59º Festival de cine de Cannes

Cannes se rinde al genio de Almodóvar

Una gran ovación de los espectadores cierra la proyección de 'Volver' en el concurso

La sesión especial para periodistas estaba abarrotada desde casi una hora antes del comienzo de la proyección de Volver, a las 8.30. La película fue seguida con gran atención, risas oportunas desde la primera secuencia, aplausos aislados, y una ovación de remate, que se repitió en parte cuando el nombre de Pedro Almodóvar apareció en los títulos finales. Tras la proyección oficial de la noche, una fiesta multitudinaria a la que quisieron acudir muchos más de los que cabían, cerró la exitosa presentación a concurso de Volver en el Festival de Cannes.

A pesar de lo temprano ...

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La sesión especial para periodistas estaba abarrotada desde casi una hora antes del comienzo de la proyección de Volver, a las 8.30. La película fue seguida con gran atención, risas oportunas desde la primera secuencia, aplausos aislados, y una ovación de remate, que se repitió en parte cuando el nombre de Pedro Almodóvar apareció en los títulos finales. Tras la proyección oficial de la noche, una fiesta multitudinaria a la que quisieron acudir muchos más de los que cabían, cerró la exitosa presentación a concurso de Volver en el Festival de Cannes.

Que Almodóvar es una estrella parece demostrarlo la nube de fotógrafos que le va siguiendo
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A pesar de lo temprano de la hora, parecía que los periodistas extranjeros estaban viendo la película con los ojos muy abiertos, absortos ante el mundo personalísimo de Almodóvar, repleto en esta ocasión de mujeres besuconas y fantasiosas, de incestos inconfesables, de sorprendentes tradiciones de pueblo, de fantasmas entrañables, asesinatos sin culpa ni castigo, y frecuentes aciertos cómicos, todo lo que hace de Volver una de las mejores películas del director.

En corrillos posteriores a la proyección, algunos buenos cinéfilos celebraban haber reconocido en la brillante interpretación de Penélope Cruz referencias a películas clásicas de Sofía Loren o Anna Magnani, se elogiaba el coraje de Carmen Maura, la música de Alberto Iglesias, la fotografía de Alcaine, y se hacía especial hincapié en el arriesgado estilo narrativo de la película, aparentemente deudor del neorrealismo, pero entremezclado con pinceladas de género fantástico, comedia, surrealismo y melodrama, reconociendo que esta mezcla de ingredientes, de los que Volver es rica, configuran una obra con sello de autor. En este periódico se ha hablado extensamente de Volver con motivo de su estreno en España, y podrían ahora ser reincidentes nuevos comentarios elogiosos.

Almodóvar es una estrella en Cannes. Así constó en un especial del diario Le Monde que le distinguió el primer día como atracción principal de esta edición del festival, junto al italiano Nanni Moretti, del que se espera su película sobre Berlusconi. Que Almodóvar es una estrella parece demostrarlo la expectación por su película (Welcome back Pedro, se lee en titulares), la nube de fotógrafos que le va siguiendo, los clamores callejeros y la intensa rueda de prensa que siguió al primer pase de la película...

En cuanto a lo que sobre ella y demás películas del concurso decida finalmente el jurado, habrá que esperar hasta el domingo de la próxima semana. Este festival es realmente largo e intenso. Como de costumbre, se trata de un jurado variopinto... e imprevisible. Lo preside el director chino Won Kar Wai que, al igual que Pedro Almodóvar, nunca ha conseguido la Palma de Oro, aunque sí el premio al mejor director por Happy together en 1997, el mismo premio que Almodóvar logró con Todo sobre mi madre dos años después. En el jurado oficial hay, además, tres actrices: la italiana Monica Bellucci, la china Zhang Ziyi y la inglesa Helena Bonham-Carter; dos actores, el norteamericano Samuel L. Jackson y el inglés Tim Roth, y tres directores de diferentes países y edades: el francés Patrice Leconte, la argentina Lucrecia Martel y el palestino Elia Suleiman. Todo un cóctel.

En cualquier caso, poca sombra puede hacerle a Almodóvar el norteamericano Richard Linklater (director, entre otras, de Suburbia, Antes de amanecer, Los Newton Boys, Una pandilla de pelotas...), que ha presentado a concurso Fast food nation, denuncia de las mierdas que integran la comida rápida. De las hamburguesas se dice textualmente que contienen mierda de vaca, y que en las factorías en que se preparan estas viandas se explota de forma miserable a los empleados, ellos y ellas emigrantes latinos sin papeles. Es una pena que Linklater sólo amague estas denuncias y su película vaya perdiendo fuelle con historietas paralelas que dispersan la atención. Fast food nation prometía mejores resultados; queda muy alejada de aquel sorprendente documental, Super size me, en el que una especie de suicida se alimentaba exclusivamente en los restaurantes McDonald's durante todo un mes. Linklater no entra a matar, se difumina entre bromas fáciles y anécdotas de personajes laterales, como si el tema de fondo no le importara tanto como debiera. Fast food nation fue recibida en la sesión de prensa con gelidez siberiana.

Lo que sigue coleando ardientemente en corrillos y tertulias es el descalabro entre la prensa de El código Da Vinci: las votaciones de los críticos en los diarios del festival le dan dado una puntuación muy baja, y muchos consideran que programarla como película de inauguración fue una debilidad del festival. Su director, Gilles Jacob, ha salido al quite de la polémica explicando las razones que le llevaron a él y a su equipo a seleccionarla para tan señalado día. Cuenta Jacob que la productora había anunciado con mucha antelación la fecha del estreno mundial de esta película, y que como dicha fecha coincidía exactamente con la inauguración de Cannes, tuvieron que plantearse si no era mejor integrarla en el programa antes que competir con ella, ya que de todos era sabido la curiosidad que el filme despertaba. Gilles Jacob aprovecha el tema para protestar por la posibilidad de que las leyes del mercado puedan acabar programando los festivales de cine. Y el de Cannes, asegura, es completamente independiente. Por cierto, una enorme pirámide negra que albergaba los fastos de El código Da Vinci ha sido ya desmontada lo que, si a este cronista no le falla la memoria, no tiene precedentes en este festival.

Pedro Almodóvar con Penélope Cruz, protagonista de Volver, en el pasado Festival de Cannes.ASSOCIATED PRESS
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