La economía de Estados Unidos se frena y crece solo a un ritmo del 1,1% en el primer trimestre
La actividad se frena por las subidas de tipos de interés, pero encadena tres trimestres al alza
La economía de Estados Unidos empieza a notar las subidas de los tipos de interés. El producto interior bruto (PIB) de la primera potencia mundial creció a una tasa trimestral anualizada del 1,1%, según los datos difundidos este jueves por el Departamento de Comercio. Es una cifra inferior a la que se esperaba y equivale a una tasa trimestral de apenas el 0,3%, menos de la mitad que el trimestre anterior. A pesar de la inflación, los consumidores siguen siendo el motor de la e...
La economía de Estados Unidos empieza a notar las subidas de los tipos de interés. El producto interior bruto (PIB) de la primera potencia mundial creció a una tasa trimestral anualizada del 1,1%, según los datos difundidos este jueves por el Departamento de Comercio. Es una cifra inferior a la que se esperaba y equivale a una tasa trimestral de apenas el 0,3%, menos de la mitad que el trimestre anterior. A pesar de la inflación, los consumidores siguen siendo el motor de la economía, pero las subidas de tipos pasan factura a la inversión empresarial y el sector inmobiliario.
“El aumento del PIB real refleja incrementos en el gasto de los consumidores, las exportaciones, el gasto del Gobierno federal, el gasto de los gobiernos estatales y locales y la inversión fija no residencial, que se vieron compensados en parte por descensos en la inversión en inventarios privados y la inversión fija residencial. Las importaciones, que restan en el cálculo del PIB, aumentaron”, resume el Departamento de Comercio.
El consumo crece a un ritmo anualizado del 3,7%, pese a estar ajustado por la inflación. Los consumidores gastaron más en productos como los coches y en servicios como la asistencia sanitaria y los servicios de restauración y alojamiento. Dentro del gasto público federal, el aumento estuvo liderado por el gasto no relacionado con la defensa. El aumento de los gastos de las administraciones estatales y locales se debió principalmente a la remuneración de los empleados.
Según la primera estimación, sujeta a dos revisiones, el crecimiento es claramente menor que el ritmo anualizado del 2,6% con que se despidió 2022, equivalente a una tasa trimestral del 0,7%, pero supone el tercer dato consecutivo de expansión de la economía. La actividad se contrajo en los dos primeros trimestres de 2022, pero por factores extraordinarios relacionados sobre todo con el comercio internacional y la variación de existencias que impiden hablar de recesión.
El mercado laboral estadounidense ha dado señales de fortaleza y el paro se encuentra cerca de los niveles más bajos del último medio siglo, lo que impulsa los salarios y el consumo. La inflación se ha reducido nueve meses consecutivos desde los máximos de junio del año pasado, pero sigue siendo muy alta y se ha enquistado en los servicios. La inflación general bajó del 6% de febrero al 5% de marzo, su nivel más bajo desde mayo de 2021, pero la inflación subyacente subió una décima hasta el 5,6% y ya supera a la general, de modo que los culpables del aumento de los precios ya no son tanto los alimentos y la energía como el resto de productos y servicios.
En un año, la Reserva Federal ha acometido las subidas de los tipos de interés más agresivas desde comienzos de la década de los ochenta. El ciclo de subidas comenzó en la reunión de marzo del año pasado, cuando el precio del dinero estaba cerca de cero, y ha continuado hasta marzo pasado, cuando lo elevó al 4,75%-5%. Pese a ello, el banco central no ha logrado enfriar la demanda lo suficiente para que la inflación subyacente esté bajo control. El consumo sigue tirando de la economía, aunque sectores más sensibles al precio del dinero, como el inmobiliario, sí están notando cómo las subidas de tipos lastran su actividad.
En marzo se desató además la tormenta financiera provocada por la caída de Sillicon Valley Bank y de Signature Bank, cuyos coletazos aún continúan. Esa inestabilidad endurece las condiciones financieras y puede tener un efecto similar al de una subida adicional de los tipos al restringir el crédito.
La Reserva Federal se reúne la semana próxima y se plantea si hacer una pausa en las subidas de tipos ante la inestabilidad financiera. El frenazo en el crecimiento puede ser una señal de que el endurecimiento de la política monetaria da sus frutos. El banco central busca un aterrizaje suave: frenar la economía sin que entre en recesión. El dato de este jueves iría en esa línea, pero los economistas de la Reserva Federal creían en marzo que la primera economía mundial se encamina hacia una “recesión suave” a finales de año.
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