El conflicto colombiano

La familia de Betancourt recupera la esperanza

"Siento una alegría inmensa, una gran felicidad y una gran esperanza, porque se ha abierto una puerta que puede permitir la libertad de los otros secuestrados", declaró ayer Juan Carlos Lecompte, esposo de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada desde febrero de 2002, que aseguró haber hablado a través de una emisora de radio con Clara Rojas. "Me dijo que no ha visto a Ingrid desde que las separaron hace tres años. Son buenas amigas. Ingrid alcanzó a conocer a Emmanuel [hijo de Rojas nacido en cautividad] y le cantaba canciones de cuna".

Para Lecompte, la ...

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"Siento una alegría inmensa, una gran felicidad y una gran esperanza, porque se ha abierto una puerta que puede permitir la libertad de los otros secuestrados", declaró ayer Juan Carlos Lecompte, esposo de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada desde febrero de 2002, que aseguró haber hablado a través de una emisora de radio con Clara Rojas. "Me dijo que no ha visto a Ingrid desde que las separaron hace tres años. Son buenas amigas. Ingrid alcanzó a conocer a Emmanuel [hijo de Rojas nacido en cautividad] y le cantaba canciones de cuna".

Para Lecompte, la liberación de Rojas, compañera de fórmula presidencial de Betancourt en las elecciones de 2002, y de la congresista Consuelo González de Perdomo, "es una señal, una muestra de buena voluntad de la guerrilla. No recuerdo un gesto humanitario igual. Nos dicen que están dispuestos a negociar, esto es como una cuota para esta negociación. Ojalá así lo entienda el Gobierno".

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El marido de la rehén de las FARC aseguró no tener contacto alguno con el Gobierno colombiano desde hace cinco años. "No nos apoyan. Para ellos, los familiares de los secuestrados somos como un grupo de leprosos que quieren callado".

Lecompte se quejó de "las trampas y engaños" de la guerrilla y del Gobierno. "Nosotros, los familiares, estamos en un bocadillo entre dos grupos: el Gobierno, que nos agrede con su indiferencia, y la guerrilla, que es la responsable de los secuestros".

La liberación de Rojas y González coloca el foco en los otros 44 secuestrados canjeables, especialmente Ingrid Betancourt, que acapara la mayor atención internacional.

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