Reacción internacional

Los líderes mundiales piden una acción unida contra el terrorismo

Consejeros de Bush equiparan el radicalismo islámico al nazismo y al comunismo

Aún no recuperados de los ataques del 7-J en Londres y del intento de repetir la masacre el jueves, los líderes mundiales reaccionaron ayer con estupor ante el atentado de Sharm el Sheij, el peor contra un centro turístico egipcio. "Diabólico", "horrible", "odioso", son algunos de los adjetivos más repetidos, igual que los llamamientos a una mayor colaboración internacional para solucionar un problema que afecta a todos los países por igual.

Jack Straw, ministro de Exteriores del Reino Unido, habló de "otra terrible atrocidad terrorista", conectando lo ocurrido en Egipto con Londres. "H...

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Aún no recuperados de los ataques del 7-J en Londres y del intento de repetir la masacre el jueves, los líderes mundiales reaccionaron ayer con estupor ante el atentado de Sharm el Sheij, el peor contra un centro turístico egipcio. "Diabólico", "horrible", "odioso", son algunos de los adjetivos más repetidos, igual que los llamamientos a una mayor colaboración internacional para solucionar un problema que afecta a todos los países por igual.

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Jack Straw, ministro de Exteriores del Reino Unido, habló de "otra terrible atrocidad terrorista", conectando lo ocurrido en Egipto con Londres. "He hablado con mi homólogo egipcio y le he dicho que su lucha es la nuestra y que la nuestra es la suya". No fue el único dirigente en pedir una respuesta conjunta. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó en el telegrama enviado a Mubarak que "el terrorismo internacional -que comete crímenes en Rusia, Reino Unido, Egipto y otros países- quiere hundir al mundo civilizado en el miedo y la violencia. (...) La respuesta sólo puede ser unidad de acción". Y el viceprimer ministro israelí, Simon Peres, también insistió en este asunto: "El mundo debe unirse para luchar y vencer al terrorismo".

La jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice, que se halla en Oriente Próximo -ayer se reunió en Ramala (Cisjordania) con el líder palestino, Mahmud Abbas-, dijo que "Estados Unidos se mantiene firme junto a Egipto", país al que calificó de "nuestro amigo y aliado". "Juntos derrotaremos a este azote que no conoce fronteras y nada respeta". Abbas, por su parte, envió un telegrama de pésame al presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y calificó lo ocurrido en Sharm el Sheij de "terrorismo ciego e indiscriminado", informa Sal Emergui desde Tel Aviv. Sami Abu Zuhri, portavoz en Gaza del movimiento palestino Hamás, que Israel y EE UU tildan de grupo terrorista, condenó también el atentado: "Los ataques fueron cometidos contra lugares repletos de civiles y turistas inocentes, además de ciudadanos egipcios. En Hamás renovamos nuestro rechazo a este tipo de acciones, que dañan los intereses nacionales e islámicos, y especialmente a la causa palestina".

Zapatero pide cooperación

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de viaje oficial en China, realizó un llamamiento a "la máxima cooperación entre los Gobiernos del mundo", una referencia a su propuesta de Alianza de las Civilizaciones. Desde Madrid, su partido, a través de Diego López Garrido, añadió: "No existe una guerra de civilizaciones, sino fundamentalistas desalmados que tratan de ganar batallas internas frente a los moderados".

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El alto representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, subrayó que "ninguna causa justifica el terrorismo", una frase repetida por el Gobierno japonés.

El presidente francés, Jacques Chirac, reiteró "la determinación" de su país "en luchar en todos los lugares contra la plaga del terrorismo injustificable". Silvio Berlusconi, presidente del Gobierno italiano (país que teme ser objetivo de un atentado similar a los de Madrid o Londres), reiteró el compromiso de su país en la batalla contra "esta gravísima amenaza a la paz y libertad". Para Berlusconi, los terroristas buscan esparcir el terror tanto en Occidente como en aquellos países islámicos, "como Egipto, que combate el integrismo".

El papa Benedicto XVI, por su parte, calificó el atentado de "acto sin sentido" y pidió a aquellos que se esconden detrás que depongan las armas, que "renuncien a la violencia que causa tanto sufrimiento a la población civil".

Irán, uno de los miembros del eje del mal proclamado por la Administración norteamericana, culpó de lo ocurrido a la política exterior de Estados Unidos en Oriente Próximo: "Desafortunadamente, la simplista y equivocada visión de EE UU en su lucha contra el terrorismo ha hecho que el mundo sea cada día más inseguro", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Hamid Reza Asefi. Y Siria, otro de los países malditos para Washington, expresó su rechazo a los atentados y declaró su apoyo a "todas las medidas que las autoridades egipcias decreten contra los autores del incidente". En este contexto, resulta llamativo el artículo publicado ayer en The New York Times, y referido sólo a los atentados de Londres, por Stephen Hadley y Frances Fragos Townsend, consejeros de Seguridad Nacional e Interior, respectivamente, del presidente de EE UU, George W. Bush. En él describen la "guerra contra el terrorismo" como una "lucha ideológica"; una "guerra de ideas" contra un "sistema totalitario", asociando el islamismo radical al comunismo y al nazismo.

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