Rajoy, Pedrín y otras cosas del 'salón'
- Resultados. Sólo hay una palabra que pueda resumir la edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona de este año: éxito. De público, con más de cien mil visitantes; de negocio, con editoriales y expositores hablando de resultados económicos que no se veían en años; cultural, con la mejor oferta de exposiciones y charlas que se recuerda y, por supuesto, mediático. Pese a las dudas, la sinergia con la celebración del Día del Libro ha resultado ser una inspirada decisión. Quedan muchas cosas en el tintero, por supuesto, pero casi todas pasan porque la industria, desde todos sus sectore...
- Resultados. Sólo hay una palabra que pueda resumir la edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona de este año: éxito. De público, con más de cien mil visitantes; de negocio, con editoriales y expositores hablando de resultados económicos que no se veían en años; cultural, con la mejor oferta de exposiciones y charlas que se recuerda y, por supuesto, mediático. Pese a las dudas, la sinergia con la celebración del Día del Libro ha resultado ser una inspirada decisión. Quedan muchas cosas en el tintero, por supuesto, pero casi todas pasan porque la industria, desde todos sus sectores (autores, editores, libreros y distribuidores), sepa organizarse y aprovechar este momento feliz del tebeo en España para proyectarlo con más fuerza si cabe. Las reuniones corporativas que se celebraron en el Salón, como la destinada a la creación de una Academia de la Historieta, demuestran que existe un indudable interés por conseguir que todo lo que se está logrando no sea una simple moda pasajera.
- Rajoy. Una de las novedades más curiosas del Salón de este año es, sin duda, el cómic-book Vórtice, editado por Recerca Editorial y realizado por El Torres y Antonio Vázquez. El tebeo es un thriller tradicional, pero se permite jugar con referentes de los recordados tebeos de aventuras españoles de los cincuenta (encontraremos en sus páginas citas a La Saga de los Aznar, El inspector Dan o Roberto Alcázar y Pedrín, entre otros) que se mezclan con elementos de actualidad como el hundimiento del Prestige y las teorías de conspiración mundial al mejor estilo de Expediente X. Vamos, que jamás se me había ocurrido que vería en un tebeo un enfrentamiento entre Mariano Rajoy y un intrigante y sobrecogedor Pedrín, al que el paso de los años ha convertido en una especie de émulo del fumador de la famosa serie de televisión.
- Renovación. Si algo ha certificado esta cita barcelonesa es la excelente salud de la generación de autores que está llamada a renovar la historieta futura. Tras la defunción de NSLM, la revista dirigida por Max y Pere Joan que, muy justamente, recibió el premio del Salón a la mejor revista de 2006, sigue existiendo vida, vibrante y con muchas ganas de decir cosas. Y hemos visto muchos ejemplos en Barcelona: el primer (y excelente) número de BDBanda, que asombrará a propios y extraños por la calidad del tebeo que se hace por tierras gallegas; la segunda entrega de la iconoclasta ARGH!, una propuesta experimental y terriblemente provocadora de Elfelix y Jorge Parras; el nuevo número Tangaroa, la interesante iniciativa de Guillem March, Jaime Herrera y Guillem Dols que edita Dolmen; la ya veterana HUMO o la gran cantidad de publicaciones que se apelotonaban en la zona de fanzines, entre las que cabe destacar propuestas tan elaboradas como Hetero Sapiens, Lunático, Gato Negro, Usted o El Temerario. El futuro está ahí y resulta de lo más sugerente.
- Reediciones. Entre las novedades del año destacan las espectaculares reediciones que algunas editoriales han puesto en el mercado. Planeta DeAgostini ha editado unas lujosísimas versiones de las magistrales Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, y Ronin, de Frank Miller, mientras que La Cúpula ha hecho lo propio con las indispensables Agujero Negro, de Charles Burns, y David Boring, de Daniel Clowes.