EDEMA AGUDO DE PULMÓN | EL HOSPITAL DE LEGANÉS

"Terminal con intenso sufrimiento y sin respuesta al tratamiento"

- Sedación considerada no indicada por la comisión.

La paciente tenía 89 años y el médico del Severo Ochoa consideró que era candidata a recibir cuidados paliativos al comprobar el "intenso sufrimiento" y la "agitación importante" que un edema agudo de pulmón le causaba. La paciente sufría Alzheimer, "insuficiencia cardíaca" y "anemia severa". Además, su organismo permanecía "sin respuesta al tratamiento diurético pautado" y la la familia se negó a que recibiera una transfusión de sangre por "la no mejoría de su estado clínico".

Cuando el médico estudió su caso, la mujer llevaba...

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- Sedación considerada no indicada por la comisión.

La paciente tenía 89 años y el médico del Severo Ochoa consideró que era candidata a recibir cuidados paliativos al comprobar el "intenso sufrimiento" y la "agitación importante" que un edema agudo de pulmón le causaba. La paciente sufría Alzheimer, "insuficiencia cardíaca" y "anemia severa". Además, su organismo permanecía "sin respuesta al tratamiento diurético pautado" y la la familia se negó a que recibiera una transfusión de sangre por "la no mejoría de su estado clínico".

Cuando el médico estudió su caso, la mujer llevaba al menos 12 horas en las urgencias. Otro facultativo la había atendido por la mañana y, pese a presentar unos niveles de hemoglobina muy bajos, decidió "no estudiar la anemia por su situación basal [estado de las funciones básicas del organismo: respiración, circulación y digestión]". Este facultativo, sin embargo, sí le pautó un tratamiento diurético porque la mujer ya no orinaba. Horas después, cuando la ve el médico responsable de la sedación, este tratamiento no había surtido efecto.

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Dado su estado, el médico consideró que la mujer cumplía "la definición expuesta en el documento de recomendaciones para la sedación terminal" y que tenía la "puntuación máxima" en la tabla de riesgo de fallecimiento de la Comisión de Mortalidad.

"Creo que se trata de una enferma terminal (...) en una situación de intenso sufrimiento por edema agudo de pulmón sin respuesta a tratamiento, por lo que entiendo necesario sedar para aliviar su sufrimiento y el de la familia que está con ella".

Esta es la respuesta que el médico que prescribió la sedación remitió por escrito al director médico del Severo Ochoa, Juan Carlos Mattos, cuando éste le exigió una aclaración por su actuación.

En su escrito, el facultativo defiende la medicación utilizada, también cuestionada por la Comisión, porque no era la indicada por las recomendaciones del hospital para casos de sedación. Estas directrices, según los médicos de urgencias, no fueron remitidas al servicio hasta agosto de 2004 y la sedación fue en junio.

"No conozco ningún documento que impida utilizar clordiacepam en vez de midazolam [dos sedantes]. Pienso que una vez tomada la decisión de sedar a un enfermo (...) es preferible utilizar aquellas con una vida más larga para evitar que un fallo en su administración suponga interrumpir la sedación con el sufrimiento innecesario que esto acarrearía".

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