John Banville logra el Booker con una novela sobre el recuerdo

El escritor irlandés John Banville (Wexford, 1945) se hizo anoche con el premio de literatura Booker por su última novela La mar, batiendo al trío de favoritos formado por Julian Barnes, Kazuo Ishiguro y Zadie Smith. Emocionado por la decisión del jurado, Banville no ocultó su "sorpresa y placer" por un galardón que había escapado antes de su mano. Su obra The Book of evidence estuvo entre los finalistas de 1989. "Llegará, algún día llegará. No hay duda", dijo con cariño a los cinco novelistas que avanzaron con él en la recta final de la presente convocatoria.

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El escritor irlandés John Banville (Wexford, 1945) se hizo anoche con el premio de literatura Booker por su última novela La mar, batiendo al trío de favoritos formado por Julian Barnes, Kazuo Ishiguro y Zadie Smith. Emocionado por la decisión del jurado, Banville no ocultó su "sorpresa y placer" por un galardón que había escapado antes de su mano. Su obra The Book of evidence estuvo entre los finalistas de 1989. "Llegará, algún día llegará. No hay duda", dijo con cariño a los cinco novelistas que avanzaron con él en la recta final de la presente convocatoria.

"Es una noche extraña", dijo después en una entrevista con la BBC, que retransmitió en directo la velada de gala en los salones del Guildhall, en Londres. "Agrada ganar el Booker con la obra creado por uno. Ha sido un buen año para la ficción literaria", exclamó entusiasmado. Además del reconocimiento internacional, y un aumento asegurado de ventas, Banville cosechó ayer un cheque por unos 72.000 euros.

La actividad creativa de Banville es larga y constante desde su debú editorial, en 1970 con Long Lankin. En La mar, su novela número 14, aborda cuestiones de amor, pérdida personal y tiempos irrecuperables a través de su protagonista, Max Morden. La obra ganadora es una reflexión sobre la identidad y el recuerdo a través de la historia de un hombre que debe enfrentarse a fantasmas del pasado al regresar al pueblo de la costa inglesa en el que pasó unas vacaciones de verano. El protagonista, que se está recuperando de la pérdida de su esposa, viaja a Ballyless atraído por un sueño, y allí rememorará las experiencias vividas con la familia Grace, que le marcaron para el resto de sus días.

Fallaron las apuestas

Las apuestas sobre el ganador fallaron, una vez más, en sus pronósticos. A Banville se le identificaba entre los que no lograrían el premio como también le sucedió el año pasado a Allan Hollinghurst, el inesperado ganador del Booker 2004 con su novela The Line of Beauty. La edición 2005 se presentaba competitiva, particularmente dada la buena cosecha de la ficción británica. Banville y su compatriota Sebastian Barry eran los únicos extranjeros entre los seis finalistas de este certamen abierto a autores de la Commonwealth e Irlanda.

Presidido por el profesor John Sutherland, el jurado seleccionó, en una primera criba, 17 libros de los 109 admitidos al premio. Generó polémica esta primera selección, que dejó de lado a dos grandes de las letras internacionales: J. M. Coetze, con su obra Slow Man, e Ian McEwan, por Sábado, una novela con la guerra de Irak de fondo muy pertinente al ambiente de incertidumbre mundial. Sutherland reconoció que dada la rica cosecha de 2005 hubiera sido necesario elaborar dos listas de finalistas. En La mar, el jurado ofrece a la audiencia el título que, en su opinión colectiva, representa la "mejor novela" publicada este año.

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