Entrevista:MANUEL RIVAS | Escritor | 65ª Feria del Libro de Madrid

"Escribir es sobreponerse al miedo"

Manuel Rivas (A Coruña, 1957) ha vencido el miedo, o más bien el respeto, para estrenarse en la escritura del teatro. "Hay una atracción por la literatura dramática y el teatro que genera un deseo que ha de luchar contra el miedo que lleva a lo desconocido, a escribir de lo que uno desconoce. El miedo es necesario para escribir. Escribir es sobreponerse a ese miedo", explicó ayer el escritor gallego, que presentó en Madrid su primera obra teatral, El héroe, ya publicada hace meses en gallego y que ahora se edita en castellano en la editorial Alfaguara.

Fue en uno de esos momentos...

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Manuel Rivas (A Coruña, 1957) ha vencido el miedo, o más bien el respeto, para estrenarse en la escritura del teatro. "Hay una atracción por la literatura dramática y el teatro que genera un deseo que ha de luchar contra el miedo que lleva a lo desconocido, a escribir de lo que uno desconoce. El miedo es necesario para escribir. Escribir es sobreponerse a ese miedo", explicó ayer el escritor gallego, que presentó en Madrid su primera obra teatral, El héroe, ya publicada hace meses en gallego y que ahora se edita en castellano en la editorial Alfaguara.

Fue en uno de esos momentos, que Manuel Rivas califica de "andar a lo zonzo" -una expresión italiana que hace referencia a dejarse llevar, a buscar la aventura, a andar un poco a lo loco-, cuando se decidió por estrenarse en el campo dramático y abandonar por un tiempo la escritura de su nueva novela. "Al teatro me llevó la complicidad con la gente del teatro. Fueron los componentes de la Compañía Saravela, que habían hecho una versión teatral de mi novela El lápiz del carpintero, que en Galicia rompió los círculos más minoritarios, los que me incitaron a la escritura de El héroe". "El deseo fue más fuerte que el miedo", aseguró Rivas.

"Tengo la sensación de que con la escritura teatral he llegado a abrir algunas ventanas que se encontraban cerradas"
"La historia se cuenta en términos de abstracción. La literatura supone reabrir el caso de la humanidad, abrir diligencias"
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Dos cosas le han conmovido especialmente de su estreno en el teatro. "Lo primero es la comunicación directa que se da cada vez más en el teatro y también en la poesía, en un mundo tan virtual en el que la cultura se identifica tanto con pantallas. Lo segundo es que el teatro y la poesía te permiten imaginar un lugar que va a existir, que se va a poblar de voces." Novelista, periodista, ensayista y poeta, Rivas tiene la sensación de que con la escritura teatral ha llegado a "abrir algunas ventanas que se encontraban cerradas". "Me he desinhibido mucho", reconoce.

El héroe, estrenada el pasado mes de octubre en el Teatro Principal de Ourense, es la historia de Arturo Piñeiro, ex boxeador, ex legionario, programado para ganar y matar, que combate en pleno franquismo en la guerra de Sidi Ifni -noviembre de 1957 a junio de 1958- y, que a su regreso a España, en lugar de ese gran recibimiento que esperaba se encuentra con el más absoluto de los silencios y con la ignorancia de la población de la guerra que él ha sufrido. Es entonces cuando se tambalea su visión del mundo y nace el héroe, ese héroe, explica Rivas, que "consigue ver más allá de las cuatro paredes que le rodean".

"El proceso dramático es de heroicidad a la inversa, se despoja de los ornamentos de Marte, el dios de la guerra, y se queda desnudo y empiezan las preguntas. La heroicidad tiene que ver con las preguntas, las dudas y la mirada", añade el autor.

"Se cuentan los muertos pero no las vidas rotas", asegura en la obra el personaje de Lucía, la novia costurera y cantante de Piñeiro -alias Robinson, alias Caronte-. Es eso justamente lo que ha hecho Rivas en El héroe: contar las vidas rotas, homenajearlas. "La historia se cuenta desde el punto de vista de abstracción. La literatura supone reabrir el caso de la humanidad, abrir diligencias, como se dice en el lenguaje jurídico, descubrir aquello que no figuraba en el censo". Y en ese censo está Arturo Piñeiro y también el resto de los casos de la contienda de Sidi Ifni, "una guerra secreta pero muy cruenta, en la que murieron 300 soldados españoles, hubo 500 heridos, además de los nativos o insurgentes, de los que no se sabe nada".

Su experiencia con la escritura teatral le ha ayudado mucho a Rivas para la novela que acaba de terminar de escribir en gallego con el título Os libros arden mal, un texto de 800 páginas y 93 capítulos que saldrá a la calle en los próximos días en su edición gallega y cuya versión en castellano y catalán se publicará en el mes de noviembre. Está especialmente contento y además no lo oculta. "Me ha costado mucho dejarla, no me la quería quitar de encima", explica el autor y continúa: "Es una novela intensa, una narración muy larga y profunda que recorre la historia dramática de la cultura desde 1881 hasta la actualidad". Según Rivas, Os libros arden mal es una novela de estructura esférica, con distintos astros que confluyen y se chocan, protagonizada por personajes de "condiciones muy diferentes, como las propias personas, los libros, las frases, las fotografías". "Nunca antes tuve tan claro que las palabras forman parte del cuerpo como los propios huesos", dice un entusiasmado Manuel Rivas, que hoy y mañana firmará sus obras en la Feria del Libro de Madrid.

Os libros arden mal también ha sufrido esos momentos a lo "zonzo" que tanto necesita. Y enumera su participación en la campaña electoral de las elecciones gallegas -"mereció la pena, ha habido un cambio singular"-, su vuelta al periodismo o la elaboración de un documental para La 2 de TVE. Son las distintas "salidas" que Rivas necesita para seguir viviendo y creando.

Manuel Rivas, ayer en Madrid.CRISTÓBAL MANUEL
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