¿ Y si la mujer hubiera sido libre hace un siglo?
YA DE ADOLESCENTE, Acha-Kutscher experimentó en sus carnes los primeros zarpazos del machismo. “En Latinoamérica, y más en los ochenta, una chica no podía ir sola a la calle. Aún hoy, el acoso es constante”. Cuando se fue a trabajar a México, en 1985, fue víctima de la abusiva brecha salarial. Esas vivencias implantaron la semilla del feminismo en su interior. Una semilla que germinó cuando llegó a vivir a España en 2001 y conoció otra realidad: “Salí una noche sola a comprar cigarrillos y me sentí segura. Algo hizo clic en mi cabeza”. Ese día decidi...
YA DE ADOLESCENTE, Acha-Kutscher experimentó en sus carnes los primeros zarpazos del machismo. “En Latinoamérica, y más en los ochenta, una chica no podía ir sola a la calle. Aún hoy, el acoso es constante”. Cuando se fue a trabajar a México, en 1985, fue víctima de la abusiva brecha salarial. Esas vivencias implantaron la semilla del feminismo en su interior. Una semilla que germinó cuando llegó a vivir a España en 2001 y conoció otra realidad: “Salí una noche sola a comprar cigarrillos y me sentí segura. Algo hizo clic en mi cabeza”. Ese día decidió formar parte activa en la lucha feminista y convirtió a la mujer en el centro de su obra. Desde entonces, su arte está enfocado hacia la construcción de un futuro igualitario. En 2009, una exposición de Max Ernst –de collages elaborados a partir de folletines del siglo XIX– le dio la idea de reescribir también el pasado femenino. Así, a través de montajes que parecen reales, reivindica la historia que no fue, pero que pudo ser. Una memoria fotográfica en la que la mujer de principios del siglo XX es una mujer del siglo XXI.