El campo se ‘uberiza’

Coag estima que 345.000 trabajadores agrícolas pasarán a ser “autónomos asalariados” de multinacionales

Un operario trabaja con un tractor en Morata de Tajuña (Madrid). CRISTÓBAL MANUEL

Los 345.000 agricultores profesionales, pequeños y medianos empresarios que constituyen la base de la actividad agraria española están abocados a convertirse —una gran parte ya lo son— en “asalariados” autónomos de oligopolios empresariales, empresas integradoras o de grandes corporaciones agroalimentarias apoyadas por fondos de inversión como consecuencia del cambio de modelo de producción que se está dando en el sector. Esta es la principal conclusión de un estudio de la organización agraria Coag sobre la evoluci...

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Los 345.000 agricultores profesionales, pequeños y medianos empresarios que constituyen la base de la actividad agraria española están abocados a convertirse —una gran parte ya lo son— en “asalariados” autónomos de oligopolios empresariales, empresas integradoras o de grandes corporaciones agroalimentarias apoyadas por fondos de inversión como consecuencia del cambio de modelo de producción que se está dando en el sector. Esta es la principal conclusión de un estudio de la organización agraria Coag sobre la evolución del modelo agrícola. A tenor de esta situación, la organización pedirá a los partidos la aprobación de un nuevo Estatuto en apoyo a este colectivo, según su secretario general, Miguel Blanco.

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“Debemos decidir si queremos una agricultura con agricultores en el marco de una economía social agraria o una agricultura con empresas y empleados en el campo”, opina Blanco. En la misma línea ha reclamado un papel más decidido de las cooperativas, más apoyos al relevo generacional y unos mayores controles sobre los fondos de inversión.

Frente a un valor de la producción de 53.400 millones de euros y exportaciones por más de 50.000 millones, la realidad es que los agricultores y ganaderos caminan de ser protagonistas de su actividad a meros “asalariados” sin protagonismo en el mercado, según denuncian las organizaciones. Dato destacable es que solo el 6,6% del millón de explotaciones agrarias teóricas existentes en España son personas jurídicas, pero las mismas suponen el 42% del valor de la producción, si bien en esa cifra se halla todo el mundo cooperativo, que es dominante en sectores como el vino o el aceite. Como ejemplos de esta evolución, Coag destaca tres sectores: frutas y hortalizas —especialmente la uva de mesa en Murcia—, el porcino y la leche de vaca.

En uva de mesa se ha registrado un fuerte desarrollo en Murcia, donde tres empresas —Moyca, participada por el fondo ProaA capital, El Ciruelo, que adquirió la firma brasileña Labrunie, y Frutas Esther, con presencia del fondo Miura Private Equity— controlan el 85% de la producción. En ese contexto, a los pequeños agricultores les resulta difícil generar valor y comercializar sus productos fuera de esa estructura. En el conjunto de las frutas y hortalizas, destaca el peso del Grupo Alimentario Citrus.

En la producción láctea se mantiene el proceso de reestructuración: en tres décadas las explotaciones han caído de 250.000 a menos de 14.000, con una media de 47 animales por granja a nivel estatal. Junto a ese proceso de dimensionamiento se halla la iniciativa de la macrogranja para 24.000 animales en la localidad soriana de Noviercas, impulsada por la sociedad navarra Valle de Odieta.

Finalmente está el modelo de integración del porcino, donde el ganadero, cotizando como autónomo, pone sus instalaciones y el trabajo al servicio de un grupo que le proporciona los animales, piensos, medicamentos y servicios a cambio de una remuneración por animal engordado. El sector ha pasado de más de 200.000 granjas hace tres décadas a las 86.000 actuales. El sistema de integración supone aproximadamente el 75% de la producción, el 15% queda en manos de las cooperativas y un 10% son ganaderos independientes.

La presión o el sándwich del agricultor

Los agricultores, cree Coag, están en el medio de una cadena con un doble embudo: frente a las 945.000 explotaciones agrícolas y ganaderas, en un extremo está la distribución comercial, fuertemente concentrada (los seis primeros grupos tienen el 55% del mercado, según Kantar). En el otro lado estarían las empresas de insumos, en permanente fusión para ganar tamaño y con un elevado potencial de negociación “que deja claro quién impone los costes y los beneficios”.

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