CATÁSTROFE EN ASIA
Los equipos de rescate buscan a contrarreloj y en penosas condiciones acerca de 30.000 desaparecidos, después de que un gigantesco maremoto devastara el sureste asiático dejando al menos 23.500 muertos a su paso, un tercio de ellos niños, según los cálculos de Unicef. Los problemas de comunicaciones para hacer llegar la ayuda a los supervivientes, el peligro de propagación de epidemias -debido a la putrefacción de los cuerpos- y la escasez de agua agravaron ayer la ya dramática situación.
El maremoto ha sorprendido a miles de europeos en los mares del sur asiático. Decenas de ellos han muerto. Y cientos se encuentran desaparecidos. En cuanto a los españoles que permanecen en la zona afectada, sólo una docena resultaron hospitalizadas en Tailandia -10 en la isla de de Phuket y dos en Surat Thani-.
Varios expertos aseguran que miles de personas se podrían haber salvado del maremoto que arrasó el sureste asiático si hubiese existido un sistema de alerta temprana.
Un atentado perpetrado por un suicida con un coche bomba contra la sede del principal partido chií iraquí causó ayer al menos 14 muertos y más de medio centenar de heridos.
"Ahora todo cambiará", prometió Víktor Yúshenko al proclamarse ayer vencedor de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Ucrania. Con el 99,8% de los votos escrutados, este economista prooccidental se imponía sobre el primer ministro Víktor Yanukóvich por más de siete puntos: el 52,05% contra el 44,15%.
El Gobierno chino hizo público ayer un informe sobre política de defensa y modernización del Ejército en el que afirma que "aplastará a cualquier precio" un intento de Taiwan de declarar la independencia.