Los salarios experimentaron entre enero y marzo de 2021 su mayor aumento en dos años

El coste laboral alcanzó los 2.605 euros en los primeros tres meses, rompiendo con una secuencia de tres trimestres a la baja, según el INE

Una empleada de una farmacia madrileña coloca un cartel en su interior el pasado 1 de febrero.Mariscal (EFE)

Los estragos económicos derivados de la crisis sanitaria de la covid, aunque siguen presentes, empiezan a difuminarse. Con el programa de vacunación avanzando a buen ritmo y el verano a la vuelta de la esquina, las mejores previsiones económicas pronostican un pequeño oasis tras meses de apreturas. El horizonte es esperanzador y el pasado más reciente tam...

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Los estragos económicos derivados de la crisis sanitaria de la covid, aunque siguen presentes, empiezan a difuminarse. Con el programa de vacunación avanzando a buen ritmo y el verano a la vuelta de la esquina, las mejores previsiones económicas pronostican un pequeño oasis tras meses de apreturas. El horizonte es esperanzador y el pasado más reciente también ofrece motivos para el optimismo: el coste laboral medio de los trabajadores ―donde se suman tanto los salarios como las cotizaciones― se incrementó en el primer trimestre de 2021 comparado con el mismo periodo del año pasado. La cifra media alcanzó los 2.605,61 euros, lo que supone un avance del 1,4%, según ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).

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Este aumento es sintomático, ya que supone la ruptura de la secuencia a la baja que arrastraba en las series estadísticas durante los tres trimestres anteriores. Con el repunte, se rompen nueve meses de descensos y se confirma la mayor alza interanual desde 2019. La dimensión del rebote adquiere su verdadera dimensión cuando se contrapone con los peores registros contabilizados desde la irrupción de la pandemia en marzo del año pasado: entonces, en el segundo trimestre de 2020, el coste laboral medio se desplomó un 8,3%, la mayor caída en 20 años.

La obtención de la media del coste laboral depende del volumen de trabajadores, y si algo provocó el coronavirus y la consiguiente caída de la actividad fue el uso masivo de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). En esta situación, los trabajadores no ingresan su salario, sino que reciben las prestaciones abonadas por el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) ―aunque en algunos casos estas son complementadas adicionalmente por parte de las empresas hasta llegar al 100% de su nómina―. La paulatina reactivación de esta bolsa de empleados suspendidos en los últimos meses como consecuencia del levantamiento de las restricciones se esconde detrás del aumento del primer trimestre.

Atendiendo a los datos del INE, también hay otros focos que iluminan esta reactivación. El mayor, que entre enero y marzo los salarios (cuenta las remuneraciones en metálico y en especie) subieron un 1% interanual ―el mayor aumento desde finales de 2019―, hasta los 1.907,8 euros por trabajador y mes. Y el segundo, que las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social (el componente más importante dentro de los otros costes) también ascendieron hasta los 634,09 euros; lo que supone un 1,6% más que en el primer trimestre de 2020.

Otros dos aumentos recogidos por el INE son los experimentados en el coste laboral por hora efectiva (+3,5%; hasta los 20,63 euros); y el coste laboral por hora pagada (+0,5% interanual, hasta los 17,31 euros).

Sectores al alza

Con la corriente a favor ―al menos de momento―, la mejora en las condiciones de trabajo está representada especialmente en aquellos sectores que tendrán un papel clave en la reactivación de la economía. Según un estudio de Adecco, los sectores de la energía, farmacéutica y química, distribución, salud, IT y digital (ordenadores y telecomunicaciones) y logística prevén subidas de sueldos en algunas posiciones durante este año. Sin embargo, el documento asegura que “estos sectores todavía enfrentan problemas y retos importantes, pero evolucionan de forma positiva”. También prevé que en los próximos meses tengan que hacer frente a fuertes reestructuraciones, “lo que hará que los sueldos se estanquen”.

En el lado opuesto de la balanza salarial se alojan la hostelería y el turismo, cuyo futuro es más incierto, por tratarse de los vectores productivos que concentran a un mayor número de trabajadores acogidos todavía a un ERTE. “En 2019 era el sector que ofrecía más empleo en nuestro país, pero se ha desplomado por falta de actividad”, sentencia el estudio. Sin embargo, el levantamiento de las restricciones sanitarias ha permitido que el sector servicios, primordial en la economía española, haya logrado recuperar progresivamente su actividad, y encare con más optimismo la temporada estival.

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