Reportaje:

Los 'bio' pasan a otra vida

Desde ayer ese término sólo se usará para los productos ecológicos

En los últimos años, el término "bio" ha sido uno de los sellos de calidad en las empresas alimentarias para productos como derivados lácteos y zumos especiales de leche y frutas. Desde el 1 de julio, su uso se limitará solamente a los productos ecológicos de acuerdo con las disposiciones comunitarias y su aplicación por la Administración española. Las principales empresas del sector ya han procedido a cambiar la denominación para el mismo producto.

"La utilización de la palabra "bio" en la denominación de nuestros productos era un factor positivo a la hora de su comercialización en cua...

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En los últimos años, el término "bio" ha sido uno de los sellos de calidad en las empresas alimentarias para productos como derivados lácteos y zumos especiales de leche y frutas. Desde el 1 de julio, su uso se limitará solamente a los productos ecológicos de acuerdo con las disposiciones comunitarias y su aplicación por la Administración española. Las principales empresas del sector ya han procedido a cambiar la denominación para el mismo producto.

Grupos como Danone, Pascual, Juver, Liviana, Clas, Solan o Don Simón ya han modificado la denominación de sus productos
Bruselas ha tardado más de una década en dictar una norma que evite un etiquetado de productos engañoso para el consumidor

"La utilización de la palabra "bio" en la denominación de nuestros productos era un factor positivo a la hora de su comercialización en cuanto a que daba una imagen de más calidad y de un producto más diferenciado ante los consumidores", coinciden en señalar responsables de varios grupos que en los últimos tiempos apostaron por ese término. "A partir de este momento vamos a seguir produciendo y comercializando el mismo producto, con la misma calidad, pero sin esa denominación".

La utilización en los últimos años del término "bio" ha sido algo generalizado fundamentalmente en la comercialización de derivados lácteos, como postres y yogures, así como en bebidas especiales de leche y frutas. En esa línea, el mercado de este tipo de oferta se invadió de referencias con la denominación "bio" como dominante en los envases de los yogures Danone, Pascual, Clesa o La Asturiana. Este mismo fenómeno se repitió con las denominaciones de zumos de Biodonsimon, Biopascual, Biotrina, Bioliviana o Biosolan.

Pero, el uso de esa denominación ha estado envuelto en la polémica, no por culpa de las empresas que lo han estado utilizando hasta la fecha legalmente, si no por la falta de una correcta clarificación de conceptos tanto en la normativa comunitaria como en la española.

Inicialmente Bruselas reguló en 1991 la utilización del término eco o ecológico solamente para los productos que hubieran sido obtenidos de acuerdo con las normas de producción sobre la agricultura ecológica, aunque no se producía una clarificación total sobre la utilización de los términos bio, biológico u orgánico. Bruselas zanjó el debate señalando en un reglamento de 1999 la posibilidad de utilizar esos conceptos prohibidos hasta el uno de julio de 2006, siempre que la solicitud se hubiera hecho antes del 22 de julio de 1991.

En España, la Administración aprobó un nuevo real decreto en 2001 interpretando el reglamento inicial comunitario para señalar que la prohibición se limitaba a la utilización de los términos eco o ecológico, pero dejaba libre el uso de otros conceptos como los de "bio" o biológico. Por esta razón se han seguido utilizando los mismos en los últimos años.

La situación varió radicalmente en 2004 con un último reglamento comunitario por el que se dejaba claro que los términos eco, ecológico, biológico u orgánico y sus diminutivos solamente se podían utilizar para los productos procedentes de la agricultura ecológica. En este cambio han jugado un papel fundamental las organizaciones de productores de agricultura yo ganadería ecológica que han sido en este periodo los grandes perjudicados.

Tras años de debates, España recogió esa nueva normativa en un real decreto del pasado 2 de enero, prohibiendo el uso de los términos "bio" y eco para los productos que no procedieran de la agricultura ecológica, manteniéndose en consecuencia el plazo del 1 de julio fijado inicialmente por Bruselas para poner orden en la calificación de este tipo de productos. Ayer se acabó ese plazo.

Imagen de archivo de un bodegón de productos "bio".JOAN SÁNCHEZ

Las marcas cambian de nombre

De acuerdo con las disposiciones comunitarias y españolas, en los últimos meses las principales empresas que habían apostado por el término "bio" en la publicidad de sus productos de derivados lácteos o de zumos de frutas enriquecidos con leche han preparado nuevas estrategias y lanzando ya campañas para señalar al consumidor que el producto antes calificado como bio hoy es el mismo, pero con otro nombre.

Las campañas más intensas hasta la fecha en esa dirección corresponden a Danone, con los yogures, al sustituir la palabra Bio por Activa, y al grupo Pascual, que sustituye la palabra Bio por Funciona. Central Lechera Asturiana pondrá en el mercado un envase bajo la denominación de Bi@frutas.

En el caso de los zumos enriquecidos, entre los cambios más importantes destaca J. García Carrión, que sustituye Biodonsimón por Frutavit tras haber utilizado en los últimos meses su vieja marca Biovit; Bisolan será la marca de la empresa Solan de Cabras, del grupo Damm, o Trinaranjus sustituye Biotrina por Vitaltrina. Las marcas de la distribución seguirán utilizando la denominación de refresco de zumo con leche.

Agricultura hará un control para que ninguna nueva marca se preste a confusión.

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