Cataluña
Si los jueces no se dan prisa en decidir sobre el derecho de la familia Mediñà a recuperar la vivienda okupada en el barrio del Raval, cuando decidan, ya no habrá casa. Las administraciones públicas (Generalitat y Ayuntamiento) han decidido derribar parte del bloque, como única forma de solventar los problemas de convivencia, del que la ocupación ilegal de viviendas es sólo un ejemplo más.
A los juzgados de instrucción de Barcelona llegan una media diaria de casi dos denuncias por presuntos delitos de usurpación. El año pasado se abrieron 623 diligencias previas por ocupaciones ilegales de viviendas y locales de toda clase. De esas denuncias, sólo 33 se tramitaron por vía penal, al considerar que existían indicios de delito.
Lo han pedido en diferentes contextos y momentos dirigentes de Iniciativa, de Esquerra Republicana y de Convergència i Unió. Pero fue la primera vez que lo pedía un consejero de la Generalitat. Y, además, en Madrid, en el marco de un desayuno informativo del Fórum Europa.
La historia de M. A. y V. M. no es igual que la de la familia Mediñà, pero se parece. En septiembre compraron una casa en la calle de Bellamar, en Castelldefels, para irse a vivir juntos. Necesitaba unas reformas, pero podían esperar a que volvieran de vacaciones de Argentina, de donde es ella. Volvieron el 27 de octubre y empezó a contactar con constructores para los arreglos.
Las obras de rehabilitación del Hospital de Sant Pau avanzan a buen ritmo. Tras un año de trabajos, en enero de 2010 podrá abrir ya el primer pabellón, el de Santa Apol·lònia, en donde se situará una exposición sobre el recinto. Estas actuaciones se enmarcan en la primera fase del proyecto, que se alargará cuatro años más, aunque no será hasta 2016 cuando concluya toda la reforma.
Dice la ciencia que, detrás de toda emoción, se esconde una reacción química, o varias. También detrás de todo análisis clínico se esconde una reacción química; en este caso, desencadenada por un reactivo, un producto en el que se especializó en sus inicios la empresa Panreac Química.
Barcelona (y Madrid) no son las mejores ciudades del mundo. Pero podrían ser peor. Lo serían, de no haber sido por las luchas de los vecinos en los últimos 40 años. Luchas por salvar un pequeño espacio verde, por evitar que se derribara un edificio emblemático, por conseguir una escuela o un centro de asistencia primaria.
CATALINA SERRAFABRA I COATS | Barcelona
Barcelona invierte 23,4 millones en reciclar naves para la creación
La simbiosis es perfecta: defensa de la lengua (que es nación y muestra de diversidad), pero también un notable factor económico. Así engarzó ayer el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira, las ideas madre que justifican la creación, en la antigua fábrica de Can Ricart del Poblenou barcelonés, de Linguamón-Casa de les Llengües, de la que ayer se puso una gran primera piedra con la apertura de su centro de visitantes.
Eran unos chavales deliciosamente jóvenes y superficiales. Chicle rosa. Y 30 años más tarde son adultos vestidos de negro, con mirada dura y ritmos que, sin perder el regusto sintético, apuestan por pasajes oscuros. Tabaco de mascar. Ese giro, esa transformación, ha hecho de Depeche Mode un grupo casi de estadio.
BEGOÑA BARRENA | Barcelona
'El ball' conjuga teatro y danza en tono de parodia