvió como escenario para las luchas de caballeros y carreras de barcos de Miles, Iván y Simón, hasta que comenzaron a entrar en la adolescencia y empezaron a jugar a ser adultos. Rudolf Steiner lo explicó así: “En el juego imaginativo tiene lugar una purificación de la voluntad; y a través del juego, el niño halla las fuerzas motrices de la voluntad, y logra así su dominio”.