La salud en África

La mortalidad de madres y bebés en África es ahora mayor que hace 15 años

Un informe de la OMS sobre el continente destaca el avance del sida, la tuberculosis y la malaria

Un panorama desalentador. El primer informe específico sobre África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentado ayer en Londres, refleja que se está perdiendo la batalla contra el sida, la tuberculosis y la malaria, enfermedades que azotan el continente. Además, la mortalidad de madres y bebés es ahora mayor que hace 15 años. Mientras en 1990 se registraban 870 fallecimientos de mujeres al dar a luz, ahora se producen 910. En cuanto a los niños, la mortalidad ha bajado de 183 casos por 1.000 a 171, pero dado el alto nivel de fecundidad, se ha incrementado el número de pequeños que...

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Un panorama desalentador. El primer informe específico sobre África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentado ayer en Londres, refleja que se está perdiendo la batalla contra el sida, la tuberculosis y la malaria, enfermedades que azotan el continente. Además, la mortalidad de madres y bebés es ahora mayor que hace 15 años. Mientras en 1990 se registraban 870 fallecimientos de mujeres al dar a luz, ahora se producen 910. En cuanto a los niños, la mortalidad ha bajado de 183 casos por 1.000 a 171, pero dado el alto nivel de fecundidad, se ha incrementado el número de pequeños que mueren en la infancia. Los sistemas de salud (que suelen ser de pago) se encuentran desbordados y faltos de personal. El informe recuerda que la mejora de la salud es clave para reducir la pobreza.

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La OMS denuncia con gran preocupación "el poco o nulo progreso" para rebajar la tasa de mortalidad de madres, recién nacidos y niños en África, la más alta del mundo. En 1960, de cada 100 niños que morían, 16 eran africanos. En 2003 alcanzaban el 43%, o sea más de cuatro millones al año (12.000 pierden la vida cada día). Después del sida (la primera causa de muerte de los africanos), las mujeres mueren por problemas en el embarazo y partos complicados (230.000 fallecimientos). Sólo un 43% de las parturientas son atendidas por especialistas. El riesgo de morir es ahora mayor que hace 15 años.

Infecciones y desnutrición

En África Occidental por cada mujer muerta, 30 sufren anemia crónica, infertilidad o fístula obstétrica. La mutilación genital femenina se practica en 27 países. Los bebés mueren sobre todo por ser prematuros o sufrir infecciones, asfixia, o tétanos. Los niños fallecen sobre todo por infecciones respiratorias, malaria, diarrea, sida y sarampión. El 53% de los niños fallecidos sufría además desnutrición.

Según la OMS, no ha habido una reducción general de mortalidad infantil desde los años noventa. Considera que esto se debe a la falta de servicios de salud eficaces (una mujer en Zimbabue tiene una expectativa de vida de 34 años, pese a que el 82% de la población está cubierta). La organización señala que los países donantes de ayuda y los gobiernos han fallado estrepitosamente en dotar de recursos y asistencia técnica para lograr formar un servicio básico de atención sanitaria.

A juicio de la OMS, los sistemas nacionales de salud tienen inadecuada infraestructura, falta de personal y de fondos. La mayoría de africanos tienen que pagar de sus bolsillos las visitas y los tratamientos médicos. Eso en un continente en el que el 76% de la población vive con menos de dos dólares al día y el 46% con menos de uno. Así, o bien se quedan sin atención médica o pagan precios que apenas pueden permitirse por servicios que muchas veces son insuficientes o limitados. Algunos países como Ghana, Kenya, Nigeria o Zambia se suman ahora a los pocos que tienen sistemas de seguridad social.

La OMS recomienda la reforma de la salud pública. "La mejora de los sistemas es la única alternativa coherente para la mejora de la salud", afirma. Explica la extensión rápida del VIH, "uno de los mayores problemas de salud de la historia", por la deficitaria situación de la salud pública. A ella contribuye la falta de personal sanitario, parte del cual emigra en busca de mejores condiciones (la mitad de los trabajadores sanitarios de Namibia trabaja fuera del país, por ejemplo).

Por otra parte, la descomunal tarea de lidiar con el sida, la malaria y la tuberculosis, no sólo ha dado al traste con el aumento de esperanza de vida conseguido entre los años setenta y noventa del siglo pasado en la zona, de 738 millones de habitantes, sino que debilita los ya de por sí frágiles sistemas sanitarios nacionales. Las tres enfermedades se cobran tres millones de vidas al año. Frente a todo ello, la OMS reclama un mayor compromiso de gobiernos locales e internacionales para que los países africanos se acerquen a los Objetivos del Milenio de reducir la pobreza y la mortalidad infantil, mejorar la salud materna o detener el sida.

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