Las categorías de los despojos y sus múltiples usos

Un reglamento europeo divide en tres categorías los subproductos de origen animal y define protocolos para su manipulación y eliminación. En la categoría número 1 están recogidos los más peligrosos, es decir, los residuos de rumiantes (vacas, cabras, corderos), susceptibles de tener priones. Con estos no hay nada que hacer: se recogen y se mandan a la hoguera, previo paso por las plantas transformadoras.

En la categoría 2 entrarían los conejos, gallinas, cerdos que hayan muerto en las granjas. Esos pueden pasar a plantas de transformación y después ser incinerados o depositados en verte...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un reglamento europeo divide en tres categorías los subproductos de origen animal y define protocolos para su manipulación y eliminación. En la categoría número 1 están recogidos los más peligrosos, es decir, los residuos de rumiantes (vacas, cabras, corderos), susceptibles de tener priones. Con estos no hay nada que hacer: se recogen y se mandan a la hoguera, previo paso por las plantas transformadoras.

En la categoría 2 entrarían los conejos, gallinas, cerdos que hayan muerto en las granjas. Esos pueden pasar a plantas de transformación y después ser incinerados o depositados en vertederos autorizados. Aunque también se prevé que estos residuos puedan ser usados finalmente como abono o como materia prima en una instalación de biogás, pero, en la práctica, la incineración es la salida más común, por no decir la única.

En la categoría 3 se recogen los residuos de animales que se han destinado a consumo humano, es decir, los despojos de carnicerías, pescaderías, mataderos, industrias cárnicas. Estos sí pueden ser utilizados para elaborar alimentos de animales de compañía.

Aunque los subproductos animales tradicionalmente se han dedicado a la elaboración de harinas y piensos, son muchos los usos que pueden tener estos materiales, desde el cuerno a las pezuñas, los pelos o las plumas: piel para ropa y complementos de moda, cuerdas para las raquetas de tenis e instrumentos musicales, cápsulas de gelatina, lubricantes, películas de fotografía, cepillos de dientes, cebos de pesca...

El Gobierno prevé, además, una normativa que regule las condiciones en que se alimentará a las aves rapaces necrófagas (buitres) y, posiblemente, otra para definir cómo enterrar a los animales de compañía.

Sobre la firma

Archivado En