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En el taller del artista más cotizado

Crónica de un día en la cúspide del arte contemporáneo en compañía de Jeff Koons en Nueva York. En la factoría del artista vivo más cotizado del mundo, donde 160 personas trabajan en hacer realidad sus sueños, cabe todo su universo desde los perritos de acero inoxidable hasta los juguetes hinchables y las estrellas del pop de porcelana. Amado y odiado por la crítica a partes iguales, aunque adorado por las masas, el artista reúne cuatro décadas de carrera en una retrospectiva que llega al Guggenheim de Bilbao tras haber batido marcas a su paso por Nueva York y París.

Una legión de artistas jóvenes trabaja en el taller de pintura de Jeff Koons, siguiendo fielmente sus dictados. Al fondo, el óleo sobre lienzo 'Antiquity (Ariadne Titian Venus and Adonis Satyr), Work in Progress'.Ana Nance
Detalle de una de las pinturas de la serie 'Antiquity', en la que Jeff Koons mezcló sin prejuicios referencias pictóricas de la historia con imágenes encontradas en un irreverente 'collage' pop. En la imagen, una de ellas aguarda para ser retocada por sus ayudantes en el taller de pintura del estudio que el artista tiene en Nueva York.Ana Nance
El gusto por los artefactos hinchables es una de las características más inmediatamente reconocibles en el trabajo del artista estadounidense. Aquí, un forzudo ungido con un yugo, perteneciente a la serie 'Hulk Elvis'.Ana Nance
Los flotadores que Koons empleó en el proyecto 'Popeye', concretamente en la pieza 'Seal Walrus (Chairs)'.Ana Nance
Paleta de artista que hay en el taller de pintura. Koons nunca interviene manualmente en el proceso.Ana Nance
En la sección dedicada al diseño de tres dimensiones reina la concentración. Las investigaciones que se llevan a cabo aquí dan como resultado sus ambiciosas esculturas de acero.Ana Nance
Un elemento importante de la obra de Koons es el uso de los reflejos. Es su forma, dice, de “involucrar al espectador en la pieza”. En el retrato está sosteniendo una de las bolas de jardín reflectantes que empleó en la serie 'Gazing Ball' (2013), para la que hizo construir esculturas de corte clásico a las que añadió las bolas en cuestión, regalo de su anciana madre.Ana Nance
Jeff Koons da una enorme importancia al color exacto de sus enormes esculturas de acero pulido. Su equipo puede pasar meses buscando el tono perfecto de azul que el escultor necesita.Ana Nance
El exterior de la factoría Koons, que está situada en el artístico barrio de Chelsea de Nueva York, en una zona pegada al río.Ana Nance