Frenazo en el mercado hipotecario: julio registró la menor tasa de crecimiento en 17 meses
En el séptimo mes se firmaron unos 36.000 préstamos para vivienda, un aumento del 2,3%, frente al 12% de junio y el 24% de mayo, y hubo más hipotecas fijas que nunca
El mercado hipotecario pierde inercia a marchas aceleradas. En julio, el mismo mes en que el Banco Central Europeo elevó los tipos de interés oficiales por primera vez en 11 años, se constituyeron en España 35.918 hipotecas sobre vivienda. Es tan solo un 2,3% más que en el mismo mes de 2021, un porcentaje inaudito en los últimos tiempos, con un sector que venía lanzado desde que las economías occidentales comenzaron a pasar la página de la pandemia. Y eso que, pese a la simbó...
El mercado hipotecario pierde inercia a marchas aceleradas. En julio, el mismo mes en que el Banco Central Europeo elevó los tipos de interés oficiales por primera vez en 11 años, se constituyeron en España 35.918 hipotecas sobre vivienda. Es tan solo un 2,3% más que en el mismo mes de 2021, un porcentaje inaudito en los últimos tiempos, con un sector que venía lanzado desde que las economías occidentales comenzaron a pasar la página de la pandemia. Y eso que, pese a la simbólica coincidencia con el cambio de rumbo de la política monetaria, la estadística publicada este miércoles por el INE todavía no recoge su impacto: por el retardo con el que se registran las hipotecas, de momento solo se aprecia una ligera subida de los intereses, nada que ver, por la evolución diaria del euríbor, con lo que ya se sabe que está por llegar.
Pero a la vez, el mal dato estadístico lleva el sello inconfundible de un escenario económico que no deja de deteriorarse desde que comenzó la guerra de Ucrania y la inflación se desbocó. “Los datos de julio muestran claramente la desaceleración del crecimiento prevista por otros indicadores adelantados y que esperamos que se confirme en los próximos meses”, apunta Juan Villén, portavoz de Idealista. En otras palabras, lo peor está por llegar. El experto del portal, en una nota remitida a los medios, vaticina para la segunda mitad del año una “ralentización del crecimiento, encarecimiento de las hipotecas y prevalencia del tipo fijo sobre el variable”.
Ante la esperada subida del euríbor (que es una tasa de interés interbancaria, pero sirve como referencia de los préstamos variables y oscila en sintonía con los tipos oficiales del BCE), muchos prestatarios españoles llevan meses intentando blindarse con hipotecas fijas. En julio, de hecho, se alcanzó el porcentaje más elevado de este tipo de préstamos: un 75,4% de los préstamos para vivienda que se constituyeron contemplaban esta modalidad. De entrada es más caro, el tipo de interés medio fue del 2,68% frente al 2,02% de las hipotecas variables, pero tiene la ventaja de que no cambiará en todo el tiempo que dure el contrato con el prestamista. Nunca hasta ahora se habían firmado tantas hipotecas fijas en un solo mes: cuando se inició la recogida de datos por el INE, en 2009, estos préstamos apenas superaban el 3% del total. Sin embargo, desde hace unos años empezaron a crecer, la pandemia los espoleó y el anunciado cambio de política monetaria (que en EE UU y otros bancos centrales se inició mucho antes que en Europa) le ha dado un impulso sin precedentes.
Otra cosa que también creció en julio fue el importe medio de las hipotecas. Este alcanzó los 146.445 euros, un 8,1% más que el mes de julio anterior. El plazo medio para la devolución fue de 25 años. En conjunto, el capital que prestaron los bancos para la compra de viviendas superó los 5.260 millones de euros, lo que supone un 10,6% más que un año antes. En este aspecto, el mercado muestra la inercia de los últimos tiempos: en lo que va de año, el capital prestado supera en un 23% al mismo periodo de 2021.
De hecho, el frenazo que han vivido las hipotecas se entiende mejor echando la vista atrás. La estadística suma 17 meses consecutivos de crecimiento y en todos (con la excepción de abril de este año, cuando cayó la semana santa) crecían los préstamos para vivienda con porcentajes interanuales de doble dígito. En tres meses, el sector ha pasado de un incremento del 24% en mayo, al 12% en junio y, ahora, un 2,3% en julio.
En seis comunidades autónomas, el estancamiento se convirtió directamente en un retroceso. Madrid es la que tuvo un peor comportamiento (-16,2%), seguida de Canarias (-13%) y La Rioja (-12,8%). Pero también Navarra, País Vasco y Extremadura cayeron más de un 5% con respecto al año pasado. Después hay un grupo de comunidades que mostraron un crecimiento débil, en torno a la media nacional (Castilla y León, Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia). El resto sí vieron incrementos superiores, con un notable 21% en Cataluña y un 19,8% en Baleares.
Las diferencias reflejan un momento de transición de mercado, en el que parece difícil que no se vayan a deteriorar los datos en todos los territorios. Como explica María Matos, directora del departamento de estudios de Fotocasa, “los primeros meses de 2022 estaban superando los datos históricos recogidos en 2021 y este iba a ser uno de los mejores años hipotecarios desde hace más de 10 años”. Pero el cambio de rumbo del BCE para combatir la inflación (subida de los tipos de interés de 0,5 puntos en julio, de 0,75 puntos en septiembre, y previsión de nuevas alzas en lo que queda de año) “va a impactar de lleno en el sector inmobiliario y va a hacer que la compra de vivienda mediante hipotecas se frene”, concluye la experta.