Patronales y sindicatos arropan al tripartito en la financiación

El apoyo que echa en falta la Generalitat por parte de CiU en el pulso negociador que mantiene con el Gobierno a propósito de la financiación autonómica -la federación nacionalista se ha retirado del escenario, como quien dice, justo en el momento que ha empezado a librarse la gran batalla- lo ha encontrado en los agentes sociales. Los empresarios y los sindicatos arroparon ayer, sin excepciones ni fisuras, al tripartito catalán.

Tras mantener una reunión con una delegación del Gobierno catalán encabezada por el consejero de Economía, Antoni Castells, la Cámara de Comercio de Barcelona,...

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El apoyo que echa en falta la Generalitat por parte de CiU en el pulso negociador que mantiene con el Gobierno a propósito de la financiación autonómica -la federación nacionalista se ha retirado del escenario, como quien dice, justo en el momento que ha empezado a librarse la gran batalla- lo ha encontrado en los agentes sociales. Los empresarios y los sindicatos arroparon ayer, sin excepciones ni fisuras, al tripartito catalán.

Tras mantener una reunión con una delegación del Gobierno catalán encabezada por el consejero de Economía, Antoni Castells, la Cámara de Comercio de Barcelona, las patronales Fomento, Pimec y Fepime, y Comisiones Obreras y UGT coincidieron en dos demandas: que el Gobierno cumpla lo que dice el Estatuto y la unidad de las fuerzas políticas catalanas.

Oír a los responsables de las respectivas instituciones era como estar escuchando al propio Castells, que no compareció ante los medios de comunicación y que, antes, almorzó con su homónimo aragonés, Alberto Larraz. Sólo constataron los lugares comunes, pero discrepan en el reparto de los fondos.

El presidente de Fepime, Eusebi Cima, se alineó incluso con el PSC, al señalar: "no hay prisa por negociar un buen acuerdo". "No puede ser que la nivelación de otras comunidades autónomas perjudique a Cataluña, hacen falta datos, más concreción", añadía el secretario general de Pimec, Antoni Cañete. "Necesitamos, y no hablamos de gobiernos, sino de personas, recursos suficientes para prestar los servicios públicos esenciales. La crisis no debe alterar pactar un buen modelo", aseveró el secretario general de Fomento, Joan Pujol. Mayor convergencia, imposible.

Los sindicatos -Joan Carles Gallego (CC OO) y Josep Maria Álvarez (UGT)- constataron las "dificultades" del proceso, recordaron que el acuerdo "aún está lejos" y mostraron su "preocupación" por ello. Y, como el propio Castells, prefieren que Cataluña se descuelgue a un mal acuerdo.

El mismo ambiente se respiró ayer en la reunión de la ejecutiva del PSC, en la que el presidente de la Generalitat, José Montilla, informó de la marcha de las negociaciones y se mostró partidario de no precipitar el fin de las mismas por más que el plazo para pactar la financiación ya haya expirado. "Queremos un proceso negociador que dure el tiempo necesario para garantizar que el acuerdo es un buen acuerdo, ni un minuto más ni un minuto menos, el tiempo que haga falta. Cuanto antes mejor, pero no tenemos prisa", dijo el portavoz del PSC, Miquel Iceta.

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