Bush promueve un acuerdo contra el cambio climático que no obligue a reducir emisiones

EE UU convoca una cumbre de los países más contaminantes sin contar con la ONU

El presidente de EE UU, George W. Bush, anunció ayer, en la reunión de los 16 países más contaminantes del mundo organizada por Washington, que convocará una cumbre de jefes de Estado en la que se acordarán unos límites a la emisión de gases de efecto invernadero. Esta reunión se celebrará antes del próximo verano y tratará de imponer unos objetivos voluntarios a las emisiones contaminantes de cada país. "Nos tomamos el desafío del medio ambiente en serio", dijo. "Tenemos los recursos y los conocimientos necesarios para desarrollar energías limpias".

La Casa Blanca pidió a los represent...

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El presidente de EE UU, George W. Bush, anunció ayer, en la reunión de los 16 países más contaminantes del mundo organizada por Washington, que convocará una cumbre de jefes de Estado en la que se acordarán unos límites a la emisión de gases de efecto invernadero. Esta reunión se celebrará antes del próximo verano y tratará de imponer unos objetivos voluntarios a las emisiones contaminantes de cada país. "Nos tomamos el desafío del medio ambiente en serio", dijo. "Tenemos los recursos y los conocimientos necesarios para desarrollar energías limpias".

La Casa Blanca pidió a los representantes de los 16 Estados reunidos ayer que, antes del verano de 2008, le presenten una propuesta conjunta para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Bush exigió además que las naciones más contaminantes acepten unos baremos "realistas y transparentes" a la hora de medir sus avances en este campo. "Sólo así será posible llegar a un consenso en la ONU en 2009", añadió.

El presidente se mantiene reacio a aceptar unos límites obligatorios como los que se recogen en el Protocolo de Kioto, que su Gobierno no ha ratificado. "Cada nación debe decidir por sí misma la combinación adecuada de medios y tecnología para alcanzar resultados palpables", aseguró ayer. Los límites a la contaminación deben ser, pues, voluntarios y adaptados a cada economía. "Cada estrategia se centrará en los recursos energéticos de cada país", añadió Bush, "su nivel de desarrollo y sus necesidades económicas".

La intención de EE UU es que países con un rápido desarrollo tecnológico excluidos de los planes de reducción de gases contaminantes del Protocolo de Kioto, como India y China, se involucren en estas campañas medioambientales. "Es posible", dijo Bush ayer. "Debemos poner las nuevas tecnologías a disposición de los países en vías de desarrollo".

Para ello, EE UU propuso la creación de un fondo internacional para financiar la investigación y el desarrollo de energías limpias. Ayer mismo, Bush encargó al secretario del Tesoro, Henry Paulson, que comenzara a llamar a los ministros de Economía de los países reunidos y se pusiera a trabajar en la recaudación de dinero. La Casa Blanca aconsejó a los demás países seguir en el camino de la energía nuclear civil, los biofueles como el etanol y los coches híbridos, que consumen menos gasolina.

El discurso de ayer, en el que Bush reconoció que la contaminación es un "problema", supone un cierto giro en la política medioambiental de su Administración. En abril del año pasado, el presidente dijo, en una comparecencia en la ONG Freedom House, que el debate fundamental en torno al calentamiento global puede ser "causado por los seres humanos o causado por la naturaleza misma". Ayer se decantó por una de las dos opciones al declararse convencido de que "el aumento de la temperatura global está siendo causado, en gran parte, por la actividad humana".

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Bush, al que le quedan 16 meses en la presidencia, cerró ayer una semana repleta de iniciativas destinadas a dejar un legado identificable más allá de la guerra de Irak. Comenzó el lunes pidiendo ayuda en la ONU para su plan de paz en Oriente Próximo y su intención de formar un nuevo Estado palestino en torno al Gobierno de Al Fatah en Cisjordania. En Nueva York pidió a la ONU más agilidad en sus sanciones a Irán por el desarrollo de su programa nuclear.

La Casa Blanca está tratando de cambiar la imagen de Bush como un presidente al que le ha importado poco el medio ambiente. Ayer se hizo llegar a los periodistas un pequeño manual destinado a "desmentir mitos" como el hecho de que Bush no crea que los seres humanos hayan forzado el cambio climático o que EE UU no haya hecho nada para reducir los niveles de contaminación.

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