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El espejo caleidoscópico de la guerra

Las prendas que llevaba Boabdil al ser derrotado en la batalla de Lucena. La casaca tiroteada de Prim. Los fusiles del maquis y los calcetines del dictador Franco con las iniciales bordadas por su esposa, Carmen Polo. Vestigios que esbozan la historia de España. Con ellos comienza el primer episodio de álbumes temáticos de destacados fotógrafos.

Las babuchas, realizadas con dos piezas de piel cosidas con hilo de lino, son de talla pequeña, proporcionada con la estatura del rey que sugiere la marlota: 165 centímetros de altura. La ropa fue tomada como botín de guerra.Sofía Moro
Máscara mortuoria de Napoleón Bonaparte en bronce. Del rostro de Napoleón solo se produjeron dos máscaras después de morir el 5 de mayo de 1821. La primera se realizó a las pocas horas; se cree que se encuentra en manos privadas. La segunda se hizo dos días después, poco antes de que el cuerpo fuera enterrado. De esta se sacaron numerosas copias, entre ellas la de la imagen.Sofía Moro

Testera de caballo, parte de un arnés de gala para infantería. En acero, oro y plata.

Los elementos decorativos de la armadura –la estrella de cinco puntas, dos palmas cruzadas dentro de una corona ducal y una F mayúscula– la identifican con su dueño, don Gómez Suárez de Figueroa, III duque de Feria (1587-1634).

Sofía Moro

Levita de paisano que vestía el general Juan Prim y Prats en el atentado que le costó la vida.

El 27 de diciembre de 1870, a última hora de la tarde, el general Prim salió del Congreso en mitad de una fuerte nevada. Dos hombres armados dispararon varias veces contra su berlina. Recibió siete balas en el hombro. La que pudo originar la infección que lo mató tres días más tarde, según su médico, iba envuelta en algodón.

Sofía Moro

Micrófono usado por el general franquista Gonzalo Queipo de Llano y Sierra desde Unión Radio Sevilla.

Queipo utilizó la radiodifusión como arma psicológica en la Guerra Civil. Todos los días, a las diez de la noche, con el fin de amedrentar al enemigo y animar a los partidarios nacionalistas en zona republicana, se burlaba de los dirigentes de la República y exaltaba la virilidad de legionarios y regulares.

Sofía Moro
Una carta, un bolígrafo, medio puro, un imperdible, un lápiz y un cordel. Estos objetos fueron hallados en el bolsillo de un soldado sublevado, o franquista, muerto en los combates de la Ciudad Universitaria de Madrid durante la guerra civil española (1936-1939).Sofía Moro
Coche Marmon 24, fabricado por la estadounidense Nordike & Marmon (1917). Es el vehículo en el que fue asesinado Eduardo Dato, presidente del Consejo de Ministros y jefe del partido conservador, en marzo de 1921. Se dirigía a su casa tras finalizar la sesión del Senado cuando los anarquistas Ramón Casanellas, Luis Nicolau y Pere Mateu se aproximaron subidos a una motocicleta con sidecar y dispararon más de cuarenta veces sobre el vehículo.Sofía Moro
Despacho del general Moscardó en el Alcázar de Toledo, presidido por su retrato. Este despacho es el único vestigio visitable del asedio republicano que sufrió el Alcázar durante la Guerra Civil. En la pared se aprecian los impactos de metralla. José Moscardó dirigió las tropas franquistas desde ese habitáculo de 25 metros cuadrados durante los primeros días de la contienda. Los 1.800 habitantes del edificio resistieron los bombardeos durante 70 días.Sofía Moro
Zapatos Segarra y calcetines bordados pertenecientes a Francisco Franco. El fabricante de calzado Silvestre Segarra Bonig logró convertir su fábrica de calzado en imperio gracias a su amistad personal con Franco. En la foto de la izquierda, un par de zapatos que pertenecieron al dictador y unos calcetines bordados por Carmen Polo con las iniciales F. F.Sofía Moro