El paro sube en agosto en Estados Unidos al 3,8%, pero la creación de empleo sigue siendo fuerte
La economía creó 187.000 empleos en el mes, más de lo esperado por los analistas
Estados Unidos generó 187.000 empleos en agosto, según los datos difundidos este viernes por el Departamento de Trabajo. La tasa de paro sube tres décimas, hasta el 3,8%, alejándose del mínimo en medio siglo. La mayor economía del mundo encadena 32 meses consecutivos de creación de empleo en los que ha sumado más de 13,7 millones de puestos de trabajo. La economía estadounidense no termina de dar síntomas de enfriamiento suficientes tras las agresivas subidas de tipos de interés aprobadas por la Reserva Federal para ...
Estados Unidos generó 187.000 empleos en agosto, según los datos difundidos este viernes por el Departamento de Trabajo. La tasa de paro sube tres décimas, hasta el 3,8%, alejándose del mínimo en medio siglo. La mayor economía del mundo encadena 32 meses consecutivos de creación de empleo en los que ha sumado más de 13,7 millones de puestos de trabajo. La economía estadounidense no termina de dar síntomas de enfriamiento suficientes tras las agresivas subidas de tipos de interés aprobadas por la Reserva Federal para combatir la inflación, pero se encuentra en una encrucijada en que no está clara su dirección inminente.
Los analistas esperaban que la creación de empleo fuese de 170.000 puestos y que la tasa de paro se situase en el 3,5%. De ese modo, paradójicamente, aunque la creación de empleo ha sido mayor que la esperada, el paro ha repuntado. El empleo se mide en Estados Unidos con dos encuestas que a veces arrojan datos algo contradictorios. La encuesta a las empresas es la más seguida para medir la creación de empleo. En cambio, la tasa de paro se calcula con la encuesta a los hogares, que entre sus mediciones incluye la población activa.
En este caso, ambas reflejan una fuerte creación de empleo en el entorno de los 200.000 puestos. El aumento de la tasa de paro se debe a un gran incremento de la población activa, de 736.000 personas en el mes, que hace que el número de desempleados aumente en más de medio millón y la tasa de paro se sitúe en su máximo desde febrero del año pasado.
Los 187.000 empleos creados son menos que la media de 271.000 puestos de trabajo mensuales del último año. Sin embargo, una vez revisados a la baja los datos de junio (de 185.000 a 105.000 empleos generados) y de julio (de 187.000 a 157.000), implican una aceleración que nadie esperaba. La salud, junto a la hostelería y el ocio, fueron los principales motores del empleo. Los servicios de atención sanitaria ambulatoria, los centros de enfermería y residencias y los hospitales sumaron entre los tres 72.000 puestos, mientras que el sector del ocio y la hostelería sumó 40.000 empleados. La huelga de actores y la bancarrota de la empresa de transporte de mercancías por carretera Yellow han hecho que el empleo descienda en esos sectores.
En agosto, el salario medio por hora de los asalariados del sector privado no agrícola aumentó 8 centavos, el 0,2%, hasta 33,82 dólares. En los últimos 12 meses, el incremento es del 4,3%, en línea con las previsiones, pero más alto de lo que le gustaría a los responsables de a política monetaria para prevenir que la inflación se enquiste en la economía con una espiral de precios-salarios.
Cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo hace una semana en el simposio de Jackson Hole (Wyoming) que los próximos pasos de la política monetaria se darían “cuidadosamente”, reforzó la idea de que habrá una pausa en la reunión del 20 de septiembre. Powell, eso sí, también dejó claro que la inflación sigue siendo “demasiado alta” y que el banco central está dispuesto a subir más los tipos desde el actual nivel del 5,25%-5,5%, lo que hizo entender que una subida adicional de 0,25 puntos puede estar sobre la mesa en las reuniones de noviembre o diciembre.
Aunque la Reserva Federal da mucha importancia a la evolución del mercado de trabajo, el dato de este viernes no tiene la apariencia de poder alterar esos planes, al igual que otros que se han ido conociendo durante la semana que apuntan a un enfriamiento de la economía, pero que parece menos convincente de lo que le gustaría a Powell.
Por un lado, el Departamento de Comercio ha revisado a la baja la estimación de la evolución del producto interior bruto en el segundo trimestre. Donde antes calculaba un crecimiento a una tasa anualizada del 2,4% (un 0,6% trimestral), lo ha dejado en un 2,1% (un 0,5% trimestral).
Por otro, el número de vacantes de empleo descendió a 8,8 millones el mes pasado, según informó el martes el Departamento de Trabajo, la cifra más baja desde marzo de 2021 y por debajo de los 9,2 millones de junio, cifra revisada también a la baja desde 9,6 millones. Pero la cifra sigue siendo alta e implica 1,5 empleos disponibles por cada parado.
También se redujo a 3,5 millones, el mínimo desde febrero de 2021, el número de personas que dejan su trabajo, pero de nuevo el descenso viene desde cotas extremadamente altas durante la pandemia que llevaron a bautizar el fenómeno como “la gran dimisión”. Eso sí, la sensación general es que ya no es tan fácil encontrar un trabajo como hace unos meses.
En cambio, un dato de evolución de los precios muy vigilado por la Fed, relativo a los gastos personales, repuntó en julio del 3% al 3,3%, una señal adicional de que la batalla contra la inflación no está ganada, como dejaron claro Powell y otros miembros del comité de política monetaria del banco central la semana pasada en Jackson Hole.
Con 32 meses consecutivos de creación de más de 100.000 empleos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, trata de que cale el mensaje de que la economía va bien, pero los ciudadanos, preocupados por el hachazo de la inflación, no se muestran muy convencidos. Este viernes ha convocado una comparecencia en la Casa Blanca para insistir en su mensaje de optimismo. En ella no solo ha subrayado que se crearon más empleos en sus dos primeros años de presidencia que en cualquier mandato de dos años anterior, sino que ha aludido expresamente a su “predecesor”, Donald Trump, para recordar que durante su mandato se perdió empleo. Lo que no ha dicho es que la pandemia fue en gran medida la causante de ambas cosas.
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