El mundo como es

'Hello, world' genera la sospecha de que uno mismo está incluido en otra y muy semejante pared de vídeos

La obra de arte más interesante que he visto este año se titula Hello, world (o sea, Hola, mundo), de Christopher Baker. Se expone en Big bang data, ahora en Barcelona, en otoño en Madrid. ¡Felicidades a los comisarios Olga Subirós y José Luis de Vicente!

Hola, mundo consiste en una gran pared llena de diminutas pantallas de ordenador en las que se proyectan los diarios hablados de miles de personas en YouTube.

Antes la gente escribía su diario en un cuaderno secreto, pero las cosas han cambiado y la vida privada se expone en la Red.

Todas esas vidas explicándose ...

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La obra de arte más interesante que he visto este año se titula Hello, world (o sea, Hola, mundo), de Christopher Baker. Se expone en Big bang data, ahora en Barcelona, en otoño en Madrid. ¡Felicidades a los comisarios Olga Subirós y José Luis de Vicente!

Hola, mundo consiste en una gran pared llena de diminutas pantallas de ordenador en las que se proyectan los diarios hablados de miles de personas en YouTube.

Antes la gente escribía su diario en un cuaderno secreto, pero las cosas han cambiado y la vida privada se expone en la Red.

Todas esas vidas explicándose generan un runrún de termitero y con él la certeza de que ésa es la música de la humanidad:

“Esta mañana me he levantado, luego he ido a la tienda… No estaba yo de muy buen humor… Mi marido dice que…”.

Hello, world no sólo resume la tontorrona vida de “los otros”, sino que genera la sospecha de que uno mismo está incluido en otra y muy semejante pared de vídeos.

(Azúa tiene un apunte sobre esto en su blog Abierto a todas horas: sobre el cacareo de millones de seres humanos convencidos de que lo que les pasa es interesante y que gracias a la moderna técnica pueden publicarlo, haciendo un ruido que apaga toda aportación original).

¿Creías que tu vida era particular? Ah.

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