Los 'arrantzales' comienzan con "incertidumbre" la costera del bonito

Las flotas vizcaína y guipuzcoana de bajura han iniciado la costera anual del bonito con la "incertidumbre" por el descenso paulatino de las capturas y el recorte en los precios de descarga. Alrededor de 57 barcos dedicados al arte de la cacea y 44 de cebo vivo han salido a la mar con motivo del inicio de la campaña de túnidos (atún rojo y bonito), dos especies migratorias que suele visitar el Golfo de Vizcaya desde el mes de junio hasta finales de octubre.

La campaña, según ha explicado el director de recursos pesqueros de la Federación de Cofradías de Pescadores de Guipúzcoa, Leandro ...

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Las flotas vizcaína y guipuzcoana de bajura han iniciado la costera anual del bonito con la "incertidumbre" por el descenso paulatino de las capturas y el recorte en los precios de descarga. Alrededor de 57 barcos dedicados al arte de la cacea y 44 de cebo vivo han salido a la mar con motivo del inicio de la campaña de túnidos (atún rojo y bonito), dos especies migratorias que suele visitar el Golfo de Vizcaya desde el mes de junio hasta finales de octubre.

La campaña, según ha explicado el director de recursos pesqueros de la Federación de Cofradías de Pescadores de Guipúzcoa, Leandro Azkue, "es muy importante para los arrantzales guipuzcoanos, más si cabe con la ausencia de la anchoa". En una flota con mayor número de buques de cebo vivo -38 frente a los 12 de cacea-, la costera supone "un 80% de los ingresos del sector". Para los pescadores vizcaínos su impacto baja al 70% de los ingresos, ya que su flota cuenta con un mayor número de barcos dedicados al arte de la cacea (45 frente a los 6 de cebo vivo), según apunta el presidente de la Federación de Cofradías vizcaínas, Iñaki Zabaleta.

Los dirigentes de las dos cofradías reconocen que afrontan esta costera con "incertidumbre" y "preocupación", dado que, aunque las dos especies llegan con regularidad al Cantábrico, existe "una tendencia descendente en cuanto a capturas desembarcadas". Zabaleta reconoce que las logradas el año pasado fueron "razonables, pero no muy boyantes", pero para la flota de cacea la campaña fue "malísima". El incremento del coste del gasóleo en 2008, que obligó a parar al sector, así como los precios "ridículos" (por debajo de los dos euros el kilo), convirtieron la costera de túnidos en "un desastre" para el sector. "Este año vamos a verlas venir. Hay mucho miedo. El gasóleo va subiendo poco a poco y los precios no sabemos qué serán", señala Zabaleta.

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