La crisis financiera | La decisión de la autoridad monetaria

Trichet facilita liquidez a la banca y compra deuda de países en riesgo

El Banco Central Europeo deja los tipos de interés en la zona euro en el 1,5% - La autoridad monetaria mantiene las medidas anticrisis que aplicó en 2008

Tambores de guerra en la Torre del Euro. El Banco Central Europeo (BCE), acuciado por la presión sobre la deuda de Italia y España, ha recuperado dos medidas excepcionales contra la crisis que estaba en trance de retirar. Además de la compra de bonos de los países más afectados, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, anunció ayer que el BCE ofrecerá de nuevo facilidades de liquidez a seis meses a los bancos de la eurozona. Se trata de las medidas aplicadas ya durante el periodo más duro de la crisis financiera de 2008. Trichet anunció, además, que el BCE deja los tipos de interés inaltera...

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Tambores de guerra en la Torre del Euro. El Banco Central Europeo (BCE), acuciado por la presión sobre la deuda de Italia y España, ha recuperado dos medidas excepcionales contra la crisis que estaba en trance de retirar. Además de la compra de bonos de los países más afectados, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, anunció ayer que el BCE ofrecerá de nuevo facilidades de liquidez a seis meses a los bancos de la eurozona. Se trata de las medidas aplicadas ya durante el periodo más duro de la crisis financiera de 2008. Trichet anunció, además, que el BCE deja los tipos de interés inalterados en el 1,5%.

Como es su costumbre, no descartó que los tipos puedan subir antes de final de año, pero las expresiones que utilizó sugieren que no se plantea subidas de tipos en septiembre ni en octubre. Así, Trichet reconoció una "moderación del crecimiento" y de la "particularmente alta inseguridad" de los pronósticos económicos en Europa.

El presidente del Bundesbank votó en contra de la compra de bonos
Cuando acabó de hablar Trichet, los índices bursátiles se hundieron
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El banquero del euro parecía ayer muy cansado durante su comparecencia ante los medios. Es habitual que decline responder a muchas preguntas de los periodistas que, mes tras mes, acuden a la convocatoria del BCE en Fráncfort para interpretar sus ruedas de prensa. Pero ayer fue excepcionalmente tajante con las continuas peticiones de que explicara por qué el BCE no se había decidido aún a comprar deuda italiana o española: "He dicho ya que no voy a hacer ni un solo comentario al respecto; insisto, ni un comentario más". Lo mismo que en los mercados, la decisión de limitar las compras de bonos a Irlanda, Portugal y Grecia causaron apreciable sorpresa entre los periodistas presentes.

Trichet recordó, no obstante, que el programa de compra de bonos "sigue en marcha" y que "nunca se ha visto suspendido". No descartó, por tanto, que pueda decidirse la adquisición de bonos españoles o italianos. Mientras hablaba, diversas agencias informaban de que el BCE estaba comprando deuda de Irlanda y Portugal en el parqué de Londres. La medida se aplica por primera vez desde el pasado marzo. La intervención del BCE se limita de momento a Irlanda, Portugal y Grecia. No logró aliviar las presiones sobre la deuda soberana de Italia y España.

La prima de riesgo de la deuda de ambos países respecto los bonos alemanes a 10 años rozó ayer los 400 puntos básicos. El BCE ya ha comprado bonos por valor de más de 77.000 millones de euros desde que empezó la crisis.

En la conferencia de prensa, Trichet reconoció que no hubo unanimidad en la decisión de comprar bonos, si bien aseguró que la medida obtuvo una "amplia mayoría" en el Consejo de Gobierno del BCE. En él se sientan los jefes de los 17 bancos centrales de la eurozona. En Fráncfort se apuntaba a que fue Jens Weidmann, presidente del Banco Central alemán (Bundesbank), el que votó en contra. Ya desde el principio, su predecesor Axel Weber se opuso en 2010 a la introducción de la medida. Tanto Weidmann como el presidente del banco central italiano Mario Draghi interrumpieron sus vacaciones para poder asistir a la reunión de ayer. Draghi asumirá la presidencia del BCE a partir del próximo mes de octubre.

El presidente del Banco Central Europeo no quiso comentar la ofensiva del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, que pide ahora la ampliación del fondo de estabilización del euro. En Berlín, la petición del portugués Barroso fue recibida con mucha sorpresa. Sobre todo porque apenas han pasado dos semanas desde el agónico acuerdo firmado en Bruselas el 21 de julio por los 17 jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona, que aprobaron entonces el segundo paquete de rescate para la economía de Grecia y la estructura de ese fondo.

Trichet habló una hora a partir de las 14.30 horas de la tarde. Tanto el euro como las Bolsas emprendieron mientras tanto imprevisibles cabriolas al alza y a la baja en los paneles internacionales. Cuando terminó de hablar el francés en la conferencia de prensa, los índices bursátiles europeos se hundían de forma unánime. De esta forma, el vigesimosegundo mes de la crisis de la deuda europea comienza con pésimas perspectivas.

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