Argentina acuerda con el Banco Mundial un crédito de 950 millones de dólares para ayuda social

El dinero se usará para reforzar los planes de asistencia en un escenario de creciente crisis económica

Organizaciones sociales realizan una olla popular en la Plaza de Mayo, durante una protesta en septiembre pasado.EFE

La crisis económica lastra a Mauricio Macri y golpea a los más vulnerables. Para amortiguar el impacto social del ajuste fiscal que el Gobierno prometió al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial ha otorgado a Argentina un crédito por 950 millones de dólares que se destinarán a planes de ayuda familiar. Los fond...

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La crisis económica lastra a Mauricio Macri y golpea a los más vulnerables. Para amortiguar el impacto social del ajuste fiscal que el Gobierno prometió al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial ha otorgado a Argentina un crédito por 950 millones de dólares que se destinarán a planes de ayuda familiar. Los fondos permitirán sumar 250.000 niños a programas de apoyo que ya están en marcha, como la Asignación Universal por Hijo que la Casa Rosada heredó del kirchnerismo. La contención de las demandas de los sectores más vulnerables es crucial para Macri, que está a las puertas de un año electoral en el que buscará la reelección, un paso clave para que Argentina mantenga el apoyo de los organismos internacionales.

El FMI entregó el miércoles al Tesoro argentino los primeros 5.600 millones de dólares del rescate renegociado a finales de septiembre, por 56.300 millones de dólares. Casi el 90% de ese dinero estará disponible para el pago de deuda externa hasta octubre de 2019, cuando habrá elecciones generales. A cambio, el Gobierno se ha comprometido a reducir a cero su déficit primario (antes del pago de intereses de la deuda) con un duro ajuste fiscal y a contener la inflación (hoy por encima del 40% anual) con una política monetaria muy restrictiva.

Además del compromiso de no imprimir moneda hasta mediados del año próximo, la emisión de bonos públicos en pesos y a tasas altísimas quitaron seducción al dólar como refugio ante la crisis. La estrategia ha logrado sostener al peso nacional frente a la divisa, al punto que el peso cerró octubre con una apreciación del 11,8% tras caer más de 50% desde enero. Pero el costo para Argentina ha sido altísimo: el Estado paga por sus bonos en moneda nacional cerca de un 70% de tasa y hoy atesora 600.000 millones de pesos (16.200 millones de dólares) en Leliq, papeles de vencimiento semanal sólo disponibles para los bancos.

El combo de ajuste, restricción monetaria y dinero fresco del FMI han detenido la caída del peso. Macri ha inisistido hoy con que el camino elegido por su equipo económico “es el correcto” y “el único posible”. “Vamos a crecer durante muchos años, porque vamos a tener equilibrios estructurales que no teníamos. La economía argentina se va a desarrollar, llevábamos 70 años retrocediendo. El punto de partida es un presupuesto equilibrado, la transparencia para acabar con la corrupción y una Argentina conectada al mundo”, dijo en una rueda de prensa.

El corto plazo no deja mucho espacio al optimismo. El PIB argentino caerá 2,8% en 2018 y 1,7% en 2019, según las estimaciones del FMI. También aumentará el desempleo, que pasará de 9,8% de la población activa este año al 10,9% el año que viene. La pobreza, en tanto, creció del 25,7% al 27,3% desde enero. El Gobierno ha prometido un aumento de la ayuda social para contener a los sectores más afectados por la crisis y para ello contará con dinero extra del Banco Mundial.

“En estos momentos difíciles, el Banco Mundial ofrece su fuerte apoyo y solidaridad con el país, especialmente a las personas más vulnerables. Este financiamiento apunta a proteger a las familias que más lo necesitan para que no caigan en la pobreza mientras se avanza en sentar las bases que impulsen el crecimiento económico inclusivo y sostenible en el país”, dijo el vicepresidente del Banco para América Latina, Jorge Familiar. El préstamo, que llegará en dos partes, será reembolsable a 32 años, con un periodo de gracia de 7 años. Para el ministro argentino de Hacienda, Nicolás Dujovne, “es un claro signo de confianza” al plan económico del Gobierno. Argentina necesita de la paz social para que esa confianza externa sea también un voto a Macri en las urnas.

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