Ecuador ultima un acuerdo para producir carburantes en las refinerías venezolanas

El ministro de Energía de Ecuador, Iván Rodríguez, regresó ayer a Quito, tras varios días en Caracas, con un principio de acuerdo bajo el brazo para que su país pueda refinar su crudo en las plantas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Con ello, el Gobierno ecuatoriano pretende reducir los costos de importación de combustibles.

Rodríguez inició las conversaciones en la misma semana en que Ecuador rescindió a la petrolera estadounidense Occidental Petroleum (Oxy) su contrato para la explotación petrolera en el país. El Gobierno de Quito acusó a la compañía de prácticas ilegales ...

El ministro de Energía de Ecuador, Iván Rodríguez, regresó ayer a Quito, tras varios días en Caracas, con un principio de acuerdo bajo el brazo para que su país pueda refinar su crudo en las plantas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Con ello, el Gobierno ecuatoriano pretende reducir los costos de importación de combustibles.

Rodríguez inició las conversaciones en la misma semana en que Ecuador rescindió a la petrolera estadounidense Occidental Petroleum (Oxy) su contrato para la explotación petrolera en el país. El Gobierno de Quito acusó a la compañía de prácticas ilegales y ésta, a su vez, ha demandado al Ejecutivo ante un tribunal internacional.

Aunque el viaje del ministro Rodríguez a la capital venezolana tenía como principal objetivo el de revivir el proyecto de refino con PDVSA, fuentes oficiales no descartaron que el ministro tanteara a la petrolera venezolana para ver su disposición a firmar un acuerdo de riesgo compartido con la estatal Petroecuador para operar los yacimientos que explotaba Oxy. El pacto, que permitiría a Ecuador alquilar las refinerías de la empresa pública venezolana y producir los combustibles requeridos por su mercado interno, fue suspendido el año pasado debido a problemas técnicos.

Ecuador, pese a ser el quinto productor de crudo de Suramérica con 530.000 barriles diarios, deberá gastar alrededor de 1.250 millones de euros este año en la compra de carburantes debido a la vetustez de sus refinerías, que sólo logran procesar el 50% del crudo que reciben.